Gerardo Sánchez: «Salir en televisión es una droga, la gente se vuelve tonta»

El director de 'Días de cine' lamenta que TVE sea un arma arrojadiza entre los partidos políticos

Gerardo Sánchez, director de 'Días de cine' TVE

10/05/2021
Actualizado 13/05/2021 a las 19:14h.

Gerardo Sánchez confiesa que se aficionó al cine cuando su abuela lo colaba en el cine de Usera , todos los miércoles, hace más de medio siglo. «Lo recuerdo como si fuera hoy: preguntaba por el señor Montero, el encargado, que salía con su traje de Emil Jannings en 'El último', y veíamos las películas embobados. 'El libro de la selva', 'Asfalto húmedo', Cantinflas ... Si no me hubiese dedicado a esto, no tendría mayor significado, pero lo tiene». Aquella pasión encontró los primeros fundamentos algo más tarde, en el colegio San Juan Bautista, de Pozuelo, donde en 1972 les dieron un curso de lenguaje audiovisual y guion. «Lo pasaba bien, pero tampoco sabía la huella que tendría». Luego estudió Imagen en la Facultad de Ciencias de la Información y, antes de cumplir los 18, se fue a vendimiar para pagarse una cámara de Super 8.

El director de 'Días de cine' en TVE desde 2009 , cadena en la que empezó a trabajar en 1982, también admite que, además de trabajar 'en el cine', no pierde la esperanza de 'hacer cine'. «Quien diga que no es una aspiración miente. Cuando compré esa cámara con sangre, sudor y lágrimas, vendimiando en Toledo durante 40 días, pensaba que iba a renovar el lenguaje audiovisual. Hice cortos muy malos, otros menos. Era una época más complicada, quizá, o me faltó determinación. Me gustaba mucho leer, pero siempre pensé que no sería capaz de escribir un libro, pero sí de hacer una película. Me hubiese venido bien tener una estructura de producción como en el Hollywood clásico. Como no la había, no hice las pelis que mi imaginación dice que he hecho. No pasa nada. Tampoco me dediqué a hacer crítica al estilo convencional, cumpliendo el tópico. No lo descarto todavía, pero estoy tan liado... El trabajo quita mucho tiempo ».

Escandalizado por los Oscar

La conversación con Gerardo Sánchez tiene lugar poco después de la ceremonia de los Oscar, que le ha dejado tan insatisfecho como casi todas. «Es recurrente, desde la primera, que gana 'Alas' y no 'Amanecer', de Murnau ». Aquel año se llevó el muñeco Jannings, por cierto. El director de 'Días de cine' cita otras injusticias: Chaplin , Hitchcock ... hasta llegar a «este año tan extraño, que también tiene sus cosillas». « ¿Cómo pueden darle el premio al mejor guion original a 'Una joven prometedora'? Me escandaliza. La película está bien, pero el final la acredita como un mal guion directamente. Siempre ha habido tendencias, para contentar, y ahora también. Somos unos románticos y pensamos que los Oscar tienen un carácter artístico».

Sánchez no solo dirige 'Días de cine'. También da la cara, a su pesar. «Soy y he sido una persona discreta. No me gusta el protagonismo excesivo. Hay mucha vanidad en televisión y como lo veo, no quisiera caer. Antonio Gasset , por ejemplo, nunca quiso y se resistió a presentar el programa, porque también es muy tímido. Pero sus amigos Jesús Ortiz y Ramón Colom lo obligaron a presentarse voluntario. Lo hizo y pasó lo que pasó. A mí tampoco me gusta el protagonismo del periodista, aunque el signo de los tiempos es otro. Además, tengo miedo. He comprobado que salir en televisión es una droga y que la gente se vuelve tonta, está comprobado. Me gusta demasiado el cine para pensar que me puedo volver más tonto».

Audiencia

Sobre la cantidad de público que ve su programa, Sánchez explica: «Hay muchos gurús de la televisión y las audiencias, pero un factor fundamental es el horario, además de que luego el producto sea mejor o peor. Cuando se emitía a las diez de la noche, algunas semanas hacía un millón de espectadores . A las ocho y media de un viernes sería un milagro, como para interrumpir el Telediario. Pero nos ve bastante gente. Hace dos años me dijeron que éramos el programa cultural más visto en la web, con dos millones de usuarios únicos. Se ve que podría ser interesante, pero el 'prime time' es un escaparate de la calle Serrano y se cotiza mucho».

Gerardo Sánchez evoca los tiempos de José Luis Garci y '¡Qué grande es el cine!', que murieron. «Ahora a los gurús ver a unos tipos hablando de cine les parece veneno para la audiencia. Y sin embargo, la tele está llena de ruido banal que no dice nada. Con todo lo que se puede hablar de Kurosawa, Saura, Chaplin, Fernán Gómez, Neville... y prender esa llama en esta generación a la que se le impide el acceso, porque no hay sitios donde ver y escuchar. Somos una especie a extinguir porque no tiene continuidad. Creo que seríamos capaces de hablar sin pontificar, de transmitir la pasión sin aburrir, pero hoy las posibilidades de tener ese chiringuito son inversamente proporcionales a lo que sepas , tiene más relación con dar bien en pantalla».

Esperanza de cambio en TVE

«Es como el sueño americano. Existe, pero claro, es un sueño. Soy muy pesimista, porque creo que la televisión pública en España es un arma arrojadiza entre partidos . Lo digo de todos los partidos. Es sistemático. Se podría hacer una tesis doctoral. Funciona mejor o creen que les sirve más como arma que como herramienta de cohesión. Hay mucho terreno no necesariamente ideológico en el que se puede enseñar. Ha sido el año de Galdós . Antena 3 y Telecinco no lo van a hacer. Echo de menos decirle a la gente que Galdós es un tío muy importante, de un grupo muy selecto, con Tolstoi y dos o tres más. Y en cine igual, pero da terror y es un círculo vicioso, por las audiencias. Hay una espada de Damocles permanente. TVE es muy cara. Sí, la pagamos todos, como los diputados, los sindicatos, la Iglesia, la patronal... Pero cuesta muy poco comparado con un francés o un alemán. Yo quiero que me fiscalicen y exijan un buen producto, pero no están por la labor. Creo que no hay voluntad. Ojalá me equivoque».

Por otro lado, vivimos la paradoja de un acceso infinitamente mayor a todo tipo de contenidos, incluidas las películas de los clásicos: «Lo he pensado mucho. Nunca ha habido tanto acceso a todo, pero yo conocía muchas películas leyendo primero en libros. Antes de ver 'Los amantes crucificados' o 'Ladrón de bicicletas' ya estaba fascinado. Ahora hay un exceso de oferta, sin poder sistematizar la demanda. Por eso puede ser necesario un programa como el nuestro, que pueda enseñar. Porque no hay que asustarse de Bergman. Si lo disfrutamos vamos a ser mejores personas . No hay que tener miedo de ver 'Los siete samuráis', porque cuando veas 'La guerra de las galaxias', la vas a disfrutar mucho más. Hay tantísima oferta sin que la gente joven esté orientada, que hay toda una labor por hacer».

Series de televisión

El director de 'Días de cine' también ve muchas series, que tienen una ventaja sobre el cine. «Las salas han desaparecido de muchos sitios. En mi pueblo no hay cines. Las series son la punta de lanza de la oferta televisiva, que ha evolucionado al 'streaming'. Las puedo ver yo y alguien de cualquier pueblo con Netflix y eso nos hace iguales. Luego, las hay de lo más convencional a lo más arriesgado y de calidad. En los años 50, solo hacía televisión Hitchcock y en los 60, gente como Peckinpah, McQueen y Clint Eastwood pasaban de la tele al medio noble, mientras que hoy mucha gente pasa de uno a otro con naturalidad. No veo esa competencia, aunque sí algún prejuicio de las partes, gente que solo consume cine y al revés. Erich von Stroheim habría disfrutado haciendo siete horas de 'Avaricia' montadas en HBO ».

Gerardo Sánchez asegura que algunas películas, como '2001', las ha visto más de cincuenta veces en el cine . En su lista de imprescindibles cita 'El hombre tranquilo', 'Luces de la ciudad' y 'Amanecer', pero «¿para qué elegir si las puedes tener todas?». Entre las series tampoco se aleja de los clásicos: 'Los Soprano', 'The wire', 'Mad men'... «La estoy volviendo a ver y me he dado cuenta de que ya tiene 14 años. Y me está gustando más». También echa pestes –más que justificables– de 'Ratched', que dejó de ver, mientras que jamás se ha salido de un cine. «Dormirme lo he hecho a veces, porque no te das cuenta».

Fobias no tiene. «Procuro no tenerlas, a mi edad. Como todos, he pasado por años jóvenes con prejuicios, que solo te convierten en más tonto de lo que eres . No me gusta tanto como a todos Sergio Leone» , admite. «Me ponen a parir, pero me parece torpe 'Érase una vez en América'. En su día recuerdo no haber ido a ver, porque me daba urticaria, 'Fiebre del sábado noche', y luego ves que es un peliculón, como 'Oficial y caballero' y 'Los fabulosos Baker boys'».

Nostalgia

Es difícil ser un cinéfilo y no dejarse vencer por la nostalgia: «El carácter lo forja la educación sentimental. Es irremediable. Detesto ver películas modernas dobladas pero puedo ver 'Horizontes de grandeza' con el doblaje original porque es lo que yo vi. Es como leer 'La isla del tesoro'. Son cosas que hemos disfrutado en esa época de plenitud, con la mente abierta a todo. Te impresiona y quieres ser Freddie Bartholomew en 'Capitanes intrépidos'. Añoro cuando iba a la Filmoteca, sin prisas. No va a volver, pero lo he disfrutado. Es un recuerdo placebo, casi. Me acuerdo de haber visto allí 'Horizontes de grandeza', llena de gente joven, y acabar la proyección y romper todos a aplaudir. Lo recuerdo como un día fascinante».

¿Deberían hacer las televisiones públicas esa labor, que quizá no se hace en los colegios? «Tienes que poner esas películas, porque se van a quedar enganchados. Las clásicas de La 2 funcionan muy bien. En La 1 las verían tres millones de personas. Es una gota en el océano, comparado con ciclos de los 80 , pero mucha gente todavía me dice: soy cinéfilo por los ciclos. Gente que no tenía Filmoteca, de otros sitios». «'El gran dictador' la vio una media de un millón, en La 2. Salió en los periódicos. Es Chaplin. Es universal. Con 'El chico', que es muda, se quedan clavados. No hay gurú de la tele que invente un producto como ese» .