Anuncio de disolución de España
Las televisiones olvidaron recalcar que es solo el principio, el primer paso hacia otra cosa
Pedro Sánchez anunció en el Liceo que el Gobierno aprobará los indultos a los presos del 1-O
Hablar hoy de series o concursos sería, más que nunca, hacerlo de una distracción. El mismo anuncio de los indultos ya tuvo algo de eso. La puesta en escena fue en el Liceo, templo de la burguesía catalana . Se cierra el parlamento y ... se profanan iglesias, pero a este recinto para la ritualización del dinero, la diferencia y el privilegio se le regala pompa, solemnidad y consideración.
La escenificación, con el inevitable halo siniestro y luciferino –terribles sonrisas lumínicas–, ponía el foco sobre Pedro Sánchez . Toda la luz sobre su rostro, que lo aguanta todo. Los ángulos de su faz, quizás botoxizada , se han fortalecido para ello. Esa es la distracción: personalizar, centrarse en él. Sánchez solo es un ejecutor particularmente dotado, la quintaesencia moral del régimen. Una especie muy conseguida. Un primus inter pares.
El asunto le excede y también va más allá de la organización PSOE . Están implicados grandes sectores del país, y también (tributo a la sección) las televisiones, que contribuyeron, entre otras, de dos maneras.
Dieron importancia al independentista o actor que interrumpió a Sánchez para pedir amnistía: ¿Lo ven? El del gobierno es un acto valiente entre extremos.
Además, se hizo el silencio sobre dos aspectos esenciales. Olvidaron recalcar que es solo el principio, el primer paso hacia otra cosa. El inicio de otro proceso. «Construir el nou país» , expresó la ministra del paro.
Tampoco se quiso atender al verdadero anuncio de Sánchez, que no fue precisamente el indulto. La razón que dio a su selecta audiencia fue el «principio de concordia», un acto «con corazón», pues estamos en una oligarquía agravada por la cursilería. Esa fue la razón citada, pero la fundamental fue otra: «Vamos hacia los Estados Unidos de Europa ».
Ayer se anunció la disolución y desdibujamiento de España, maniatada, apresada, y repartida entre acreedores, organizaciones internacionales, enemigos internos, élites consensuadas e intereses secretos.
Sánchez puso el foco sobre sí porque está para eso, de tenorín bufo en partitura ajena.