Ana María Aldón deja la medicación contra la depresión tras su paso por «Supervivientes»

Entró en el plató del «Deluxe» pisando fuerte y al son de «Como yo te amo», de Rocío Jurado . En ese mismo estudio la pusieron, en el pasado, de vuelta y media. Porque ha dado mucho que hablar.

Y es que de Ana María Aldón se ha hablado mucho, y sin mucho sentido, o ésa es al menos su impresión. 197 horas y 42 minutos, en concreto. «Ese es el tiempo que te hemos dedicado en los últimos ocho años», le informó JJ .

Al principio eran «muy inquietantes» las informaciones sobre ella. «Se decía alguna verdad, y muchas mentiras. Te callas, te callas, te callas, y cada vez tenía más pánico» , aseguró la «ex frutera», como la presentan a menudo en Mediaset. Tenía pánico a contestar a tantas habladurías, porque no era mujer del mundo del corazón. «Te enfrentas a una vida de la que no conoces nada», recordó. Ahora se le ve muy suelta.

Su relación con Gloria Camila y las hermanas de Ortega Cano salió a colación. Aseguró que se las ganó «con el tiempo». Durante su estancia en «Supervivientes», Kiko Jiménez , ex de Gloria Camila, reveló que su cuñada Conchi se había referido en una ocasión a Ana María como «hija de p...».

No le quiso dar importancia a ese insulto, porque entiende que es una expresión que cualquiera puede usar en cualquier momento de forma coloquial. Admitió, eso sí, que con su cuñada Mari Carmen tiene más relación que con Conchi .

En la isla dejó «miedos atrás». Esto lo había dicho la mujer de Ortega Cano varias veces, pero hasta su paso por el «Sábado Deluxe» no había entrado al detalle. Reveló que cuando se fue a la isla hondureña estaba tomando «algún químico». En realidad, se trataba desde mucho tiempo atrás. Contó que en 2014 empezó a medicarse para tratar la depresión. «¿Era por todo lo que decía la prensa de ti?», se interesó JJ . «Por todo eso y por algunas cosas más. Por un compendio de cosas que me hacía mucho daño». Ese asunto se quedó en Cayo Paloma . Ahí se quedó. No tomo nada desde que vine de allí», explicó. «Estoy fenomenal. Todos los miedos se quedaron allí».

Fruto de ese estado a punto estuvo de tomar una decisión fatal. En su día había contado a Bertín ese episodio traumático. María Patiño se lo preguntó sin muchos rodeos: «¿Te quisiste quitar la vida de verdad? ¿Cogiste ese coche, como contaste a Bertín, y quisiste tirarte?». «A ver, no me quise tirar por ningún sitio. Sino que coges el coche y entras en un bucle, en otra dimensión», contestó. Se notó que no estaba cómoda hablando de este asunto, que lo abordó de una forma menos clara que cuando tuvo al cantante-presentador delante.

Precisamente, Ana María llegó a esa situación depresiva porque algunas malas lenguas llegaron a decir que la familia estaba presionando a Ortega Cano para que pidiese pruebas de ADN para comprobar si el hijo que el diestro tuvo con la sanluqueña ­–en febrero de 2013– era realmente de él. No entró al trapo. «No voy a ir por ahí. Esa es una cosa que me hizo mucho daño en su día. A mí nadie me lo dijo a la cara. Si alguien me lo hubiese dicho en la familia, me habría sentado mal. Pero que lo digáis vosotros públicamente...».

«Es una cosa que hizo mucho daño. Me hundió. Por eso os pediría que dejásemos el tema», rogó a los colaboradores del programa. Le echó un capote Antonio David , ex de Rocío Carrasco: « José María es un clon de su padre. La forma de caminar, físicamente, cómo habla».

Recordó Ana María que la relación con Ortega Cano se precipitó precisamente a raíz de su embarazo. «Empezamos a salir en abril y me enteré del embarazo en agosto». Fue una sorpresa, pues fue al médico porque pensó «que tenía una infección». «Olé, y olé y olé», fue la respuesta del torero cuando se enteró .

A su marido, antes de quererlo, lo admiraba: «Yo estaba enamorado de él y de Rocío », espetó. La mítica tonadillera volvió a estar presente en la entrevista cuando el propio Ortega Cano entró desde su casa para animar a su actual mujer: «Enhorabuena por la entrevista», le dijo vía Skype. Detrás de él, colgado de la pared, un retrato de Rocío Jurado . «Guapo, no te tiñas más», le pidió ella, en relación a su pelo canoso.

«Eso no es cierto», zanjó cuando le plantearon si hubo en su día una relación entre José Fernando , hijo de Ortega Cano y Rocío Jurado, y su hija Gema .

No profundizó mucho más, porque «José Fernando es una persona de la que no se puede hablar». Esa discreción obedece a que tiene «un problema», que «está en vías de solución».

En la isla, hubo momentos en los que Rocío Flores se sintió decepcionada y poco apoyada por Ana María Aldón . Todo aquello lo zanjaron ellas dos ya durante el «reality», pero ayer se quiso hurgar en el asunto.

«Yo hace ocho años que aparezco en esta saga, y es justo cuando ella se va», recordó de entrada, mientras Antonio David asentía en el otro lado del plató. Es decir, ella y Rocío Flores no habían tenido prácticamente relación antes de la isla. «El concurso nos ha servido para conocernos», aclaró. Y su impresión es excelente: «Es una niña muy alegre» y con «una gran fortaleza mental».

De quien no quiso hablar mucho fue de Rocío Carrasco . Recordó que la conoció en una boda. Y que no la ha vuelto a ver. Reconoció que no tiene relación con su marido, «aunque no pasó nada entre ellos» para que el vínculo se rompiese. Nada grave, quiso decir. «Me encantaría que hubiese una reconciliación entre madre e hija», concedió al final.

JJ le preguntó si es cierto, como se ha dicho en alguna ocasión, que ella puso una condición a Ortega Cano para mantener una relación amorosa: que dejase de beber. «Él conmigo no bebía», contestó. Se entendió que lo conoció ya abstemio. Y así sigue: «No bebe». Sobrevoló la conversación «el episodio», que es como Ana María se refiere al paso por la cárcel del torero, tras su condena por homicidio imprudente y conducción temeraria .

Calificó como «muy duros» los casi dos años que vivió en Zaragoza en un apartamento de 60 metros cuadrados . ¿Cómo recuerda aquello? «Con un niño pequeño y mucha tristeza».

Le plantearon si su participación en «Supervivientes 2020» obedeció a una presunta falta de liquidez de su marido. «No tiene nada que ver con eso mi participación en el concurso», aseguró.

«Él tiene su economía y yo tengo la mía. Estamos casados en régimen de separación de bienes », aclaró. Y fue más allá: «Yo no sé el dinero que tiene en cuenta. Él tampoco sabe lo que tengo yo». Ahora tiene un duplex y un coche, entre otros bienes. Muy lejos quedan los años oscuros. Se fue de casa a los 17 años y al poco se quedó embarazada: vivía en una pequeña habitación, trabajaba recogiendo zanahorias o cortando uvas. Pero peor era la vivienda en la que creció, donde su padre pegaba a su madre. Ella misma llamó en una ocasión a la policía, que se lo llevó: "Qué cojo... tuviste", le dijo su progenitora.