¿Bote inminente? La teoría que pone fecha al gran premio de 'Pasapalabra'

El principal inconveniente de Orestes es que tiene un adversario muy duro de roer. Como él, a lo largo de 121 entregas, Rafa Castaño también ha rozado el cheque en más de una ocasión .

Tanto es así que, de un tiempo a esta tarde, Orestes solo logra romper esporádicamente la racha de empates y derrotas. Y es que, mientras el sevillano se muestra en sus métodos cauteloso y comedido, el filólogo casi siempre prefiere arriesgar.

Maestro del 'primervueltismo', el concursante más veterano de 'Pasapalabra' quema casi todas sus naves en la primera vuelta del 'Rosco'. Es impulsivo; kamikaze, incluso. Y esa espontaneidad le ha costado en más de una ocasión la victoria cuando ya la tenía asegurada. Por ese motivo, cuando dice tal o cual palabra «me quema en la boca», sus seguidores se echan a temblar.

Un modus operandi totalmente opuesto al de Rafa , que es como el estudiante que siempre dice que va a suspender y acabando sacando sobresaliente: arranca despacio, acorta distancias en la segunda vuelta, y culmina marcándose un 'sprint' final con el que raramente no remonta. Estratega y prudente, jamás arriesga a menos que sea estrictamente necesario y juega al despiste dando a entender que sabe menos de lo que luego demuestra.

Son formas de entender el juego antagónicos, pero eficaces. Así lo demuestra que el duelo entre ambos se haya alargado más de 100 programas y por ahora no tenga visos de acabar.

Al menos según el público que cada tarde sintonizan el programa, y por ende, ha calado los métodos de los dos concursantes. 'Pasapalabra' mantiene una media de más dos millones de espectadores fieles a cada entrega, por lo que es inevitable que aparezcan teorías y especulaciones acerca del desenlace del duelo entre Orestes y Rafa .

La más respaldada apunta a que habrá que esperar hasta febrero para ver a alguno de los dos ganar el premio ¿Por qué esa fecha? Porque es entonces cuando el bote, si no se les sigue resistiendo, alcanzaría la cifra más alta de la historia del programa. En 2006, Eduardo Benito se embolsó 2,19 millones de euros . Lo más asombroso es que lo logró en su primer día en el concurso.