Se abre el telón en Eurovisión

Analistas y eurofans señalan que la semifinal de esta noche es una de las de menor calidad desde que se instauró esta fórmula de pre-eliminatoria en 2004. Sin embargo, diez de las diecisiete propuestas lograrán acceder a la final.

Grecia cuenta con todas las papeletas para lograr un año más el pase a la última ronda. A ritmo de «OPA», el país helénico vuelve a apostar por la energía y el espectáculo visual para ganarse a los espectadores europeos. En las últimas seis ediciones, Grecia siempre ha quedado entre los diez primeros clasificados, un éxito que se opone, por ejemplo, al infortunio de Eslovaquia en el certamen, otro país que esta noche también actúa. En sus únicas cuatro participaciones, los eslovacos sólo han cosechado como mejor resultado un 18º puesto en 1996. Este año, pretenden romper la mala racha con Kristina y su «Horehronie» que en las últimas semanas se ha postulado como una de las favoritas por el público eurofan.

Bélgica también tiene cuentas pendientes con el festival. En los últimos cinco años no han logrado clasificarse a la final, a pesar de contar en alguna ocasión con estrellas del pop internacional como Kate Ryan (2006). Para romper la mala racha, la televisión belga ha apostado este año por el joven Tom Dice, que fue segundo en la versión nacional del programa musical «X-factor». Con una puesta en escena extremadamente sencilla (sólo él y su guitarra, haciendo honor al título de la canción), las casas de apuestas lo han colocado esta vez sí como un claro aspirante a la clasificación.

Los portugueses se han sumado a la moda de las baladas y su propuesta es «Há dias assim», interpretada por la jovencísima Filipa Azevedo. El año pasado, gracias al grupo Flor-de-lis, los lusos lograron acceder a la final y confían también este año en los pronósticos para estar entre los 25 mejores.

Estonia, Albania o Serbia también forman parte del ramillete de favoritos para lograr la clasificación. Por el contrario, países abonados en los últimos años al éxito en el festival como Rusia o Bosnia , pueden verse este año fuera de la final a tenor de las predicciones arrojadas por expertos, analistas y eurofans.

Por vez primera en las semifinales, los jurados serán los responsables del 50 por ciento de las votaciones. El otro cincuenta por ciento corresponderá a los telespectadores a través del televoto. Los diez países con mejor puntuación pasarán a la final del sábado . Otra de las novedades es que los espectadores comenzarán a votar desde el incio de la ceremonia. Esto rompe con el sistema antiguo que parecía favorecer a los temas que participaban en los últimos puestos.