¿Por qué nos sigue gustando «Friends» 23 años después de su estreno?

cadenas. Neox tiene en las andanzas de Rachel, Monica y los demás uno de sus fortines de audiencia para las sobremesas (hasta un 3,4% de share puede alcanzar la reposición de uno de sus capítulos).

¿Qué es lo que hace de una serie con una historia aparentemente insustancial un éxito capaz de mantenerse en pie por casi un cuarto de siglo? Tampoco su acabado visual tiene nada que hacer frente al refinamiento fotográfico de series más nuevas. «Friends» lleva ya más temporadas reponiéndose que emitiéndose en directo. Y pese a todo ello los telespectadores no se cansan de ver la historia de un grupo de amigos en Manhattan, como demuestra que Netflix no dudase a la hora de comprar sus derechos.

Resulta ciertamente insólito que una serie haya logrado posicionarse entre lo más visto a lo largo de 236 capítulos sin venirse a menos. El último episodio de la décima temporada fue la segunda transmisión más vista en 2004, solo por detrás de la Super Bowl.

Además de su notable valor cuantitativo, capaz concitar a millones de espectadores frente a las pantallas , también los paladares más exquisitos han dado su visto bueno a la serie. En 2015, «Friends» fue elegido el programa favorito de todos los tiempos por más de 2.800 expertos televisivos consultados por «The Hollywood Reporter», superando a producciones como «Breaking Bad » (segundo), «Juego de Tronos» (cuarto) y «Los Soprano» (sexto).

La trama de la serie se caracteriza por carecer de cualquier cosa que se parezca a una trama con un desenlace hacia el que avancen los acontecimientos. Apenas sucede nada extraordinario, ningún gran trauma. Simplemente la existencia ordinaria de seis amigos neoyorquinos que trabajan, se enamoran y toman café.

Muchos críticos han señalado que es precisamente esta ligereza la que ha contribuido a hacer de «Friends» una sitcom que conecta con espectadores de distintas generaciones . Marta Kauffman, creadora de la serie junto a David Crane, se sorprendió hace pocos años cuando a su hija de 17 le preguntó un compañero del instituto si había visto «ese nuevo programa llamado 'Friends'».

Los guionistas acertaron también a componer una delicada sinfonía psicológica y existencial a través de seis tonos (Rachel, Monica, Phoebe, Joey, Chandler y Ross) discordantes entre sí . Ya es un tema de conversación de lo más recurrente preguntar «¿cuál es tu personaje favorito de Friends?» . La alquimia descubierta con la mezcla de elementos tan dispares es garantía de humor, intriga y tensión.

Personajes despreocupados con los que cualquiera se identifica viviendo en un Manhattan idílico, un mundo fácil y sin alteraciones más allá de las cotidianas, afrontadas siempre con humor . Con estos mimbres, la fidelidad de los espectadores está garantizada. Y si no es así, siempre habrán de llegar nuevas generaciones que podrán crecer y descubrir la vida desde una mesa en el Central Perk.