Mariló Montero: «Tengo un chip debajo de la piel que me inmuniza de los ataques»

«Es una nueva meta y por supuesto habrá muchas más», añade. «La edad tiene un valor para hacer mucho mejor tu carrera. Viejos son los objetos, no las personas, y viejos son los prejuicios de los profesionales que huyen de contratar a la gente..., no lo digo por mí, a la gente sabia que fue retirada injustamente de algunos medios, que tenían autoridad y poder de convocatoria y desgraciadamente no están en primera línea».

Mariló Montero es algo más que una suplente. «Mi compromiso es sustituir a Marta el tiempo de su baja maternal y copresentar con Risto, pero el líder del programa es él. Cuando falta, es verdad que luego tiene otros compromisos profesionales y Marta se queda sola. Yo también tendré que asumir el programa sola algunas veces».

En las promociones del programa, se bromeaba incluso con que Mariló podría 'levantarle' la silla a Risto. «Me encantó la idea, porque es un juego irónico. Me parece muy bien como broma, es muy atractiva, pero es solo una broma. Yo soy una fija discontinua en los medios de comunicación. Esto es lo que me toca hacer ahora. Poco a poco. Ya iremos viendo. En esta profesión siempre he tenido trabajo y lo sigo teniendo».

La presentadora reflexiona sobre las presiones políticas que ha vivido a lo largo del tiempo: «En España siempre ha habido presiones políticas y entiendo que será difícil que esto desaparezca. Los medios de comunicación, los privados pero fundamentalmente los públicos, no deberían caer nunca en manos de los políticos para que los utilicen para el adoctrinamiento social, como puede pasar ahora mismo en Televisión Española».

En su opinión, TVE es «una cuenta pendiente». «Mi sueño sería una cadena equilibrada, plural, absolutamente independiente. Y sobre todo, donde el trabajo del periodista, aunque tenga un puesto fijo, esa fijeza no le robe el espíritu de luchar por la verdad. El poder político es muy peligroso cuando no está vigilado. Para mí es un sueño, probablemente irrealizable, que TVE pueda ser real y absolutamente independiente. Yo tengo la esperanza, porque he trabajado ahí, de que los profesionales luchen por ser libres. Está es su mano».

Además de presentadora, Mariló Montero ha trabajado como guionista, directora, escritora, columnista, empresaria... ¿Cree que mucha gente la conoce solo de oídas y tiene una imagen equivocada? «No merece la pena invertir el tiempo en eso. Por mucho que una se venda o quiera explicar lo que es, los demás tienen la licencia y el derecho de hacer una proyección de la imagen errónea»

¿Por qué hay gente que la espera con la escopeta cargada ? «Supongo que será un divertimento. Mientras a ellos les haga felices, bienvenido sea. Tampoco me voy a detener para decir que no disparen. Que hagan lo que les dé la gana. Yo tengo un chip dentro de la piel que me inmuniza de cualquier tipo de ataque. Ya lo he sufrido a lo largo de mucho tiempo y eso generó mucho dolor, pero creo que lo manejé bastante bien. Ahora las críticas las veo como divertimentos y algoritmos para rentabilizar titulares. No le doy más importancia».

Uno de los momentos más duros fue cuando Pablo Iglesias escribió un comentario ofensivo, «La azotaría hasta que sangrara», que ella denunció y por el que el político pidió perdón después. «Fue algo bastante desgraciado, de lo que espero que alguien pudiera aprender y que no se vuelva a repetir, obviamente. No se puede perder el respeto entre profesionales y entre políticos y periodistas. El respeto tiene que ser mutuo. Y no se puede caer en esa bajeza, pero hay gente que no tiene ningún tipo de altura».

Aquello la pilló más fuerte, pero en el pasado llegó a necesitar ayuda para superar los momentos más bajos: «Las mejores ayudas me han venido porque yo recibía 'coaching' desde hace ya una década y Alfonso Medina , que es mi mentor, me ayudó muchísimo. Me parece muy recomendable ponerte en manos de profesionales de la psicología y la psiquiatría, donde ya interviene la medicación en caso necesario. Me hizo falta la evolución, desde el psicólogo al psiquiatra y luego, una vez fortalecida y con todo superado, hacerte la limpieza de las pastillas, que empezaban a contaminar el cuerpo e incluso minar la mente. Mi mejor decisión fue culminarlo con el 'coaching'».

Montero anima también a ano callarse «a todas aquellas personas que están sometidas en el trabajo y en su vida familiar, amorosa o personal». «Todo aquello que no sea correcto o que no esté bien, que sea ilegal, cuando haya abusos laborales, sociales, emocionales, hay que denunciarlo , porque hay leyes e instituciones que tienden su mano para ayudar a estas personas que están padeciendo cualquiera injusticia».

Después de conocer la televisión americana y la española, Mariló Montero confiesa que le gusta «muchísimo» la primera. «Me parece que trabajan de una forma apasionada y con años por delante. Pueden inspirarnos bastante, pero considero que en España hacemos muy buen trabajo y que tenemos muy buenos medios de comunicación, democráticos y variados».