Televidente
Tipos de ruido
«Lo último que sé de Marie Kondo es que se enamoró de un sillón. A veces me despisto y pienso en ella, que conquistó el mundo después de ordenarlo para después descubrir que la vida es caos»
El estado de la nación capilar

Lo último que sé de Marie Kondo es que se enamoró de un sillón. A veces me despisto y pienso en ella, que conquistó el mundo después de ordenarlo para después descubrir que la vida es caos, hijos que rompen cosas, padres y madres ... que intentan arreglarlas mientras fingen que saben lo que tienen que hacer: primero tenía el control, ahora la felicidad, además de un sillón de lino que debe de ser muy fácil de limpiar y una cuenta corriente para echarse a reír.
—Te tengo que contar… Este fin de semana me he comprado un limpiador de vapor—, me dijo un buen amigo, que en otro tiempo fue joven y madridista y ahora sobrevive como puede.
—¿Y?
—Una revolución, he quitado manchas imposibles, es una máquina que limpia como yo no había visto limpiar. Hazme caso, que esto no es 'La tienda en casa'.
La huella de Marie Kondo es mucho más honda de lo que cabría sospechar, y ahora ejerce su influencia como una profeta ausente. Igual que Steve Jobs, Marie Kondo no vendía un productos, sino una forma de vida destilada en eslóganes con vocación de mandamiento, que es algo que aguanta muy bien el paso del tiempo, porque pesa, aunque no se toca, y puede empaquetarse con facilidad.
Hay una exjuventud que ahora invierte su tiempo libre (es un decir) en ordenar su casa, o peor, en ver cómo otros ordenan y limpian sus casas en vídeos cortos que, juntos, durarían lo mismo que el universo. A lo mejor estos exjóvenes no tienen casa, pero necesitan saber cómo reducir el ruido visual de su cocina y de su baño, necesitan saber dónde comprar esos botes para meter la pasta, esos dispensadores de champú que antes solo existían en los hoteles. Algunos han entrado en un bucle infinito, en el que buscan cajas para las cajas de las cajas de las cajas, desesperados porque aún no han entendido el chiste: la caja es tu casa, ¿no ves el tamaño?
De tanto reducir el ruido visual, una generación de 'influencers' ha llenado internet de un ruido mucho más atronador, que es el de los consejos que nadie pidió. Pero es que su audiencia no necesita pedir nada, porque hace mucho que ya no tenemos lo que deseamos, sino que deseamos lo que tenemos: ese es el truco final del algoritmo.
—Entonces, ¿dónde se compra el limpiador ese?
—Ahora te paso el enlace.
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