Supervivientes 2020
Rocío Flores abre la puerta a la reconciliación con su madre: «Todo puede cambiar en la vida»
La hija de Rocío Carrasco, a la que la audiencia salvó de la expulsión, admite también que le gustaría que su progenitora estuviese siguiendo esta edición del programa de Telecinco
Sofía Suescun recuerda la infidelidad de Fani delante de Christofer y Jorge Javier Vázquez se lo reprocha
Bea Retamal, primera expulsada; Fani, nominada junto a Cristian Suescun, Alejandro Reyes y Ana María Aldón
Rocío Flores, emocionada, hablando de la relación con su madre
El anzuelo lo lanzó Cristian Suescun . Lo hizo como sin darle importancia, recostado en la arena, en plan colega. Era de noche en la isla y la cámara de visión nocturna le daba a la escena cierto aire con «El proyecto de la ... bruja de Blair», aquella peli de terror.
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Hablaban varios de los «robinsones» de la inexistente relación entre Rocío Flores y su madre Rocío Carrasco . Después de todo lo que ha pasado entre ellas, cuyos detalles trascendieron justo cuando la primera ya estaba en Honduras , el asunto tenía chicha. Cristian Suescun vio un filón abierto y quiso profundizar en busca del tesoro. «¿Pero eso puede cambiar?», preguntó a su compañera de isla sobre la relación con su progenitora. «Claro, por supuesto, porque todo puede cambiar en la vida», respondió Rocío, abriendo así la puerta a la reconciliación con su madre.
A preguntas de Jorge Javier Vázquez (JJ), la joven concursante admitió después que «claro que le gustaría» que Rocío Carrasco estuviese siguiendo el programa. Días atrás, en otro espacio de Telecinco se aseguró que la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco había seguido la primera gala.
En una noche de confesiones y salsa rosa a mazo, Rocío Flores reveló también que su padre es quien mejor la comprende («me mira y ya sabe lo que me pasa») y también que quiere ser madre «en un añito como mucho». Con su novio actual.
Hay que aclarar esto último porque el programa emitió varios vídeos donde se quiso resaltar la buena relación que ella ha labrado en la isla con el mecánico Albert Barranco , ese antiguo «tronista» de «MYHYV» entre cuyas conquistas figuran Violeta Mangriñan , Oriana Marzoli o Gloria Camila . JJ, que no da puntada sin hilo, se dirigió a esta última para preguntarle si creía que aquello podía ser el comienzo de algo más que una gran amistad. Por cierto, en esta ocasión atinó con el nombre de la hija de Ortega Cano y la Jurado, a la que minutos antes se había referido como –tierra, trágalo– Sofía. «Sacáis de donde no hay», contestó Gloria Camila , quien añadió a continuación un dato con el que creía que atajaría cualquier rumor: que «los dos tienen pareja». Dio pie a que JJ acuñase la sentencia de la noche: «En Mediaset la frase 'los dos tienen pareja' no tiene ningún sentido«. Está claro que los Ondas no se regalan en los mercadillos.
Ya sea porque Albert la sosiega, o más bien por la ausencia de su «archienemiga» Yiya, esta semana se ha visto a una Rocío más segura de sí misma. Ni siquiera la ha sacado de sus casillas, aunque lo ha intentado, el «torero» (eso dice ser) Antonio Pavón . «Es una persona mentirosa», juzgó a Pavón la hija de Antonio David , antes de lanzar una acusación formal.
Rocío Flores: Me has llamado mentirosa y manipuladora delante de todo el mundo.
Antonio Pavón: Es que lo eres.
La noche puso a cada uno en diferentes sitios. Rocío se libró de la expulsión; Pavón, no. Quizá fue gracias al collar de la suerte, con santos y vírgenes variados, que el televisivo José Antonio Avilés prestó a su amiga Roci a modo de amuleto.
Semana fatídica para Ana María
Abandonamos a Rocío Flores, pero no salimos de su familia. Turno para Ana María Aldón . No ha sido su mejor semana. Le han llovido críticas en la isla y en los platós por su falta de apoyo a Rocío , pues se daba por hecho que sería la escudera en la isla de la hija de Antonio David, pero ha renegado de tal cargo. Esta noche la mujer de Ortega Cano será la protagonista de «Volverte a ver», con una entrevista grabada, en la que estará escoltada durante algún tramo por Gloria Camila, quien a estas alturas ya ha de estar empadronada en los estudios de Telecinco. En la gala de «Supervivientes» se anticiparon algunos de los titulares de la interviú, que fueron motivo de mofa para JJ. No es para menos. «Si necesita ayuda, ahí estaré», le dijo Ana María a Carlos Sobera antes de marchar. Y no ha estado ahí, no.
Su aparición en la gala vino a confirmar que no era su semana: Ana María hizo gala de una notable torpeza en el juego de recompensa con el que se abrió el programa y causó la derrota de su equipo.
Por cierto, algún día habrá que hablar con la extensión que merece del nivel infantiloide de algunas de las pruebas a las que se someten los participantes de «Supervivientes». La comentarista que está a ras de playa ( Lara Álvarez ) y el que está en el plató (JJ) las comentan con una intensidad y un ardor guerrero que, si no ves las imágenes y solo te concentras en el sonido, puedes llegar a creer que estás asistiendo a un entrenamiento de los marines dirigido por Clint Eastwood. «Mira el ritmo que lleva, con qué seguridad», dice uno. «Madre mía», grita la otra. En realidad hay pruebas son más propias de un campamento infantil de verano que de un programa para adultos. Como el juego de recompensa con el que se abrió ayer la gala. Por momentos da vergüenza ajena ver a gente de una edad respetable compitiendo en las pruebas de marras: la impresión que producen es la misma que un adulto saltando en un piscina de bolas.
Volviendo a Ana María, la guinda a su semana «horribilis» es que, según trascendió ayer, tendrá que abandonar la isla –temporalmente– porque tiene un juicio en España, uno serio, no como aquellos que TVE montaba en «Tribunal Popular» con Javier Nart (sí, el eurodiputado de Ciudadanos) como fiscal.
La gula de Dios
En la gala se ahondó en otras líneas argumentales, entre las que destacó la protagonizada por ese Dios menor que es Cristian Suescun, al que, según Estefanía «le faltan cinco hervores». El hombre se pasó varios días «con las latas para arriba y las latas para abajo», según acusó Elena , la madre de Adara . Y si hay un pecado mal visto en la isla es la gula. Y es que el hambre empieza a hacer estragos, en unos concursantes más que en otros. «Me voy a tatuar una hamburguesa. Sueño con ellas», confesó la muy flaca Bea Retamal , ganadora de «GH 17», quien tampoco soporta al subidito Cristian, y más desde que la llamó «niñata de mierda».
A Sofía Suescun no le gustaron las palabras que Fani, de la que espera una nueva infidelidad , dedicó a su hermano. Así que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y que Christofer estaba sentado a su lado, recordó el pecado original de Estefanía, el cometido en «La isla de las tentaciones», cuando «se tiró» –Sofía dixit– a Rubén .
Justificó el haber recordado ese episodio diciendo que se había visto obligada a comparar con el anterior concurso porque en el actual Fani no ha aparecido. El mozo de la aludida se defendió atacando al ausente, a Cristian, que, según cree, se «toca las pelotas a dos manos» en la isla.
Las palabras de Sofía fueron recibidas con desaprobación por el público del plató. Y cuando quiso volver a tomar la palabra, el murmullo de los asistentes se lo intentó impedir. Así que protestó porque no la dejaban hablar y se llevó un zasca descomunal. «Para decir esas cosas, mejor callada», le espetó JJ. Quiso tener la última palabra: «Estoy un poco hasta las pelotas, porque otros pueden hablar de cosas de fuera y yo no», dijo a la par que amagaba con llorar.
Pero la última palabra la dijo JJ, que por algo es el que más cobra: «Lo estás colocando en una situación muy incómoda», reflexionó el presentador, apiadándose de Christofer. A buenas horas ha decidido Mediaset proteger al muchacho.
En todo caso, la sangre no llegó al río –en los platós, ya se sabe, es siempre sangre artificial – y JJ plantó después un besito en la frente a Sofía. Telecinco colgó el vídeo en el Twitter oficial de «Supervivientes», y los fans de la Suescun la tomaron con JJ.
Volviendo a Cristian, sus excesos en su labor como ser supremo le valieron una sanción: pasó de Dios a la playa de los siervos, que es el segundo escalafón más bajo en la isla. Además, da la impresión de que los que mueven los hilos del programa ya han puesto en la diana de la audiencia al hermano de Sofía. Es un Dios claramente caído en desgracia.
Nuevos nominados y «desvalidos»
Hasta tal punto es un Dios caído que acabó la noche nominado, limbo en el que le acompañan Alejandro Reyes, Ana María Aldón y Fani por decisión de la España que no madruga (imposible hacerlo dados los horarios de emisión, y sobre todo de cierre, de «Supervivientes» y sus diferentes satélites)
Peor que a esos cuatro le fue a Bea Retamal . Minutos antes, la audiencia había salvado a Rocío Flores y la había enviado a ella y a Pavón , apodado el «Jesulín peruano», a «Playa Desvalida», que es donde han pasado la semana –y pasarán más días, al menos hasta el jueves– la cantante Vicky Larraz y la modelo Yiya .
JJ anunció que uno de los cuatro habitantes de esta playa sería el primer expulsado. Gloria Camila rezó fuerte para que fuese la maniquí: «Por su mala educación y por la falta de respeto que tiene a sus compañeros», justificó. Pero el televoto decidió que Bea se pueda comer ya una hamburguesa, es decir, su adiós a la isla hondureña.
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