Pérez Tornero, presidente de RTVE: «En un año, los Telediarios lucharán por ser líderes»

El nuevo presidente de RTVE cuenta con varios comodines. Llegó al cargo el pasado mes de marzo, por consenso político, y no ha sido recibido de uñas, como le ocurrió a Rosa María Mateo , cuyo nombramiento por decreto ley terminó por ser desautorizado por el Tribunal Constitucional . El catedrático fue el elegido para terminar con tres años de desgobierno 'provisional'. Por otro lado, al contrario que Mateo, Pérez Tornero se maneja bien en los ámbitos más diversos, empezando por las sesiones de control parlamentario. Donde la administradora única se subía por las paredes, cuando se topaba con el 'politiqueo', el almeriense parece incluso disfrutar del espectáculo. Él mismo admite que se siente ante la oportunidad de su vida, por poder ver de cerca lo que durante tanto tiempo ha estudiado.

Periodista con premio fin de carrera, licenciado además en Filología Hispánica y con un currículum académico impresionante, José Manuel Pérez Tornero es un teórico enfrentado a un reto práctico gigantesco, enderezar una empresa pública que podría ser comparada con un ministerio. En el terreno de la 'telerrealidad', pero no la de 'Gran Hermano' sino la de trabajar en el medio, sobresale un pequeño gran hito: fue uno de los creadores de 'La aventura del saber' , que sigue en antena desde 1992. «Fue por casualidad, en un momento en que la televisión privada empezaba a competir con la pública. Entonces había necesidad de sostener el servicio público y yo veía que el audiovisual no llegaba a la escuela. Estando en un congreso en Santander, unos profesores de biología se quejaban de que la televisión era inservible para nosotros, y una noche, viendo un documental de la BBC sobre dinosaurios, se quedaron tan impresionados que aquello era un poco el descubrimiento de cómo el audiovisual puede ayudar a la educación», relata.

En su última sesión de control político, los propios parlamentarios admitían lo absurdo que era que usted tuviera que rendir cuentas por la gestión de Rosa María Mateo.

No es todo una pérdida de tiempo. Nosotros tenemos que servir también a los poderes públicos, ellos tienen que exigirnos responsabilidades. Hasta los medios privados tienen exigencias de servicio público, pero para nosotros tiene que ser mayor. Si esa exigencia es sistemática y tiene un método y unos indicadores, a nosotros nos ayuda.

Aunque luego los parlamentarios aprovechen para hablar de sus cosas y enredarse en sus batallas internas, que no tienen nada que ver con RTVE.

En España, sí, siempre es eso. Forma parte del cambio que tenemos que alumbrar entre todos. Aquí lo importante es que la televisión sirva a los ciudadanos.

Se mueve como pez en el agua en el Senado y el Congreso.

Hay que agradecerles a ellos también el aliento. Sin una actitud receptiva por su parte, para mí sería imposible. Veo una actitud que quiero agradecer públicamente, muy constructiva, con independencia de que en un momento determinado uno u otro traigan a colación un detalle. Eso ya es bueno para España.

¿Qué demonios es eso del mandato marco? Usted que es profesor, explíqueselo a los no iniciados.

Es el conjunto de obligaciones que tiene que cumplir RTVE. Hay una ley, que es muy abstracta, pero luego nos tienen que decir en concreto: ustedes defiendan estos valores, hagan estos servicios a la educación.

Y resulta que el mandato está caducado.

Sí, entró en vigor el 1 de enero de 2009 y tenía que durar hasta 2018. El ecosistema mediático ha cambiado la posición de España en el mundo. Ahora en Europa no están los británicos, por ejemplo. Debemos ver qué papel juega TVE, qué alianzas tiene que hacer, de qué tiene que concienciar a la gente.

¿Todo eso es preciso tenerlo por escrito?

A nosotros nos ayuda, porque a partir de ahí encontramos los recursos y los recursos también nos dan obligaciones.

¿La mala situación de TVE es por culpa de tener el mandato caducado?

La situación no es mala, en general. De verdad que no. También tenemos retraso en la ley del audiovisual. Europa ha tardado mucho en cambiarla y de pronto estamos con las plataformas, Google y Facebook. Europa no ha hecho lo suficiente para ser actor importante en este mundo. El retraso de las leyes nos impide ser protagonistas. Por ejemplo, el cine español y hasta el teatro estarían mejor con un mandato marco.

¿No es más importante tener un presidente y un equipo con las ideas claras?

Yo de lo que me he dado cuenta aquí es que puedo hacer mucho, pero no sin un soporte político y de la ciudadanía.

En RTVE fue recibido con mucha esperanza, pero algunos han empezado a perderla, a pensar que los cambios van demasiado despacio.

Hay cosas buenas que se tienen que mantener y hay otras que debemos cambiarlas y adaptarlas. La semana que viene se publicará un organigrama que le da la vuelta a la estructura de RTVE. Ya está aprobado. Antes había muchos canales y ahora vamos a hacer una gestión integral en producción y en información y en creación de contenido. Hemos firmado un montón de convenios con la industria y en la Unión Europea hemos hecho hobby para estar representados en los debates sobre la ley audiovisual. La batalla durará, para eso tenemos seis años. El primero se producirá la reestructuración. Ahí ya hemos conseguido un consenso en el organigrama y un cierto respaldo social y político. El segundo vamos ahora a ser más relevantes en audiencia. Yo creo que ya hay síntomas de que vamos mejorando. Es un tema clave y yo soy positivo.

¿Se da dos años de plazo para dar ese salto en la lucha por la audiencia?

Debemos tener serenidad y no perder la cabeza. Desde que en 2009 se cambió la financiación de RTVE, bajó la audiencia y empezó a subir tímidamente la de las privadas. Ellas hacen en ese camino una cosa decisiva, se unen. Eran cuatro y se quedan en dos, les ha costado mucho remontar y tampoco están en una cifra altísima. A nosotros, llegar a esa horquilla del 10 al 14 por ciento nos costará un tiempo, que además no es como antes, cuando no había plataformas. No hay un momento más enrevesado que este.

Y sin embargo, sigue prometiendo que van a mejorar.

Internamente estamos satisfechos porque los Telediarios están adquiriendo más peso. Luego vemos que en programación, con lo poquito que hemos podido tocar va aumentando.

¿Los informativos no deberían aspirar a luchar por ser líderes antes de dos años?

Vamos a ser líderes, en contexto y en dar más información que los demás. Funciona a diferentes niveles. No va a ser una información telegráfica, sino que vamos a dar información contextual, vamos a crear una nueva línea en los informativos diarios y en los documentales con peso. Vamos a ganar, digamos, en alcance. Y vamos a hacer que los telediarios, poco a poco, no mañana, van a estar en cabeza, con información más profunda y relevante. Hay muchísima gente en nuestro país que tiene un nivel cultural muy alto y otra con ganas de aprender. Vamos a llegar a este tipo de personas con los informativos, los culturales, los programas científicos...

En resumen, ¿cuándo mirarán de tú a tú a los informativos de Antena 3 y Telecinco?

Yo creo que en un año. Me comprometo a que en un año estaremos ahí, luchando por ser líderes.

A pesar de que ellos sí se pueden permitir la información espectáculo.

Yo prefiero hablar de información interesante. Hay cosas interesantes que no tienen por qué ser espectáculo. El espectáculo muchas veces se come la profundidad. Deslumbra, pero luego no comprende. El volcán puede ser espectáculo, pero luego hay que estar ahí con los palmeros, cuando ya nadie se acuerda de ellos. Hay que seguir informando de esto. Ese es el servicio público, que a lo mejor no tiene tanto éxito. Porque yo, sinceramente, veo síntomas de que la televisión privada en vivo está abandonando la información. No es que sea una ventaja para mí. Yo lo lamento. Que se reduzca personal, que paguen poco a los reporteros. Está pasando en todas partes. Pero eso va a dejar terreno a la televisión pública, porque los ciudadanos necesitan saber qué pasa en proximidad, por ejemplo. La información está en crisis y ese vacío tenemos que llenarlo nosotros.

Por otro lado, usted tiene el proyecto de cambiar los sistemas de medición actuales. ¿Hasta qué punto es justo el sistema actual?

El objetivo sería una medición de 360 grados. Por un lado están los televisores, pero por otro tienes los teléfonos, los televisores no conectados, los bares… Tenemos que usar diferentes métricas y sumarlas y ver por dónde vamos. Las plataformas interactivas nos van dando más datos reales. La medición de audiencias está montada para saber una cosa que tampoco se confiesa mucho, que es quién ve la publicidad en televisión. Yo ahí sí noto un descuido. Me gustaría que hubiese vigilancia sobre los sistemas métricos por parte de entidades no vinculadas al sistema publicitario.

RTVE tiene su propia plataforma. ¿Van a ser más transparentes que las otras, que se guardan los datos?

No tenemos todavía una métrica asegurada. Hemos lanzado tímidamente las Olimpiadas, en un primer ensayo y ahora estamos en un proceso que empieza la semana que viene, una inversión potente en la mejora de las plataformas. Ahí vamos a ser transparentes, porque no podemos dejar de serlo. Vamos a ver los datos de consumo, de uso, de evaluación. No quiero poner una fecha, pero el primer trimestre o el primer semestre de 2022 empezaremos a mostrar datos como se hace en ciencia, de verdad. No vamos a cobrar por ellos. Será muy interesante para los creadores, por ejemplo.

¿Está en su mente crear una especie de Netflix en castellano? ¿Haría eso que le perdonaran las malas audiencias tradicionales?

Nosotros queremos abrir este Netflix en español a toda la industria, no queremos que sea un factor más de competición con Telecinco y Antena 3. Queremos contribuir, que los ciudadanos españoles y los de fuera tengan acceso a todo el patrimonio audiovisual en español y en las lenguas oficiales. En ese momento, creo que sí tendremos otro tipo de audiencia diferente.  

Hay mucha gente que aún defiende la vuelta de la publicidad a Televisión Española.

En última instancia, será el Parlamento el que decida esto. Yo entiendo que la televisión estatal se beneficia de una aportación de los presupuestos, de la tasa del espectro radioeléctrico, de la tasa de las privadas. Por otra parte, nosotros tenemos que corresponder con una actitud que es no competir en el mercado. Me parece que es un esfuerzo de lealtad mutua, aunque también entiendo cuando los anunciantes dicen que no tienen suficiente diversidad.

Han dejado entrever que en RTVE podremos disfrutar algunos programas, como 'MasterChef', antes de su emisión normal en La 1.

Debemos distinguir. En un partido de fútbol, no puedes adelantar el final. Una serie sí podemos emitirla antes y lo hemos hecho con 'Ana Tramel' o con documentales que ya están en la red antes de que se emitan en continuo. Vamos a seguir haciéndolo, pero con 'MasterChef' solo lo vamos a hacer a posteriori. A priori ya hemos decidido que no puede ser, sería desvelar el final de cada capítulo.

Hablando de fútbol, ¿TVE a luchar por las grandes competiciones?

No sé si lo lograremos, pero vamos a salir a competir por el Mundial de Qatar. Televisión Española tiene que estar con la selección, la femenina y la masculina. Yo creo que es importante para este país. Otra cosa son las competiciones de clubes, pero la selección nacional tiene que estar con lo público y tiene que estar en abierto. Eso no quiere decir que Mediaset no tenga derecho a pujar. Claro que tienen legitimidad y, de hecho, lo hacen muy bien. Vamos a luchar, aunque no podamos pagar una barbaridad.

Pérez Tornero sigue anunciando grandes novedades entre sus planes más o menos inminentes, como lanzar «una unidad creativa y de desarrollo de programas y formatos dentro de TVE». «Eso no existe ahora. TVE y otras cadenas lo que hacen es comprar a las productoras. Nosotros queremos generar una especie de laboratorio de creación conjunta. Es decir, nos llega un guion, un guionista que no sabe cómo producir, y queremos ayudarle. O llega un productor con una idea visionaria y también le ayudamos con nuestros recursos. Queremos crear una especie de plataforma de ayuda de desarrollo a la producción de nuevos formatos, nuevas narrativas audiovisuales. De momento, vamos a crear una unidad pequeña, que se va a replicar en las autonomías. Las productoras también están invitadas».

Antes hablaba de la transparencia de los datos en Play. RTVE también tiene un portal de transparencia, pero a veces es un lugar oscuro. Hay cosas que aparecen y desaparecen o no son fáciles de encontrar. Imagino que la idea no es desorientar.

Normalmente no. Mi sueldo está ahí, por ejemplo. Está determinado por ley y no puedo cambiarlo. Igual que los de la alta dirección, que vienen determinados por la SEPI. Si las privadas publicaran los suyos, quedarían en un lugar más neutro seguro.

Los sueldos no se deciden en RTVE, pero usted sabe que a mucha gente le parece desproporcionado que cobre más que el presidente del Gobierno o que algunos directivos ganen más que un ministro.

Yo vengo de la universidad, donde mis compañeros cobran poquísimo, unos 20.000 euros al año, con suerte. Y un catedrático que lleva muchos años puede cobrar 60.000. Yo soy un neófito en este terreno, donde me he encontrado con otros sueldos, con otra dimensión. Sé que cuando intentamos fichar a alguien es muy difícil en el sector. Enseguida te dicen lo que va a cobrar uno, lo que va a cobrar otro y me quiero mover con cierta prudencia. No me gustaría que esto fuera la Champions. Yo no soy quién para decir nada de esto, pero creo que sí, que habrá que afrontar lo que uno cobra. Yo me siento un servidor público. No he venido a ganar dinero ni me interesa. Deberíamos responder de nuestros sueldos, como todo el mundo.

Hablando de fichajes y lo difícil que está el mercado, tuvieron el episodio ya pasado de Jesús Cintora y ahora acaban de fichar a Javier Ruiz. ¿Es necesario traer presentadores de fuera?

Yo tengo muy claro que no tenemos todo el talento capturado en nuestra empresa y que de vez en cuando, igual que contratamos a un actor para una serie de ficción, podemos contratar a un periodista. Y lo que estoy viendo es que hay muchos que no anteponen el sueldo y que están en las privadas, pero quieren trabajar en TVE porque este proyecto les interesa. También digo una cosa, salvo el caso de Cintora, del que ya no quiero hablar más, Javier Ruiz ha sido muy bien acogido porque lo ven un periodista constructivo y eficaz. Tenemos que acostumbrarnos a ser porosos. Lo nuestro es catalizar la creación y su contrato no es supercaro, en un programa con una producción de TVE, que es responsable editorial.

¿Hasta qué punto el presidente marca o vigila la línea editorial?

Yo tengo que asegurar que los periodistas trabajan con plena libertad. Un periodista de TVE debe cumplir con sus deberes profesionales y luego le tengo que dar libertad. También estoy seguro de que la redacción tiene que funcionar de un modo organizado. Toda esta articulación es complicada, pero tampoco me gusta ver a determinadas plataformas decir a los periodistas qué tienen que decir o cómo tienen que titular. Esto es un poco como la selección española. Todo el mundo tiene una alineación diferente, pero al final tiene que jugar alguien y tienes que poner un entrenador. Lo que necesitamos es una perspectiva y ahí la acumulación de procesos electorales no ayuda. Es cuestión de hacer avanzar la democracia. Me parece que podemos entrevistar al presidente del Gobierno cuando inaugura el curso y nadie nos puede acusar de eso, igual que podemos entrevistar al líder de la oposición, como hicimos hace unos días. Y las entrevistas tienen que ser igual de incómodas y de respetuosas.

Ahora mismo, los que parecen más enfadados son los de Podemos y Vox.

Nosotros no hemos excluido a ninguno de los líderes políticos. Yo voy a esperar un tiempo, porque un día alguien puede fallar un gol y luego colar siete. Un día te pillan en fuera de juego, que a lo mejor no lo es, pero en este debate no voy a responder caso por caso. Hay que analizar a medio y largo plazo. Confío mucho en estos periodistas y creo que también hay que hacer un cambio de cultura. El periodismo público debe hablar de cosas trascendentes. No vale debatir sobre un titular.

¿Se va a resolver el problema con los interinos?

Yo siempre digo que no se nos pueden ir los interinos porque llevan años y desde el punto de vista laboral no deberían ser interinos ya, sino que deberían ser fijos. Este año habrá unas 500 plazas y si no entran todos, una buena parte podrá.

También habrá gente que se eche las manos a la cabeza porque consideran que sobra gente en RTVE.

Hay que hacer las cuentas. Hay empresas que en los informativos solo tiene a seis personas y todo está externalizado. Habría que contarles los empleos indirectos. Nosotros tenemos unidades informativas en todas las provincias y en algunos pueblos. Tenemos que mantener una orquesta y atender un servicio de obligaciones institucionales. Y pese a todo, no vamos a tener números rojos ni este año ni creo que el siguiente. La perspectiva es que el tema del IVA va a ser favorable para nosotros y el escenario previsto es que no tengamos ya ni deuda. Tenemos que esperar que el conflicto con Hacienda se resuelva judicialmente y que nos devuelvan el IVA retenido con intereses de demora.