Patricia Pardo se lamenta de lo que se le escapa a un Papá Noel: «Ya que lo ha dicho en directo»

' El programa de Ana Rosa ' conectaba en directo con Neda, un pequeño municipio de La Coruña, que cuenta con una cabalgata muy original, ya que en esta población se le dedica un desfile a Papá Noel . Así, Patricia Pardo , única presentadora esta mañana ya que tanto Ana Rosa Quintana como Joaquín Prat estaban de vacaciones, tomaba las riendas de la entrevista con el protagonista.

Papá Noel manifestaba en ' El programa de Ana Rosa ' que de la misma manera que ocurre todos los años, había niños que se habían portado bien y otros mal, pero que todos tendrían «su regalo».

Sin embargo, el invitado del matinal de Telecinco estaba tan a gusto con la conversación que en un momento dado sufrió un 'despiste' y se fue de la lengua. «De todas las cartas hay una que me ha robado el corazón. ¿Cómo se llamaba esa niña?», se preguntaba Papá Noel , que de inmediato recordaba el nombre. «¡Aurora!, que pedía un hámster, pero, mira, una carta tan bien redactada, muy madura, que creo que es mejor dejarle el hámster», señalaba el invitado que revelaba ante las cámaras de ' El programa de Ana Rosa ', lo que había pedido en su carta la hija de Patricia Pardo .

«Pero, Santa... ¿De verdad que usted ha leído la carta de mi hija Aurora?, le preguntaba la presentadora del matinal de Telecinco a su interlocutor, que le respondía de manera afirmativa. «Sí, mira, la escuchó allá lejos porque yo ya con mis años el oído ya va fallando pero es que me encantó la carta», aseguraba Papá Noel , mientras Patricia Pardo ponía cara de no gustarle la decisión que había tomado su invitado.

«¡Ah! ¿Sí?, entonces ya tiene el hámster», decía resignada la presentadora de ' El programa de Ana Rosa '. «Sí, se lo merece», le respondía el invitado que dejaba a Patricia Pardo sin nada más que añadir. «Pues nada, si Santa considera que en mi casa debe haber un hámster, qué le vamos a hacer...Será bien recibido, ya que lo ha dicho en directo en el programa, pues nada, qué le vamos a hacer», se lamentaba la periodista ante el nuevo ocupante que iba a llegar a su residencia.«Fíjate, que yo pensaba que ibas a decir: ¡déjalo en libertad!, ¡animalito!, zanjó la comunicadora.