Dustin Hoffman se suma al éxodo de Hollywood a la televisión

PEDRO RODRÍGUEZ CORRESPONSAL

WASHINGTON. Hubo un tiempo en que la aristocracia de Hollywood pensaba que la televisión era una liga regional bastante por debajo de sus méritos estelares. Pero de un tiempo a esta parte se suceden los grandes actores de la industria del cine ... que deciden probar fortuna en la pequeña pantalla. Un significativo éxodo de talento al que acaba de sumarse Dustin Hoffman, con todo su ilustre bagaje de dos oscars.

Para este salto, Hoffman se ha dejado tentar por HBO, el gigante de la televisión de pago en EE.UU. especializado en series de máximo éxito. El proyecto en cuestión se titula «Luck» («Suerte») y gira en torno a las carreras de caballos y las apuestas. Hoffman interpretará el papel de Ace Berstein, un hombre mayor, intuitivo y jugador empedernido que recobra la libertad tras cuatro años entre rejas. El rodaje empezará este mismo mes en Los Ángeles, con planes para su estreno a principios del año que viene.

Los responsables de esta serie -Michael Mann («Corrupción en Miami») y David Milch («Policías de Nueva York»)- han confirmado también la participación de Dennis Farina y John Ortiz. El primero hará de chofer y compinche de Dustin Hoffman y el segundo de un entrenador de caballos de sórdida reputación. Pero con diferencia, el gran golpe de efecto ha sido el fichaje de Dustin Hoffman, la veterana estrella de Hollywood de 72 años.

Novato en series

A lo largo de toda su reconocida carrera artística, el protagonista de «El graduado» nunca se ha prestado a protagonizar una serie de televisión. Aunque en 1986 se hizo acreedor a un Emmy por una versión para la pequeña pantalla de «Muerte de un viajante» de Arthur Miller. Pero dentro de la siempre peculiar lógica de Hollywood, la experiencia televisiva parece presentar cada vez más un mayor atractivo con sueldos fijos, rodajes más cómodos y hasta una forma efectiva de reavivar carreras.

Para las actrices de Hollywood, la opción televisiva resultaría especialmente interesante. Como ha demostrado Glenn Close al interpretar a la abogada sin muchos escrúpulos en «Daños y perjuicios». Éxito que amplifica el reproche de las profesionales de la gran pantalla sobre los problemas de Hollywood a la hora de crear papeles interesantes para mujeres de cierta edad.

Dentro de esta visible migración de talento también se cita como factor que los mejores guiones en estos momentos son escritos para series de televisión. Mientras que el cine sigue apostando sobre seguro con versiones de clásicos, fórmulas repetidas por capítulos o incluso largometrajes inspirados directamente en series de televisión tan populares como «Sexo en Nueva York».

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