Televidente
De 'First dates' a 'Pantomima full': no es tan fácil no hacer el rídiculo
«Es muy fácil reírse del programa de Carlos Sobera, no tanto aceptar que hay algo de nosotros en esas citas. Porque el amor es una cosa ridícula vista desde fuera, y esto es una verdad que solo se puede negar con el orgullo»
‘First dates’ contra la leyenda: los secretos que esconde tras su éxito
Juan, un conductor de ambulancias de cuarenta y ocho años, divorciado, se sentó ante las cámaras y dijo: «Soy tonto, porque me enamoro». La frase es de una ternura que no cabe en televisión. Antes, Sofía (21) le propuso a su novio un tatuaje con ... la fecha en la que se habían conocido: 11 del 11. «Sí, quiero», le respondió el otro, pura intensidad. ‘First dates’ cumplió el lunes siete años que parecen cincuenta, como en los perros, y lo celebró juntando a viejas glorias con nuevas promesas. Era todo muy sentimental, muy buenrollero, muy soplavelas. Por lo visto, han nacido nueve bebés gracias al programa: gestación ‘mainstream’. Ya el martes llegó Nuria (69) para arreglar los datos de audiencia. «Como no cojan un taladrador de esos, yo creo que soy virgen otra vez… No me entra ni un lápiz», confesó la mujer. Carlos Sobera , el soberano del amor (perdón), le contó a Lucía Cabanelas que le sigue sorprendiendo que circule por ahí esa leyenda urbana de que las parejas que graban son actores. «La gente no acepta la realidad que le rodea y necesita buscar una excusa, una coartada. No se creen que haya gente así. Pues señor, señora, son así, le guste o no le guste. Esta es la España que tenemos». Un día, por cierto, se presentó Leticia Sabater al casting. Qué ancho es este país.
Es muy fácil reírse de ‘First dates’, no tanto aceptar que hay algo de nosotros en esas citas. El amor, lo sabe Juan, es una cosa ridícula vista desde fuera, y esto es una verdad que solo se puede negar con el orgullo. Ocurre algo similar con ‘ Pantomima full ’. Hace dos semanas publicaron un vídeo sobre esos jóvenes que se juntan para jubilarse de la vida, de la felicidad. «Al final lo de las relaciones es encontrar a alguien que te cuadre. Y nada, nos aguantamos. De eso va». Lo titularon ‘Conformista’, un monumento al humor, una sátira de medio mundo. La gracia se viralizó rápido y pronto llegaron las columnas cachondas con superioridad moral hedonista: la del yo nunca sería. Esa España divertida enmudeció el viernes, cuando el dúo cómico volvió a la carga, esta vez contra los cuarentones que se dan un tiempo para exprimir un poco más la noche. El díptico es perfecto, y me recuerda a algo que una amiga le soltó a un amigo, con esa crueldad que da el cariño: «¿Puedes dejar de ser tan ‘Pantomima full’?». Pues no es tan fácil.
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