El patinazo de «Bailando con las estrellas», un formato que no seduce

Los espectadores, así pues, se preparaban para ver semana a semana a varios 'celebrities' subirse al escenario en este nuevo concurso, producido por Gestmusic y RTVE . Los cantantes Merche y David Bustamante; los actores Fernando Guillén Cuervo y Rossy de Palma; los deportistas olímpicos Gemma Mengual y Javier Hernanz; el diseñador Pelayo Díaz; la empresaria Amelia Bono; el televisivo Pablo Ibáñez, «El Hombre de Negro» de «El hormiguero», la 'influencer' Patry Jordán; el humorista Manu Sánchez y la bailarina Topacio Fresh eran confirmados como los concursantes de esta primera edición.

Sin embargo, los registros de audiencia no están siendo los esperados por TVE. Según los guarismos de Kantar Media, el organismo que mide las audiencias en España, el pasado martes, en la emisión de su primer programa, apenas enganchó a un 13,4% de la audiencia y a 1.765.000 espectadores. Más de un millón de personas menos de las que siguieron «Supervivientes» en Telecinco (2.941.000), que además marcó su máximo de temporada.

Lo cierto es que enfrentarse a «Supervivientes» ha sido uno de los grandes hándicaps con los que ha tenido que lidiar «Bailando con las estrellas». El formato de Mediaset ha resurgido , ha reforzado la apuesta de Telecinco por los realitys, y además ha contribuido a que el nuevo programa de La 1 no tenga el éxito deseado.

Esta semana, además, los guarismos del formato, que presentan Roberto Leal y Rocío Muñoz , volvieron a caer. Apenas superaron el millón y medio de espectadores –1.601.000–, quedándose en un 12% de 'share'. «Supervivientes», por su parte, marcó nuevo récord con 3.120.000 personas enganchadas al formato, un 22,8% del total de la audiencia.

Ni siquiera el momento de la expulsión de Topacio Fresh, la primera en abandonar el concurso, remontó el vuelo del formato de La 1. Tampoco el supuesto romance existente entre David Bustamante y la bailarina Yana Olina, pareja de baile en «Bailando con las estrellas» y que parecen serlo también en el mundo real. Parece que, al contrario de lo que le ha sucedido con «Operación Triunfo», a los espectadores no les seduce este 'remake' de «¡Mira quién baila!».