El cambio físico de Belén Esteban en los 14 años de Sálvame: la evolución de la 'princesa del pueblo' desde su comienzo en televisión

Tras 14 años en antena, han pasado por el 'show' televisivo numerosos colaboradores, pero hay algunos que siempre han tenido un papel protagonista y se ha podido ver su evolución durante todo este tiempo, como es el caso de Belén Esteban.

La bautizada como 'princesa del pueblo', se dio a conocer a raíz de su relación sentimental con el torero Jesulín de Ubrique, que comenzó en 1995 y terminó en el año 2000. En este matrimonio, concretamente en 1999, Esteban tuvo a su hija Andrea Janeiro y la de San Blas (Madrid) dejó la capital para trasladarse a Ambiciones con su pareja.

Tras la separación de la que sería una relación tormentosa, breve y marcada por los problemas con su familia política, Belén Esteban se convertiría en un fenómeno mediático como personaje televisivo que consiguió calar en buena parte de la audiencia por su naturalidad y sinceridad a la hora de expresarse.

Esteban, que ahora tiene 49 años, comenzó su carrera televisiva en el año 2000 en el programa 'Como la vida', de Antena 3, pasando después con Ana Rosa Quintana, en la misma cadena, a 'Sabor a ti'.

Cuando la conocida presentadora pasó a Telecinco, ella la acompañó y estuvo trabajando en el programa de Ana Rosa hasta 2009, año en el que se convirtió en copresentadora de 'Sálvame' junto a Jorge Javier Vázquez.

Habrá frases de la de San Blas que pasarán a la historia de la televisión, como el famoso: «Yo por mi hija, MA-TO», o el «¡pa- ga-mé», dirigida a su exrepresentante, Toño Sanchís. Y tampoco se pueden olvidar: «¡Ni que fuera yo Bin Laden!» o el «Andreíta, cómete el pollo».

No se puede negar que Belén Esteban se ha atrevido con todo: desde cantar en un coche mientras entrevistaba a Toñi Moreno hasta hablar en inglés en Gran Hermano VIP 3, concurso que ganó, aunque como ella misma ha reconocido en múltiples ocasiones, no entiende «ni papa de inglés».

Además participó en 'Más que baile', concurso que también ganó, presentó las campanadas en 2009 junto a Jorge Javier Vázquez y comercializó su propio gazpacho.

Uno de los problemas más conocidos de Belén, además de aquellos que se han alargado hasta 20 años de forma pública en lo que respecta a su relación con Jesulín de Ubrique, la que fue su familia política y María José Campanario, la que un año después de la ruptura se convirtió en la pareja del torero, la princesa del pueblo tuvo problemas con las drogas.

Así lo compartió en su libro 'Ambiciones y reflexiones', donde confesó que durante gran parte de su vida televisiva había tenido un problema de adicción a las drogas, sobre todo con el consumo de cocaína.

Recientemente confirmó en 'Sálvame' que se salvó ella sola hace ya 11 años. La colaboradora señaló que su familia y los máximos responsables del programa la ayudaron en la desintoxicación: los directores de la productora 'La fábrica de la tele', Óscar Cornejo y Adrián Madrid, y los directores de su espacio Raúl Prieto, Carlota Corredera y David Valldeperas.

Otro de sus momentos más complicados tuvo lugar cuando el que era su manager y amigo personal, Toño Sanchís, la «traicionó» y tuvo que hacer frente a una deuda de 700.000 euros con Hacienda debido a la mala gestión de la que acusa a su exrepresentante, quien tal y como aseguró, le llevaba todos los temas fiscales.

A su desarrollo vital y televisivo se une un evidente cambio físico a lo largo de estos años. Con su adicción a las drogas se le notaba más delgada que nunca y su cara estaba bastante demacrada para alguien de su edad y condición social.

Una vez superado este problema y tras un breve parón en la pequeña pantalla, Belén Esteban volvió más fuerte, mostrándose contenta con su cuerpo y segura de sí misma.

En este sentido, las operaciones y retoques estéticos también han tenido mucho que ver en su cambio: nariz, pómulos, labios, párpados y dentadura los ha modificado en estos años.

Sin embargo, hay algo a lo que se ha mantenido fiel y no ha cambiado: su melena rubia. Con mechas, algo más clara, rizada, con pelo más o menos largo, pero esta ha sido sin duda, una de sus señas de identidad.