La 'rajada' de Ramón García contra las cotillas que critican a sus invitadas: «Muéranse solas de asco»

Ramón García se sentaba junto a una señora de 84 años a la que le preguntaba por qué le molestaba el «qué dirán». «Es que la gente es muy mala», empezaba diciendo la mujer en el plató de ' En compañía ' que reconocía que hablaban mal de ella porque había ido al programa de Castilla-La Mancha «a buscar una pareja». «Y, ¿qué hay de malo?», le preguntaba el presentador, mientras que la mujer le indicaba apenada que nada pero que para muchas sí.

Entonces, Ramón García estalló y mandó un contundente mensaje a todas esas personas que se metían en la vida de los demás. «Pues, para las tontas del culo que piensan eso: ¿de verdad que hay señoras que critican a otras por venir aquí? Hay que ser atrasada, hay que ser retorcida, hay que ser retrógrada, hay que ser idiota, hay que ser imbécil... para meterse con otra porque viene a ser feliz», decía el presentador mientras se tomaba una pausa.

La invitada le comentaba a Ramón García en ' En compañía' que muchas de esas vecinas eran «viudas» como ella. «Pues, entonces son muy idiotas porque están pasando por la misma soledad y se meten con alguien que viene a solucionarlo», le respondía el presentador que proseguía con su feroz ataque: «Así les va: amargadas, arrinconadas por sus familias, solas en su casa... ¿Qué les queda de entretenimiento? Meterse con las demás. Vergüenza les tenía que dar con la edad que tienen», aseveraba el periodista ante las cámaras de Castilla-La Mancha Televisión.

Pero, la crítica no quedó ahí y Ramón García todavía tenía más estopa que repartir. «Son ustedes unas comadrejas, quédense en sus casas pero no se metan con las demás y muéranse solas de asco, pero dejen a las demás ser felices», espetaba el presentador de 'En compañía'.

Por último, el periodista recordó a las parejas que se habían formado en el programa de Castilla-La Mancha Televisión y les recomendaba a las personas que criticaban a sus invitados que hablasen con ellos para que estas les contasen cómo les había cambiado la vida.

«Pero en eso no se paran, se paran en la mierda en la que viven ustedes, que es una vida de mierda, pues sigan revolviéndose como gorrinas que son en su propia mierda pero dejen a las demás mujeres ser felices. No interrumpan la felicidad de otras personas a las que las cohiben por su mezquindad, por su mala forma de ser, por su mala educación, déjenlas vivir en paz», concluyó Ramón García antes de continuar con el programa y con su invitada.