First Dates
Rechaza a su pareja tras haberla besado: «Me pareces bastante jovencita todavía»
Randy y Margot congeniaron durante la cena y acabaron besándose, aunque al final él se echó para atrás
Margot se llevó un buen palo cuando oyó la respuesta de Randy
La solterada española apura los últimos días de 2017 para comerse las uvas en compañía. «First Dates» no se toma un descanso en Navidades y siguen afluyendo las masas de solitarios al restaurante de Sobera. La noche de este miércoles estuvo repleta de ... repetidores en busca de una segunda oportunidad .
La primera persona en saludar a Sobera fue Esther, una mujer de cincuenta años que llegó en compañía de su hija , haciendo las veces de asesora, con la intención de revertir su prolongada soledad. Frente a ella Angelo, un caballero italiano que a sus sesenta años conservaba una juvenil lozanía enfundada en su impecable esmoquin. La cita fue sobre ruedas y pronto salieron a la luz las muchas complicidades que existían entre los dos . Casi al finalizar, Esther se levantó de la mesa para, disimuladamente, hablar con su hija para pedirle el visto bueno, que obtuvo. Así pues, a los pocos minutos Esther y Angelo salían del plató de la mano y con la perspectiva de una próxima segunda cita .
Pronto empezaron a llover personajes, que es lo que el espectador espera de «First Dates» . Margot, una tierna muchachita de 21 años, ya experimentada en el programa, se presentó, directamente, como una « amante de todo lo tétrico y tenebroso: velas negras, imágenes de vírgene s, calaveras...aunque luego soy una miedica». Otro repetidor, Andy, un rockero melenudo «un poco rollo Batman» fue la pareja que le cayó en suerte a la catalana.
Los dos p arecían hechos el uno para el otro , muy especialmente por su gran afición por la música en directo. Las cosas fueron caldeándose, pasando pronto a hablar de sexo y de los gustos de cada uno. Todo indicaba que el «sí quiero» iba a ser mutuo, y hasta acabaron besándose apasionadamente mientras bailaban en una sala contigua al comedor.
Llegó el momento crucial de la decisión final, y las cosas tomaron un cariz que Margot no sospechaba . Después de una cena cordial, una conversación agradable y un beso en los labios de postre, Randy pareció encontrar una objeción al romance en los 21 años de su pareja , seis menos que los que él contaba. «Eres demasiado jovencita todavía», le soltó cuando le preguntaron si quería una segunda cita. La muchacha se quedó descolocada y salió del plató resignada a pasar otra Nochevieja sin pareja.
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