'Friends', en cifras: de 22.500 dólares por capítulo en 1994 a 2,5 millones por un reencuentro

En un sofá, como habían hecho años antes los protagonistas de 'Friends', también se sentaban habitualmente los científicos de 'The Big Bang Theory' , que obtuvieron renovaciones millonarias por parte de CBS. El ejemplo de 'Friends' fue determinante para el suculento acuerdo económico en la comedia científica, que reportó a cada personaje principal un millón de dólares por episodio. El salario de los protagonistas, sin embargo, se vio reducido en solidaridad con las actrices secundarias de 'The Big Bang Theory', Mayim Bialik y Melissa Rauch, quienes cobraban una cantidad cinco veces menor: 200.000 dólares.

En el libro 'Negociar lo imposible' , el profesor de Harvard Deepak Malhotra narra cómo la productora de 'Friends' comenzó negociando cada sueldo de forma individual con sus protagonistas, una estrategia que no gustó a los actores ya que en la serie de NBC nunca un personaje fue más relevante que otro. «Lo que hacía especial a 'Friends' era que había seis protagonistas con el mismo tiempo en pantalla. Esto los hacía igual de importantes a todos. Y también podía hacerles, desde la perspectiva de una negociación, igual de prescindibles», dice Malhotra en su análisis del caso.

Fue David Schwimmer (Ross) quien propuso a sus compañeros acordar su salario en bloque. En la tercera temporada de la serie el actor y Jennifer Anniston (Rachel) decidieron reducir sus ingresos para que sus compañeros obtuvieran una mejora en sus condiciones. La estrategia millonaria culminó en la décima temporada, en la que cada uno de los protagonistas obtuvo un millón por episodio, muy por encima de los 22.500 dólares que el elenco cobró en cada capítulo de la primera tanda.

El acuerdo de los protagonistas de 'Friends' fue má allá. Tras el final de la serie, sus actores siguen obteniendo hoy un 2% de los beneficios que la comedia genere de por vida a Warner Bros a cuenta de sus reposiciones en otras cadenas o plataformas. Dicho porcentaje, según los últimos datos disponibles, reporta a cada uno de los actores 20 millones de dólares anuales diecisiete años después del final de la serie. A estas cifras hay que añadir los ingresos percibidos por la grabación del especial que desde este jueves puede verse en HBO y que, según estimó la publicación especializada 'Variety', ascienden a 2,5 millones de dólares para cada uno de los protagonistas.

'Friends' lleva años siendo un producto suculento para cadenas y compañías de streaming. La entrada de la serie en el catálogo de Netflix, de hecho, revitalizó a la ficción neoyorquina volviendo a poner al sexteto de moda entre los más jóvenes. Netflix pagó cien millones de dólares solo por los derechos de emisión en EE.UU., dinero al que se sumó el empujón para el merchandising que la nueva vida de la serie en la plataforma americana proporcionó a sus responsables. El reencuentro de 'Friends', de hecho, ha vuelto a dar lugar a colecciones de ropa y menaje con el logotipo de la sitcom, que incluso tiene registrada la marca 'Central Perk Café' para abrir en algún momento una cadena de cafeterías.

Apunta el periodista especializado Adam Epstein que 'Friends: The Reunion' no es más que una estrategia publicitaria de HBO Max para atraer a su plataforma a nuevos fanáticos de 'Friends'. Lo cierto es que la increíble rentabilidad ha convertido a la serie en el mayor atractivo de una compañía que, aunque cuenta en su catálogo con joyas como 'Juego de Tronos', ha confiado parte de su éxito a los visionados que obtenga con la ficción noventera de NBC.

El éxito de la ficción así como las expectativas puestas en 'Friends: The Reunion' han beneficiado también a grandes rostros de los noventa gracias a la estrategia de la nostalgia que han seguido otros servicios de streaming: algunos ejemplos son 'Padres forzosos', en Netflix; 'Salvados por la campana', en NBCUniversal; o 'Punky Brewster', en Peacock. Los actores que durante diez años representaron las populares vidas de Chandler Bing, Phoebe Buffay, Monica Geller, Ross Geller, Rachel Green y Joey Tribbiani se han negado en multitud de ocasiones a poner en marcha una secuela de la sitcom y lo cierto es que, dado el beneficio que a día de hoy siguen obteniendo de su particular gallina de los huevos de oro, no tienen ninguna necesidad de hacerlo.