First Dates
La repulsiva situación vivida durante una cita: «Poco más y vomito»
Carlos eructó sin cortarse en la misma cara de su pareja, a quien le pareció algo «muy vergonzoso»
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Rompió el hielo este miércoles en «First Dates» Lorenzo, un italiano de 30 años que trabaja en Ibiza como profesor de yoga. «No me he enamorado muchas veces», reconoció, «pero me persiguen muchas chicas ». Dijo buscar a una persona «generosa y sincera, ... pero también me fijo en la parte física, como todos los hombres».
Con un vestido blanco de novia hippie apareció Chelsea, una masajista de 26 años que vive en Mallorca. «Mis amigas dicen que siempre estoy llorando », contó en su presentación, «soy muy empática, pero también muy loca y viajo sola y me gusta conocer gente...Soy una mujer del mundo». Esta sudafricana que lleva una década en España se burló de sí misma diciendo que le suelen « gustar los chicos feos ». Lo primero que le gustó a ella de Lorenzo es que hiciese «cosas de energías y esté en contacto con la naturaleza».
La charla fue entretenida y se cayeron simpáticos desde el primer momento. «Al principio las energías estaban descolocadas , pero luego hicimos click y todo fue mejor», contó ella. A ambos les gustaban mucho los viajes y hablaron sobre sus próximos destinos y los lugares que ya habían visitado. No obstante, surgió un pequeño desencuentro cuando ella contó en qué consistía su trabajo. «A cualquiera le molestaría tener una novia que se vaya a barcos a masajear a ricos », dijo el italiano en el confesionario. Pese a ello, al final decidieron darse una segunda oportunidad y seguir conociéndose.
Para la segunda cena de la noche llegó en primer lugar Ángel, un madrileño de 18 años que contó en su presentación que le encantaba que « la gente me pare por la calle y me pregunte de dónde es ese pantalón que llevo, o la riñonera o la camisa, porque eso significa que se fijan en mí y que soy influencer ». Se definió a sí mismo como alguien «único y extrovertido, y soy el rey de las tarimas de todas las discotecas».
Le contó a Sobera que Instagram es algo muy importante en su vida. «Subo vídeos diciendo ahora me voy de fiesta, ahora voy de compras o me tomo un café con mis padres, me he puesto esta crema...», explicó. Reconoció que nunca había tenido una cita y que esperaba encontrar en «First Dates» a una pareja más o menos estable.
Su pareja fue Carlos, un camarero sevillano de 18 años que se presentó diciendo que le encantaba «llamar la atención y ser el centro de todo. La gente tiene que estar pendiente de mí». En su tiempo libre, explicó, le gustaba «estar con las redes sociales». Su objetivo en el programa era « buscar el verdadero amor , no algo para dos meses».
La primera impresión fue buena y en la conversación salió al poco de empezar cuál era el objetivo vital de ambos: convertirse en influencers. «Es mi sueño en la vida», dijo el sevillano, a quien le gustó mucho que Ángel tuviese sus mismos intereses. Pasaron luego a hablar sobre sus proyectos vitales y planes de futuro.
«Yo quiero vivir en Francia porque hablo tres idiomas», le contó Ángel. Eso le gustó mucho a Carlos, pues « mi prototipo de chico es alguien masculino y lo más pijo posible». En medio de la conversación, Carlos se tiró un fortísimo eructo en la cara de su pareja. «Me ha parecido muy vergonzoso», contó el madrileño, «porque estábamos comiendo y nos está viendo todo el mundo . Se lo ha tirado en mi cara. Poco más y vomito».
Desde ese momento la cita fue de mal en peor y al final ninguno de los dos quiso tener una segunda cita.
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