Blas Cantó: «Una mala posición en Eurovisión no te cambia la vida»

Cantó es, además, el segundo murciano en representarnos tras Ruth Lorenzo en 2014, cuando quedó décima. Andalucía es la que más candidatos ha exportado: trece. «Honestamente, no pienso en la posición», aseguró Blas Cantó en el Teatro Monumental (Madrid) pocos días antes de volar a Róterdam (Países Bajos), donde el certamen musical se está celebrando finalmente tras su cancelación el año pasado por la pandemia . El gran ausente de esta noche será precisamente el ganador de Eurovisión 2019 , el neerlandés Duncan Laurence , tras haber dado positivo por coronavirus.

Negativo, en el mejor sentido del adjetivo, ha llegado Blas Cantó a esta final tras ensayar varias veces durante la última semana en el estadio Ahoy Arena, donde, en otras circunstancias, se habría llenado con 40.000 eurofans . Esta noche, tras las dos semifinales, habrá 'solo' 3.500; un porcentaje reservado para aquellos que se quedaron hace un año con la entrada en la mano. El español reconocía, antes de volar a Países Bajos, ser muy metódico y estar obsesionado con cuidar su voz al ser alérgico.

Su mayor miedo, una vez llegase allí, era el ajetreo de la vieja normalidad: «Yo hubiera ido del hotel al estadio y viceversa». El exmiembro de la banda juvenil Auryn debería haber actuado en Eurovisión 2020 con 'Universo'; sin embargo, la pandemia impidió un sueño que tenía desde que, con 4 años, cantara sobre un escenario canciones de Pimpinela o, ya con 12, para los Premios Veo Veo de Teresa Rabal.

El festival ha permitido que los países repitan candidatura, pero con un tema inédito. En nuestro caso, Cantó y Televisión Española ( que lo seleccionó a dedo y por sorpresa en 2019 ) presentaron dos opciones por las que el público votó en una gala que La 1 emitió el pasado 20 de febrero: 'Memoria' y 'Voy a quedarme'. Ganó la segunda , una balada muy personal para su coautor tras la muerte por coronavirus de su abuela («el gran amor de mi vida»).

Aquella versión no es la misma con la que intentará ganar, vestido todo de negro, esta noche. Él mismo reconoció que había partes más apresuradas y que habrá un «cambio significativo» en la segunda mitad de la canción. Empezará a capela, habrá coros pregrabados (una permisividad inédita por parte del concurso) y una luna llena de fondo, y acabará con un agudo y mirando hacia arriba. «Creo que nadie entendió el mensaje de 'Universo', así que este año dejé de lado la actualidad y me metí más en la historia. Ha sido un año muy difícil», explicó sobre 'Voy a quedarme', un tema que incluso interpretó en Telecinco, con motivo del documental de Rocío Carrasco , y del que hace unos días se burlaron en la televisión noruega por su implicación personal. Él se defendió en Twitter: «Nadie sabe por lo que estoy pasando ni el esfuerzo que hago incluso para seguir vivo».

«Voy a quedar en los libros», aseguró Cantó con toda la honestidad posible. Y tenía razón: es, tras Conchita Bautista , Raphael y Serafín Zubiri , el cuarto 'embajador' español en hacer doblete en el concurso televisivo. Aunque se presentó para la versión infantil en 2004 (aquella que ganó la española María Isabel), Cantó reconoce que desconocía lo crueles que a veces son las opiniones: «Estoy en el punto de no escuchar a todo el mundo». Para él, con Eurovisión le han puesto cara y eso es suficiente: «Una mala posición no te cambia la vida. Creo más en el trabajo».