La decisión más difícil de Pastora Soler

«Málaga fue incluso más doloroso que Sevilla», confiesa la cantante. Pastora era consciente de que estaba perdiendo la voz, de que no quería seguir cantando. Ante tanto dolor, la cantante solo pudo refugiarse en el camerino. «Fue muy difícil verla tirada en el suelo diciendo ‘ yo no canto más , yo no canto más’», dice el hermano. «Me metí debajo de la mesa porque yo era como si pudiera desaparecer. Era demasiado dolor», cuenta con los ojos llorosos. «Cerré los ojos, me vistieron, me metí en el coche y uf… No abrí los ojos hasta que no llegué al hotel». Quien dio la cara ante el público y mostró el respeto que la cantante le tiene a sus seguidores fue su marido, el coreógrafo Francis Viñolo . «Me vistieron, me metí en el coche y uf… No quería saber nada de nadie», dice la sevillana emocionada. Fue después de esto cuando Pastora tuvo que afrontar la decisión más difícil de su vida: abandonar su pasión, la música. Lo hizo a través de Twitter. «Lo escribí y lo mandé. No he estado más segura de una decisión en mi vida».

La cantante dejó de lado los escenarios durante dos años. Ahora, Pastora Soler ha vuelto al mundo de la canción con nuevo trabajo y abre las puertas de su casa en la localidad sevillana de Coria del Río a Bertín Osborne para hacer frente al incidente en el Teatro Cervantes (a dónde volverá el próximo 8 de diciembre y, a falta de tres semanas, ya están todas las entradas vendidas).

Pastora Soler también ha hecho un repaso a su carrera profesional. Empezó en el mundo de la copla siendo una niña de la mano de Luis Sanz, el productor de artistas como Rocío Jurado, Lola Flores y Rocío Dúrcal. Pero sus grandes éxitos llegaron con la música pop, que supo combinar con sus raíces andaluzas. «Lo pasé mal cuando dije que no quería hacer más copla», cuenta la cantante. Fue entonces cuando aparecieron éxitos como «Corazón congelado» o «Deseo» , que le llevaron a conseguir dos discos de oro y dos de platino. «Tras esto me di cuenta de que no quería ser artista de canción de verano, que quería cantar sobre dramas de amoríos, pero llevamos a mi época. Así que pedí mi carta de libertad y me la dieron», cuenta ante un Bertín sorprendido.

El momento clave en su carrera llegó con su participación en 2012 en el Festival de Eurovisión . «Fue mi hermano quien me dijo que le habían llamado para proponerle que fuese a Eurovisión», recuerda la cantante. «Pero me dijo inmediatamente que no», matiza el hermano. Sin embargo, la sevillana siguió pensando en la propuesta. «Lo hablé con amigos que tengo en esta industria, como Rafa Cano –locutor de Cadena Dial– y fue de los que me dijo que no», comenta. Finalmente, decidió afrontar ese reto, pero quería encontrar la canción indicada . «Tiré de amigos como Bisbal o Malú para hacer campaña para que voten ‘Quédate conmigo’», dice entre risas la cantante, que tenía muy claro que no iba a ganar esta competición. «Estaba Loreen y su ‘Euphoria’», recuerda. Una vivencia que Pastora recuerda con mucho cariño, pero «no volvería a ir a Eurovisión».

Para recordar esta experiencia, Pastora y Bertín recibieron en «Mi casa es la tuya» la visita de otras cuatro participantes españolas del Festival de Eurovisión: Massiel , Remedios Amaya , Rosa López y Soraya Arnelas , con quienes compartieron y desgranaron sus respectivas experiencias en el certamen musical. Explicaron qué sintieron al ganar, en el caso de Massiel, o al quedar última, como le ocurrió a Remedios Amaya.