La puñalada que un director le dio a Belén Rueda

Belén Rueda regresa al cine de terror y Natalia de Molina debuta como argentina en la película, pero han «hecho papeles muy complicados». Por suerte, ninguno de los directores con los que han trabajado las actrices no han usado ningún método «raro». «Lo que sí que me ha pasado es que hay veces que conectas con el director y le cuentas alguna cosa íntima, y cuando menos te lo esperas lo sueltan en mitad del rodaje. Te provoca una ira, un dolor...», contó Belén Rueda.

Sin embargo, el momento más terrorífico que ha vivido Belén Rueda con su hija fue cuando esta era pequeña. «No sé que manía tenemos los adultos de ponerles payasos. Pues a mi hija le pusimos en la pared una mantita de un payaso gigante. Un día cuando pensaba que se había dormido, le solté la manita para irme. Entonces se despertó gritando ' está ahí, está ahí '. En ese momento le quité el payaso de la pared», contó.

La película, que ha sido uno de los fenómenos de la temporada en Argentina, viene avalada por las dos Biznagas conseguidas en el pasado Festival de Málaga . «La rodamos integramente en Argentina», contó Belén Rueda. Grabaron en «un orfanato de niñas que se había utilizado durante una dictadura así que imagínate las atrocidades que se han hecho allí», comentó Natalia de Molina.

Pero ¿los sitios se quedan marcados por lo que se vive allí? Ninguna de las dos tiene duda. «Sí» , dijeron al unísono. «Nuestra profesión nos permite meternos en mundos en los que a lo mejor no te meterías. Eso, más la sugestión con la que ya íbamos... Pero que el orfanato tenían unas cuatro plantas, y a nadie se le ocurría estar en un sitio donde no correspondiera. Estaba todo el equipo juntito», comentó Belén Rueda.

Aprovechando el ambiente de terror, Pablo Motos cayó en que si los lugares se quedan marcados por lo que se ha vivido allí, quizá también le haya sucedido eso a la Moncloa. «No sé por qué me he ido a Moncloa. Eso quiere decir que ahí queda algo de Rajoy», comentó. Pedro Sánchez tiene que mudarse al tener el cargo de presidente de Gobierno, pero ¿se mudarían ellas? ¿dormirían el mismo colchón en el que Rajoy ha dormido? « Mínimo le daría la vuelta », contestó De Molina.

«La historia es una directora de teatro, Alma, que somete a cuatro actores al insomnio durante cuatro días», contó Belén Rueda. «No dormirás» narra los métodos de ensayo usados por un grupo de teatro de vanguardia para que las representaciones sean los más realistas posible, alcanzando un punto en el que los propios actores llegan a confundir lo que es verdad y lo que no. De hecho, no se les permite dormir hasta el estreno, en un insomnio forzado que, junto a los ensayos en un hospital psiquiátrico abandonado, pone a punto su percepción.