Amador Mohedano acusa a Fidel de preguntar por la herencia de la Jurado mientras la trataban en Houston

La sombra de «La más grande», la cantante de Chipiona, sobrevoló todo la entrevista, dirigida por María Patiño en ausencia del titular Jorge Javier Vázquez . «Si Rocío Jurado estuviera viva no permitiría que su hija estuviera lejos de la familia. Ella nunca se hubiera imaginado que esto hubiera llegado a lo que llegó», afirmó de entrada, con cierta nostalgia, Amador Mohedano .

Desde hace ocho años, Rocío Carrasco no ve a su hija Rocío Flores . Mucho se ha hablado de las últimas horas de su relación. Bastantes detalles se conocieron justo cuando la joven ya estaba en Honduras para participar en «Supervivientes» .

«Tuvieron una discusión creo que por una fruta», aseguró Amador Mohedano , entrando al detalle. «Fuera lo que fuera, no es para que ocho años después no quiera ver a su hija. Y a su hijo, ¿por qué no lo quiere ver?», reflexionó en voz alta el hermano de Rocío Jurado .

En todo caso, aquella disputa verbal fue la gota que colmó el vaso: «Mi sobrina venía cargada de aguantar mucho», aseguró.

«Los niños no estaban felices ni a gusto en esa casa», aclaró después, en relación a Rocío Flores y su hermano. Con la primera, ha querido hablar en ocasiones del asunto, saber detalles de la discusión final, pero no ha sido posible. Las veces que ha abordado el asunto, ella «empezó a llorar con el corazón encogido» y no le consiguió aclarar nada. Recordó también que su sobrino David calificó como «muy poco agradable» a Fidel unos días después de que se casase con su madre.

¿Por qué los niños no estaban a gusto en esa casa? No entró en más detalles que este: «Un castigo era encerrarlos en la habitación, por cualquier cosa». «Todos sabemos las condiciones especiales de David , así que me parece de una crueldad», subrayó Kiko Matamoros .

«Yo no quiero hablar de lo que han sufrido mis hijos, y le pediría a Amador que no ahondara más en esa historia», medió Antonio David , que estaba en el plató pero hasta ese momento había permanecido callado. Esta prudencia le duró poco, como podrán comprobar después.

Fidel fue señalado como el autor de la transformación, para mal, de Rocío Carrasco . «Mi sobrina ha sido siempre una niña simpatiquísima. Era encantadora hasta que dejó de serlo. Alguien con mucha ambición la ha abducido», espetó Amador Mohedano . Ese «alguien» era, y es, Fidel .

Contó que el marido de su sobrina es natural del barrio donde se montó el principal club de fans de su hermana. Y que esas seguidoras, que lo habían visto crecer y desarrollarse, advirtieron a la familia: «¿Conocéis bien al niño éste?» , preguntaban las fans de Rocío . ¿Por qué esa preocupación? Pues porque decían que era «un desahogado».

Tampoco a «La más grande» le convencía el chaval: « Rocío Jurado se comió a Fidel porque su hija estaba enamorado de él. Nunca le gustó».

Contó Amador que estando la familia en Houston , donde la cantante fue tratada a razón de diez millones de pesetas por mes, el muchacho tenía unas inquietudes monetarias bastante inoportunas: « Fidel tenía mucho interés en saber en qué iba a pasar con la herencia cuando Rocío Jurado muriera», afirmó Amador, quien añadió que el novio de Rocío Carrasco aseguraba que ese interés era en realidad una broma. «Muchas veces me preguntó por qué todas las propiedades de mi sobrina están a nombre de Fidel », dejó caer el invitado estrella del «Sábado Deluxe» . Durante el programa, se recordó que la herencia de Rocío Jurado ascendió a siete millones de euros .

Antonio Rossi , colaborador del programa, se sumó al linchamiento verbal y reveló un comentario muy desafortunado que, presuntamente, Fidel hizo en las puertas del hospital de Houston donde estaba internada Rocío Jurado . Él mismo lo escuchó, pues allí estaba al pie de la desgracia. Se refirió a Gloria Camila y José Fernando , los hijos adoptados por Rocío Jurado y Ortega Cano , como «los inmigrantes» .

«¿Qué le da?», preguntó María Patiño sobre la devoción de Rocío Carrasco por Fidel Albiac . «Será mágico. Lo tendrá de oro», contestó, un tanto soez, el hermano de «La más grande».

«El perfil de Fidel está quedando bastante dibujado», sentenció la conductora del programa. «Dibujado» no era quizá la palabra más oportuna. Destripado sería más correcta.

Antonio David , que había pedido apartar el tema de sus hijos de la conversación, volvió al asunto cuando el programa recuperó unas declaraciones de Rocío Carrasco hace veinte años. «Mi rubia y mi enano es lo mejor que me ha pasado en mi vida», decía en 2000, en relación a Rocío y David Flores .

Al escuchar eso, el ex guardia civil saltó: «La lucha que he tenido durante todos estos años es para que mis hijos no estuviesen bajo el mismo techo que Fidel». Y después a punto estuvo de meterse en un charco, o eso pensó María Patiño . Porque él recordó que Rocío Carrasco compareció una vez a la tele «con un ojo más maquillado de la cuenta», y que una de las mujeres que trabajó en la casa de su ex y Fidel refirió «episodios violentos» del segundo a la primera. «No se pudo probar la declaración de esta señora», matizó Patiño . «No, retiró la demanda después», corrigió Antonio David Flores . «No quiero ponerle en bandeja a Rocío y Fidel que te pongan otra demanda. El programa se desmarca de esta acusación», insistió la presentadora. «Yo no he acusado a nadie de nada. Lo que he hecho es hacerme eco de noticias publicados en los últimos años», insistió el ex guardia civil. «Ella retiró la demanda que le puso a Fidel», replicó María Patiño , queriendo proteger a su colaborador.

María Patiño , ayer maestra de ceremonias, quiso saber más de lo que llamó «las últimas horas de Rocío». «Estábamos hasta mis hijos, mis sobrinos. Estábamos todos sentados alrededor de la cama de ella. Tenía una cama redonda grande», explicó el hermano de la artista.

Viendo que el final se acercaba, él se encargó de hablar con las autoridades, que estaban muy pendientes. «En la parte de abajo de la casa hay una piscina climatizada, y ahí me hice yo un despacho atendiendo los teléfonos. Hablando con el alcalde de Madrid, con el alcalde de Chipiona, para que se fueran adelantando los acontecimientos».

María Patiño quiso saber cuáles fueron las últimas palabras de Rocío Jurado . No contestó a la pregunta el hermano de la tonadillera, pero sí recordó una confesión de la cantante en sus días finales. «No puedo más. Yo tiro la toalla», le dijo. Él se marchó hundido, entre lágrimas, a su a casa. A las siete de la mañana sonó el teléfono. Era «La más grande». Y le cantó: «Te quiero más / que a mi vida».