Hazte premium Hazte premium

Hechos reales

El calvario de la joven española durante su cautiverio en una secta peruana

Patricia Aguilar fue seducida por un gurú peruano y se fugó de su casa para reunirse con él

Alberto, el padre de Patricia Aguilar, lleva dos meses en Perú siguiendo la evolución de su hija TELECINCO

Play Televisión

Este miércoles se emitió en Telecinco un nuevo episodio de «Hechos reales», un programa presentado por Jordi González que formará parte de la programación del prime time veraniego del canal de Mediaset. En este formato, presente y pasado se darán cita en una entrega semanal que investigará los temas más relevantes de la actualidad y aportará nuevos datos que serán puestos en contexto y permitirán a los espectadores comprender mejor los detalles de cada acontecimiento.

El programa se adentró esta semana en el caso de Patricia Aguilar , la joven española captada por una secta de Perú. Un equipo de «Hechos reales» viajó hasta ese país para visitar la casa en la que vivía Patricia junto al gurú religioso y el resto de chicas que había reclutado. La casa tiene las ventanas tapadas con bolsas para que no entrase la luz, y los vecinos aseguraron que las peleas eran frecuentes y el gurú muy agresivo.

Cuando Patricia fue descubierta por la policía peruana estaba desnutrida y cuidaba de cuatro niños . Una de ellos, de apenas un mes, hijo de la española y de Félix Steven Manrique, el líder de la secta. Naomi es el nombre de la criatura, y ahora el padre de Patricia está empezando a digerir que también es abuelo. El programa desveló en exclusiva el informe psicólogico de la joven que demuestra el grado de abducción de Patricia y varios audios de whatsapp que la joven el envió a su familia durante su cautiverio.

La historia de Patricia Aguilar resulta difícil de creer. Desapareció de repente el 7 de enero del 2017 con 6000 euros que su padre tenía escondidos y puso rumbo a Perú. Un año antes había entrado en contacto por Facebook con un hombre que ofrecía ayuda a jóvenes que quisiesen escapar de su casa: «Soy como un roomate, pero follando», se anunciaba el peruano.

Al cabo de unos meses buscando a Patricia su padre decide viajar a Perú para dar con ella, pero no encuentra más que trabas y problemas. Eduardo, que así se llama el padre, tuvo incluso que pagar la gasolina de los coches de policía para que fuesen a la selva en la que se escondía el gurú. Los agentes peruanos que encontraron a Patricia atendieron por primera vez a un medio español y aseguraron seguir impactados por las condiciones en las que vivían: « No había luz, no había agua , no había limpieza...».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación