Raquel Meroño: «Me vi tan alejada de la interpretación que dije "Ya se me fue el barco"»

La final, tras doce semanas de grabación, se rodó en julio; solo ese día, Meroño saboreó la posible victoria frente a Florentino Fernández , que quedó segundo; Josie , Ainhoa Arteta y Nicolás Coronado fueron el resto de finalistas. «Estaba en el coche, me sonreí y dije "Venga, vas a ganar". Me puse una canción en bucle, "Sin miedo". El conductor debió pensar que estaba loca», recuerda. Fue el cocinado que «más tranquila» hizo en todo el programa . «Se me ve: sé perfectamente lo que tengo que hacer en cada momento; es como un baile. Me iba solo el cuerpo y, al mismo tiempo, tenía una sonrisa y miraba a mis hijas, a mis padres, y era consciente de lo que estaba pasando», rememora. Era la hora de comer cuando acabaron, así que un grupito de compañeros fueron a celebrarlo, aunque ella estaba «muerta».

Aunque, para «cara descompuesta», la que se vio en la cuarta gala, cuando estuvo a punto de ser expulsada. Acabó yéndose la periodista y presentadora Raquel Sánchez Silva : «En la repesca, ella me escribió una carta superbonita, me trajo todos sus apuntes, los de Ona Carbonell...». Aquello le hizo clic : «Estoy eternamente agradecida porque se podía haber tomado la derrota de otra manera y fue supergenerosa».

Agradecida también está a «Masterchef», el espacio no deportivo más visto de TVE . «Me pareció una oportunidad increíble para volver al medio y que se acordasen de mí los que ya me conocían y presentarme a los que no», comenta. «No hay ni trampa ni cartón; aquí se ve to-do, to-do. Y como intentes hacer truco, te tocan las teclas para que te desnudes». Las cámaras, de las que había estado tantos años alejada, eran lo de menos: «Desaparecen por completo. Al final es el reloj y el cocinado. El tiempo te hace olvidarte de todo porque solo quieres llegar a tiempo de terminar tu plato y que esté rico».

El rodaje de un reality es diferente al de una serie o película: «Aquí no hay descanso; es un no parar. Estás todo el día haciendo la prueba exterior, llegas a casa a las tantas y al día siguiente, como tengas el delantal negro, ¡la pereza del foso!».

Ella espera que su concurso dé sus frutos «bonitos», o sea, volver. «Sobre todo, al mundo de la interpretación, que me vuelve loca y echo mucho de menos… es como un amor que se fue y te reencuentras con él. ¡Es un subidón!». La actriz dejó de presentarse a pruebas tras quedarse embarazada y sin representante: «Dejé que aquello se disolviera de forma natural; me centré en las niñas y los negocios. Al principio pensé que iba a ser algo esporádico, que algún día iba a volver y, de repente, un día me vi tan alejada que dije "Ay, Dios, que ya se me fue el barco". Y mira, aquí estoy. Nunca se sabe».