Televidente
Un paraíso perdido
'Friends' siempre fue una utopía de la ligereza, de la conversación: el paraíso perdido de los días ingrávidos, cuando nada importaba todavía
Muere a los 54 años Matthew Perry
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Iniciar sesiónDe Chandler Bing nunca supimos su trabajo, porque por entonces aún había gente que se definía fuera de su jornada laboral. 'Friends' era lo que le pedíamos a un sábado que empieza tarde y sin agenda: seis amigos, un bar y esa lealtad que ... se forja a base de litros de café, cerveza y bromas crueles: nosotros contra el mundo, pero nosotros, aquí, en plural. La vida era feliz porque los dramas pequeños se hacían enormes, y los enormes, la muerte, el fracaso, se hacían pequeñitos hasta que entraban en un chiste. Dice Phoebe: «Uno de mis clientes murió hoy en la mesa de masaje». Y Chandler: «Bueno, eso es un poco más relajado que lo que querías que se pusiera». O mejor: Ross, recién divorciado, confiesa que le gustaría casarse de nuevo; entonces, de repente, Rachel entra en el Central Perk vestida de novia. Y otra vez Chandler: «¡Y yo quiero un millón de dólares!».
El de Matthew Perry, allí donde esté, era el personaje más roto de la serie, y por tanto el que más se agarraba a la ironía. Hay un capítulo maravilloso en el que revela que le cuesta mucho llorar, y Monica, Joey y Phoebe lo miran como a un extraño. Están viendo 'E.T.', pañuelo en mano. «¿Sabes qué es aún más triste? Bambi», suelta Phoebe. «Pero es un dibujo animado», contesta Chandler. «¿Y cuando muere la madre?», señala Joey. «Sí, fue triste cuando dejaron de dibujarla», zanja él. El resto del episodio es la búsqueda de esa punzada: un perro cojo, las fotos de su infancia, imaginar a su futuro hijo naciendo, creciendo, marchándose de casa para irse a la universidad, imaginar muerta a su esposa después de una enfermedad larga y dolorosa, imaginar que le ha dejado una carta, que la está leyendo. Es incapaz, parece seco por dentro, pero de pronto escucha a Ross y Rachel desaprovechar su amor. «¿Estás llorando?», le pregunta Monica. «¿¡Por qué no son capaces de solucionar sus diferencias?!». Y vuelta a las risas enlatadas.
'Friends' siempre fue una utopía de la ligereza, de la conversación: el paraíso perdido de los días ingrávidos, cuando nada importaba todavía, ni siquiera las lágrimas. Pero ahora que el mundo es tan pesado y ya no hay sitcoms va y se muere.
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