Deconstrucción del pinchito
Un mérito de ‘Machos Alfa’ es alcanzar con humor ese punto en que hombres y mujeres comparten la igualdad en el desconcierto
Lo que le canta Shakira a Piqué, «a ti te quedé grande», se lo dice el personaje de Kira Miró a su novio en ‘Machos Alfa’: «Chico, te me has quedado corto». Son frases que suele decir una mujer, que quedarían raras en ... un hombre. La pelota (dar o no dar la talla) está en el tejado de la masculinidad y a su enorme potencial se han ido los hermanos Caballero (junto a Deorador y Álvarez de Sotomayor) para hacer una divertida comedia que completa ‘La que se avecina’ y ‘Aquí no hay quien viva’. Juntas ya son historia de la comedia española, con un humor y ritmo reconocibles. ¿No es el personaje de Raúl Tejón un eco de Amador Rivas y su «echamos un pinchito»? La misma voz cómica que hablaba por Fernando Tejero habla por la estupenda Raquel Guerrero (Esther y su memorable escena del consolador anal zumbante).
La serie saca del 13 Rue del Percebe de Montepinar ese humor y lo lleva a la guerra de sexos y al hacerlo roza algo interesante: una síntesis entre el exasperante feminismo hegemónico y algo de lo anterior, el viejo humor, cierta incorrección visible en la masculinidad elemental de Raúl, el ego herido del macho televisivo, el calabozo ‘de género’ que sufre el personaje de Gorka Otxoa o el retrato de la mujer actual que, burla burlando sobre lo masculino, acaba haciendo la serie con la pasarela Tinder de locas del ‘pussy’. Ellos repiten una frase: «No entiendo nada, estoy descolocado…». Un mérito de la serie es alcanzar con humor ese punto, que ojalá sea el posfeminista, en que hombres y mujeres compartimos estar absolutamente superados por la situación, la igualdad en el desconcierto.
Alcanza ese punto la serie o solo lo roza, porque el final rompe un poco a panfletaria: una señora terrible escupe en la cara del defensor de la reconstrucción viril, triunfa el discurso neomasculino de Santi Millán y solo alcanza la paz el que perdona los cuernos o acepta ser deconstruido.
Si hay contraataque masculino en una segunda temporada, ‘Machos Alfa’ puede ser, con su tira y afloja, otro ‘La que se avecina’, otra saga cómica en la que «esta nuestra comunidad» sea el infinito asunto de buscarnos unos y otras.
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