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Ricardo Castella: «El teatro es como la selva»

El actor presenta este jueves su obra «Todo es posible si lo deseas con fuerza» mientras dirige en #Cero el programa de humor «Loco Mundo»

Fernando Muñoz

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Vivir del espectáculo de la televisión es vivir entre las rocas de una playa surfera. Hay que esperar a que llegue la ola buena, dejarse llevar después por la marea y evitar que los otros te golpeen. Ricardo Castella (Madrid, 1974) sabe muy bien lo que es aprovechar el momento. Actualmente dirige en #0 « Loco Mundo » con David Broncano y presenta este miércoles su espectáculo en el teatro Arlequín Gran Vía « Todo es posible si lo deseas con fuerza ». Además, le acaban de ofrecer un papel en una obra de teatro «con representaciones de miércoles a domingo, como toda la vida». Ante tanto ajetreo, el cómico recuerda las palabras de Fernando Fernán Gómez –«he hecho todo el trabajo que me han ofrecido y podía hacer»– y por ello piensa en la conciliación familiar: «Es bonito trabajar, pero tengo niños pequeños a los que tengo que ver para no ser ese señor que llega a casa por la noche a dormir».

-Ser positivo es una llave para muchas cosas y una actitud mejor que ser negativo; pero no se puede endiosar eso. Además, en la obra hablamos de otras cosas. Por ejemplo, las ONG. Te dicen que hay que ayudar. Bueno, pues yo creo que pagando los impuestos se debería ya ayudar. No sé si toda la culpa es de los individuos. Y por eso también hablamos de la fe, de esa cosa mágica, de esas cosas que están fuera de ti y que sirven para solucionar tus problemas. Son creencias que solo dependen de eso, de la fe que les tengas. Básicamente es una especie de protesta a esa traslación de responsabilidad por las cosas.

-Quiero que la gente lea el titulo de la obra como cuando te lo dicen y lo repites entre dientes. Ese es el tono, tratado desde varios puntos de vista. Familia, fe, la situación del mundo... Hay varios bloques donde el positivismo tiene un papel, y yo trato de colocarlo en su sitio.

-Son ideas que buscan trasladar la responsabilidad. Por ejemplo, estos perfiles en redes sociales que dicen eso de «no hay límites» y frases utópicas que, para según qué circunstancias, son hasta una broma cruel. Claro que hay gente con límites. Y situaciones en lo que no todo es tan sencillo. Como si a una persona que tiene depresión le dices 'anímate'. Pues claro, si es que ese es el problema, que si estás deprimido no puedes animarte. No es solo querer. Hay un proceso. Y eso lo plantea el espectáculo desde varias perspectivas. Cada uno es capaz de una cosa, otro de otras. Somos distintos...

-Esta frase de «donde tú ves una crisis, otros ven una oportunidad». Como frase será preciosa, pero la gente que ve oportunidad en la crisis, alguna de esa gente, pues no sé si quiero ser como ellos. Porque si echas un vistazo a la historia ves que hay gente que sale beneficiada siempre. Esos ven siempre oportunidad de la crisis. Les viene tan bien que parece que las estén provocando. No digo que lo hagan pero…

-Es un buen momento para la comedia porque hay mucha. Igual pasa en la televisión como en #0, donde hay un montón de cómicos haciendo cosas interesantes. En teatro la pelea es... es la selva. Cada teatro tiene cuatro o cinco o seis espectáculos diarios. Una cosa un poco loca. Yo creo que se solucionaría si a la gente le multiplicaran las horas del día, y a lo mejor el sueldo, fíjate. Otras 24 horas y el triple de sueldo (risas).

-Es cierto que ahora hay muchas cosas. Lo que no sé es si ha habido un momento en que, con el cambio de IVA, que de un día a otro pasó a triplicarse, de repente los precios y el modelo de negocio cambió, porque no se puede repercutir ese precio en las entradas. La mayoría de los teatros han jugado muy hábilmente generando más programación. Pero claro, los espectadores no se han multiplicado por tres, aunque las funciones sí. Y ahí hay una lucha porque el perjudicado es la compañía, o en este caso el señor que actúa.

-Hay teatros con cinco o seis espectáculos. Quizá repercute en la calidad, no del espectáculo, pero sí quizá del montaje, con escenarios muy simples, proyecciones… No puedes hacer mucho más porque tienes que cambiar en 20 minutos de una obra a otra. No sé hasta qué punto eso despista a la gente.

-Antes veías la cartelera de los teatros y te hacías una idea de lo que había. Hoy la miras y es como la de los cines, una lista de títulos que tú dices, madre mía, cómo sé yo lo que me apetece si no tengo una imagen o una frase que me invite a entrar. Hay mucha más oferta, pero no sé si genera saturación.

-Me han hecho una propuesta de teatro, lo tengo que comentar con mi mujer y creo que me va a dar una patada en la cabeza... Era para hacer una obra al viejo estilo, con funciones de miércoles a domingo… Es bonito trabajar, pero tengo niños pequeños a los que tengo que ver y que me tienen que ver, no ser ese señor que llega a casa por la noche a dormir.

-Me gusta mucho, Ricky Gervais, Louis C.K ... Ya me gustaría ser la mitad de lo que son. Ahora estoy loco porque viene a Madrid Eddie Izzard a probar su espectáculo en castellano. Son gente que escucharía de rodillas. A nivel España, me llama la atención gente como Broncano, que es joven y tiene energía y está siempre muy en el punto y en el tono mucho rato muchos días. Me parece formidable. Te he dicho referentes de EE.UU., pero aquí hay gente excepcional.

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