Melody, que ahora tiene 34 años, ha transmitido durante estas semanas una profesionalidad, que no tenía en 2001 cuando se hizo famosa con tan solo once años. El desparpajo y salero lo ha conservado, y es que ya le venía de serie: en su familia había artistas y ella se interesó desde muy pequeña por la música y el baile. Su padre, cantante, formaba parte de un grupo con el que ella a los seis años ya había subido al escenario.
Doble disco de platino en España
Seguramente por ello acabó creando de muy pequeña una maqueta, que llegó a El Fary y este decidió apadrinarla y ayudarla. Gracias a él, a los diez años empezó a tejer su primer álbum, 'De pata negra', que incluía el llamativo sencillo 'El baile del gorila'. No tenía gran secreto: una temática sencilla, un estribillo pegajoso, un baile incluido y una divertida niña dándolo todo sobre el escenario.
El tema se convirtió en un obligado en todas los bailes y fiestas infantiles y familiares y Melody, en una jovencísima estrella televisiva que recordó a muchos la historia de Marisol y que apareció en varios formatos de aquella época, desde los programas puramente musicales a los 'shows' para toda la familia del sábado noche.
Con su pegajoso estribillo y movimientos de baile sencillos, la canción no solo capturó la atención de los niños. Además, el 'hit' llegó a convertirse la canción del verano en 2001 y la embarcó en giras internacionales. El éxito la llevó a conseguir un doble disco de platino en España y uno en América, algo que hasta entonces ningún artista español había conseguido.
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