Rosa López estalla tras las burlas hacia su dieta vegana: «Me jode que opinen sobre mi filosofía»

«Soy fantástico, soy maravilloso », contó el anfitrión en su presentación, «soy el más grande del mundo. Tengo tantos éxitos acumulados...». Francisco es un hombre de hechura clásica, y con un clásico de Marilyn Monroe, «Con faldas y a lo loco», quiso titular el entrante de su menú: unos calamares con brandy y cebolla pochada. Con este plato el anfitrión quiso empezar fuerte sorprendiendo a los comensales usando la receta que le dio su mujer, Paca.

También tuvo en cuenta la dieta vegana de Rosa López, aunque tampoco se estrujó mucho los sesos y le preparó una simple ensalada de lechuga y tomate . Su plato principal lo tituló «Cañas y barro» en homenaje a la novela del escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez. La receta consistía en una merluza fresca servida sobre una cama de patatas pochadas y cubierta con una capa de cebolla caramelizada. «Espero que Rosa pruebe al menos la merluza », dijo el cocinero, aunque la aludida se quejó de que tenía «cero información sobre el mundo vegano».

Como broche final sirvió un postre que bautizó como «Mi casa», una creación original de Francisco a base de galleta molida, yogur de mango y fresas. La primera en llegar fue Laura Motomoros, que reconoció que se llevó «una grata sorpresa al llegar al cóctel, lo que me faltó el otro día en la cena de Rosa».

Lo que le extrañó a la invitada fue ver un huevo duro entre los embutidos , y supuso que sería para Rosa López. Francisco no lo afirmó abiertamente, y Matamoros dijo que le había faltado valor para reconocerlo. «Espero que coma huevo, porque si no lo va a pasar muy mal », dijo el anfitrión con cierta malicia.

Poco después apareció Raquel Mosquera , a quien también le gustó mucho el recibimiento de Francisco. El tercero en llegar fue Aless Gibaja, a quien también le chocó ver un huevo duro e interpretó que sería para Rosa. « ¿No os sentó muy mal la cena de Rosa? », preguntó el recién llegado, «¿no fuisteis mucho al baño?». Todos coincidieron en que no les había gustado la cena servida por la cantante.

Por fin llegó la aludida, que vio que el cóctel consistía en embutidos y un triste huevo duro para ella. «Me da la sensación de que yo tengo que empatizar con todo el mundo, pero el resto no empatiza conmigo », lamentó Rosa. Probó un poco de queso «por educación» mientras aguantaba las críticas de sus compañeros . «A Rosa no le gusta nada», la increpaba el anfitrión.

López, visiblemente enfadada, dijo que le «jodía mucho que opinen sobre mi filosofía de vida y además sin tener la mente abierta». Tras el cóctel pasaron al interior de la casa, que Mosquera y Matamoros juzgaron muy «tradicional» y que «debería modernizarse» . Empezaron a hablar sobre la carrera musical de Francisco y escucharon algunas de sus canciones.

Llegó el primer plato y Rosa dijo que ese plato no estaba «pensado para una vegana» . Pronto apareció el anfitrión con la ensalada para Rosa, que ella agradeció, aunque la juzgó demasiado simple. Pese a este incidente, la conversación fue más o menos agradable y charlaron principalmente sobre música.

La noche transcurrió animadamente y culminó con una actuación de Francisco en el jardín de su casa. Llegó e l momento de las puntuaciones y Laura Motomoros le puso un 6, Rosa otro 6, Raquel un 7 y Aless Gibaja un 7. En total, suma 26 puntos y se pone en cabeza de la clasificación.