Con ocho no basta

Con ocho no basta

Atención estudiosos y seguidores de tendencias: ahora en Estados Unidos está de moda tener muchos hijos. Pero muchos, muchos, de seis para arriba o así. Angelina Jolie y Brad Pitt lo pusieron de moda y en distintos ambientes se considera un símbolo de status, por ... lo caro que es criarlos y mantenerlos.

Lo malo de las tendencias es cuando se las toma al pie de la letra quien no las puede pagar. Es el caso de Nadya Suleman, más conocida en la prensa americana como «octomom» desde que el pasado 26 de enero dio a luz a los famosos octillizos de California...cuando ya tenía seis hijos más, era madre soltera y vivía de sus padres y de la beneficencia. Todo ello en mitad de la crisis económica más brutal desde la Gran Depresión.

Pero Nadya Suleman afirmó siempre que algo se le ocurriría para sacar adelante a su camada. Y algo se le ha ocurrido, sí. Después de provocar el desahucio de su casa y de la de sus padres por no poder pagar la hipoteca -el abuelo de los octillizos y de sus seis hermanitos es iraquí y dice que está dispuesto a volver a su país a trabajar de taxista para mantener a la familia; la abuela dice que está dispuesta a saltar por el Gran Cañón del Colorado si tiene que cuidar a un nieto más-, la «octomom» ha dado el salto a la tele. Ha firmado con la productora británica Eyeworks para emitir un «reality show» sobre el día a día de sus hijos.

Seguidos 24 horas

¿Sin parar? Bueno, no. Suleman afirma que si permitiera que sus hijos fueran carne de cámara las 24 horas del día sentiría que se está «aprovechando» de ellos demasiado, quien sabe si encargando unos cuantos traumas adolescentes para el futuro. Con lo cual su propuesta es que salgan por la tele sólo momentos escogidos, por ejemplo la comunión de los niños, las incesantes fiestas de cumpleaños, la caída del primer diente ya ni se sabe de quién, etc.

Si el show tiene éxito se estudiará su extensión a Estados Unidos y está por ver si a más países. Por supuesto no faltan los que critiquen la decisión de la «octomom» de comerciar con su intimidad. Aunque pocos niegan la evidencia: para pagar las facturas, ¿qué alternativa le queda? Y más lejos llegó (con menos hijos) Jade Goody.

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