Burras

Hay un momento televisivo maravilloso protagonizado por María Jesús Cantudo en ‘DEC’. Mariñas : «Qué burra eres a veces, María José Cantudo, ¿no ves que te estoy elogiando?». Se armó un buen lío. El pobre Cantizano ponía orden y Jesús retiraba lo de burra. Cantudo, con mirada matadora: «Qué mala persona eres. Malo, mala persona. Vas a arder en los infiernos» ('loinfiennoh', que para eso es de Jaén). «Pues allí nos veremos», soltó Jesús. Se levantó Cantudo, se fue y escupió. Mariñas: «No pasa nada, Jaime, las cosas se toman de quien viene» (Mariñas). Regresó la de Andújar al plató: «Yo soy incapaz de escupir a nadie. Es sólo que como las mujeres nos ponemos brillo en la boca, tenía un pelo y he hecho así. 'Pffffkf'». La onomatopeya explicativa fue lo mejor. Pero qué grande todo.

Un tiempo después estaba servidora en una comida de la peña Cuarto Poder, de la que Mariñas era presidente. Y ese día venía María José Cantudo a Lucio. La artista invitada (o el artista invitado) se sentaba siempre al lado de Mariñas. Oye, y tan contentos. Yo mirando a Cantudo, que estaba encantada recibiendo parabienes. Y claro que le preguntamos por su frondoso felpudo en ‘La trastienda’: «Yo era una cría, no sabía que eso había que arreglarlo». Hombre, tampoco había que arreglarlo, era signo de los tiempos.

Al menos en ese caso, lo que pasaba en un plató se quedaba en un plató. Y en ese momento sería cierto. No es que se finja en la tele o que lo que pase en televisión no sea real. El enfado de ella era real. Y Mariñas también.