Los cantantes ocultos que guían «La Voz»

José María Sepúlveda, otro de los veteranos «vocal coach» del concurso, cuenta que su trabajo empieza incluso antes de los ensayos con los jueces en plató, en las «salas de vocal», donde trabajan con ellos de forma individual. «Calentamos voces, pasamos las canciones con ellos y nos preparamos para hacer el ensayo en el plató con los músicos», explica sobre su día a día con el equipo Paulina. Pero esta labor de asesoramiento a veces se extiende más allá de las breves sesiones semanales. «Yo soy muy pesada, estamos en comunicación por Whatsapp, llamadas, videollamadas… ¡Tienen que estar de mí hasta las narices!», cuenta entre risas Stella Franti, que trabajo con el equipo de Pablo López. «Cuando estamos aquí no tenemos siempre todo el tiempo que nos gustaría. La tele va muy rápido y a veces solo tienes 15 o 20 minutos con cada uno, así que vienen con mucho trabajo de casa hecho», añade. «Luego hay gente que no acepta tanta información. El que se deja ayudar mejora mucho y es muy gratificante ver que se dan su momento», subraya Alicia Araque, ayudante del «Equipo Orozco».

En este mano a mano para pulir a los diamantes en bruto que llegan a la voz, es importante que la relación con el juez sea estrecha y cercana. «Somos quienes más los conocemos, hacemos incluso los casting con ellos. Los preparamos tan bien que se llevan una imagen y luego no son tanto y se lo tienes que explicar. Nos echamos muchos pulsos, siempre bien, eso sí. No estamos solo para decir "sí, señor coach"», afirma Sepúlveda.

¿Y como se prepara uno para ser "vocal coach"? «Tenemos que saber de canto, ser músicos, e incluso tener conocimientos de psicología y parapsicología» , bromea Sepúlveda. «Para mí lo más complicado de ser un vocal es elegir la canción perfecta, que ensalce sus virtudes en cuanto a estilo, tono, forma de cantar… y tenga en cuenta la cultura del país. Hay que pensar en la canción perfecta también para un público que tiene que disfrutar en casa», puntualiza Araque. De hecho, cuentan los jueces, las ediciones son como “cosechas” : algunas son más flamencas, otras más soul… Varían con los años», admiten.

Los cuatro expertos en canto coinciden en que si nos las voces de los adultos y los niños nos dejan boquiabiertos, la edición senior, para mayores de 60 años, será «la sorpresa del año ». «Los mayores, como los niños, vienen a cantar y a echar un buen rato. Son vidas largas con muchas cosas que contar, es como si se cerrase un círculo», recuerda Araque. «Es increíble que siga funcionando. Aún hay cantera sin descubrir», afirma.