Máximo Pradera, el incansable polemista que cayó en el olvido

Hizo sus primeros pinitos en televisión alternando entre Telemadrid y TVE, escribiendo guiones para «Viaje con nosotros» (1988), «La noche se mueve» (1992-1993) y «El peor programa de la semana» (1993-1994), donde coincidió con El Gran Wyoming , y en 1990 ganó un Premio Ondas por fundar el equipo radiofónico LoQueYoTeDiga .

Comenzó a despuntar, sin embargo, frente a las cámaras, al presentar junto a Fernando Schwartz el magacín diario «Lo + plus», donde hizo gala de un ácido y sarcástico humor y por cuyo plató desfilaron en los seis años que permaneció al pie del cañón figuras reputadas de la cultura como el oscarizado actor Anthony Hopkins o el Nobel de literatura José Saramago .

Fue el Sardá de Antena 3, donde condujo el late night «Maldita la hora», que pretendía arrebatarle espectadores a «Crónicas Marcianas», aunque los pésimos índices de audiencia condenaron al programa al ostracismo y a su consecuente cancelación apenas unas semanas después de su estreno.

El bajo rendimiento del programa no terminó con sus ganas de triunfar en el medio catódico como sí lo hizo el reality «El primero de la clase», cuyo periplo constituye la última aventura de Máximo Pradera en televisión hasta 2017, cuando volvió al medio para participar en el talent de música clásica de La 2 «Clásicos y reverentes». Desde entonces, donde no escatima recursos es en escribir, ya sea de libro en libro –lleva cuatro– o de polémica en polémica, repartiendo a diestro y siniestro en los 280 caracteres de Twitter.

Aunque para controversia la que protagonizó con el periodista Antonio Naranjo, en una odisea judicial que, pese a perder en primera instancia porque en el auto quedó probado que Pradera amenazó al periodista – «Es la última vez que te ríes de mí o me tomas el pelo, soy más alto que tú y te voy a machacar» –, terminó ganando gracias, sobre todo, al testimonio decisivo de Julia Otero, en cuyo programa en «Julia en la onda» se produjo la «discrepancia verbal». En Twitter se refirió a la sentencia así: «Otra sentencia firme. Del Tribunal Supremo. Como la de Franco. A uno lo exhuman y a @AntonioRNaranjo lo despluman. Por bocazas».

Otra polémica más reciente se produjo tras el incendio de la catedral de Notre Dame, cuando a Máximo Pradera se le ocurrió desear en Twitter que el fuego se hubiese producido en La Almudena, en una broma de mal gusto que remataba con un «el destino es gilipollas».

Un polemista que, por porvocar, dispara hasta a Arturo Pérez-Reverte, cuya impresión sobre «Mientras dure la guerra» no ha parecido convencerle, llegando a calificar la opinión del escritor de «ridícula».