Blas Cantó, sobre el escenario de Róterdam. La propuesta española creada por Marvin Dietmann apuesta por el protagonismo de Blas, su voz, y la historia detrás de su canción: un sentido homenaje a su abuela, una de las personas más importantes de su vida. Blas Cantó, en su primer ensayo. Para que el mensaje de su canción llegue a los espectadores de toda Europa, ausencia de artificios: la desnudez de su voz al inicio y al final de su interpretación se convierten en las mejores bazas. Cómo comienza la actuación de Blas Cantó. El cantante va vestido totalmente de negro bajo una luz blanca cenital. Puesta en escena de la actuación de Blas Cantó. Durante el desarrollo, cuando comienza a crecer y cobrar fuerza la luna… Un eclipse que va iluminando la escena a través de un elemento físico, de 7 metros de diámetro, sobre el escenario del Ahoy Arena con proyecciones mapping de diferentes texturas Blas Cantó, durante su primera actuación en Róterdam. Otro de los elementos claves de la canción de ‘Voy a quedarme’ reside en los coros, que cobran un sutil protagonismo a partir de la segunda parte. Blas Cantó, mientras canta 'Voy a quedarme'. Además de los coros presenciales y en directo, Blas Cantó ha optado por incorporar coros pregrabados, una medida que estrena el Festival en esta edición Blas Cantó, ante la prensa que ha acudido a Róterdam. «Cuando era un niño me imaginé en sueños estar en este escenario. Y ha sido impresionante. Los sueños se hacen realidad, me he sentido genial», afirmó Cantó. El sentido de la canción de Blas Cantó. «Estoy feliz, tenemos que ajustar muchas cosas de sonido, cámaras... pero me siento bien porque cuento mi historia. No es fácil, es duro, pero tengo que admitir que, si pienso demasiado en la historia tras la canción, lloraría todo el tiempo. Prefiero pensar en la gente que está aún con nosotros y hacerlo lo mejor posible con ellos», explicó
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