Sor Citroën contra los máquinas
Cada cosa mejor en su tiempo. Y si no que se lo digan a David Bisbal, del que no sabíamos que se había ido tan lejos hasta que volvió en forma de meme. «¿Cómo están los máquinas?»
La televisión de Pablo Iglesias 'okupa' la frecuencia de 7NN en Madrid: «Espero que no haya infartos en La Moraleja»
Vuelven las oscuras golondrinas y el turrón en Navidad. Vuelve siempre la canción del verano. Y hasta las series de la infancia. Pedimos su regreso, nos emocionamos, y omitimos el hecho de que en su día se fueron porque los echamos.
Activamos el botón nostalgia ... con el reencuentro de ‘Los Serrano’, reunidos por su 20 aniversario, pero olvidamos porque nos conviene que el humor de la serie, a veces incorrecto, otras machista, básicamente cuñado, sería motivo de regañina gubernamental, una moda que, cambiando de ideología, no dista tanto ahora de cuando las cosas eran en blanco y negro. Y eso que era una familia muy inclusiva, como las que le gustan a Ione Belarra. Ahora estará centrada en pedir dinero para la televisión de Pablo Iglesias, Canal Red, que ha ‘okupado’ , como él mismo se burlaba con sudadera y Coca-Cola en mano, la frecuencia de la 7NN de Marcos de Quinto. Después de ‘La Tuerka’, vuelve también Iglesias a la televisión, su verdadero redil.
Para retorno catódico el de las monjas. En ‘Mrs. Davis’, que acaba de estrenar HBO Max, la hermana Simone se resiste a las bondades de la inteligencia artificial, que tiene ‘zombificada’ a la humanidad. Como los móviles. En la serie de Damon Lindelof (‘The Leftovers’) también hay monjas templarias que cortan cabezas y mueren matando. Todo vale para encontrar el Santo Grial y evitar que el ChatGPT nos lave el cerebro... La Iglesia, que siempre va un paso por delante, ya ha pedido una regulación ética de la IA y no descarta que en el futuro sea Ella (o Eso) quien les escriba las homilías.
En España de monjas en pantalla sabemos un rato. A finales de los sesenta estaba la Sor Citroën de Gracita Morales, con su voz de pito y su apología del maltrato. Cuando una mujer le contaba que su marido pescadero la molía a palos, lo justificaba en que algo habría hecho para provocarlo. ¿Se imaginan a esta monja en la actualidad? Ni lavado de cara ni leches, o lejía o al armario.
Cada cosa mejor en su tiempo. Que al final nos empeñamos en buscarle siempre cinco patas al gato. Y si no que se lo digan a David Bisbal, del que no sabíamos que se había ido tan lejos hasta que volvió en forma de meme. «¿Cómo están los máquinas?». Pues tirando, que no es poco. Si alguien vuelve, vale recordar por qué se había ido.
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