De «Mamá microondas» a ganar «MasterChef»: el milagro de Raquel Meroño

La noche había empezado mejor para el humorista, que superó a la propia Meroño ( que compitió mermada ), al modelo Nicolás Coronado , a la soprano Ainhoa Arteta y al estilista Josie en la primera prueba de la noche, que concedía un billete para ese duelo final.

El invitado de este reto inicial fue el creador de DiverXo , Dabiz Muñoz , quien planteó a los aspirantes replicar una receta de su restaurante, distinguido con tres estrellas Michelin.

Cocinaron todos al ritmo del chef un bogavante con tortilla cremosa de queso cheddar añejo . «Cuando Dabiz termine, tendréis un minuto más para emplatar», anunció el chef Pepe Rodríguez . El ritmo fue frenético, como lo fueron las instrucciones del chef. Algunas sorprendieron, como los catorce chiles que había que echar a la olla: «¿Catorce?», preguntó asombrado Flo , al que el cocinero invitado le recomendó que hablase menos y atendiese más. Limpiando los chiles fue, precisamente, cuando se perdió Ainhoa . A Nicolás Coronado se le atascó la salsa: «Esto y la nada es lo mismo», sentenció Dabiz cuando la probó durante el cocinado. Fue un jarro de agua fría para el hijo de José Coronado , que unos minutos antes se había venido muy arriba («no vas a notar la diferencia entre el tuyo y el mío», le había dicho al ilustre cocinado). Josie se perdió un poco después a la hora de darle el punto al bogavante. A Raquel Meroño se le vio desde el principio muy concentrada y rápida, que era de lo que se trataba. «Tengo las manos rabiosas del chile y los nervios», dijo la actriz una vez terminó su réplica. Después se supo que había competido mermada.

Un minuto después de que Dabiz acabase, llegó la hora de la cata. Josie , que dedicó su plato a la pareja del cocinero, Cristina Pedroche , hizo un plato «regular» de aspecto y de sabor diverso. Mezcló dos salsas, al bizcocho le sobró azúcar, la tortilla le quedó seca... Estaba rico, pero no era lo que se había pedido.

Rica, más todavía, estaba la propuesta de Meroño . «Está rico, has seguido los pasos, pero te ha faltado un punto de concentración. Buen trabajo», juzgó Jordi Cruz .

La textura de la tortilla fue el único defecto del plato de Flo . «Hoy te he visto disfrutar del cocinado y el resultado es un plato con pocos defectos. Buen trabajo, Flo», elogió el chef catalán.

Ainhoa Arteta elaboró algo a su bola, sin tener muy en cuenta lo propuesto. «Es muy plano», lamentó el invitado. «No hay nada malo, pero no tiene nada que ver con el plato de Dabiz», lamentó Pepe Rodríguez .

Nicolás Coronado también quiso aportar su toque personal, especialmente con las salsas. «Llevándonos la contraria has clavado los matices. Tienes mano», aplaudió el de Illescas. «A mí me gusta», añadió el creador de esta propuesta gastronómica.

Los jueces ordenaron a los cinco finalistas por este orden: Flo , Raquel Meroño , Nicolás Coronado , Josie y Ainhoa Arteta .

El segundo participante en el duelo final salió de la prueba de exteriores de la final, que tuvo como escenario Cantabria . Otro chef con tres estrellas Michelin, Jesús Sánchez , abrió a los concursantes las puertas de su restaurante, el Cenador de Amós . Los cuatro aspirantes trabajarán de manera individual y tuvieron que preparar cada uno dos platos del menú degustación diseñado para la ocasión por el prestigioso cocinero. Entre las propuestas hubo recetas de un gran nivel de dificultad.

Los participantes dispusieron de 215 minutos para cocinar dos platos para 15 comensales, entre los que estaban Ana Patricia Botín y el presidente de Cantabria, Revilla , que es el perejil de muchas salsas televisivas (sobre todo de las cocinadas en La Sexta).

Eligieron siguiendo el orden de clasificación de la prueba anterior. Raquel Meroño fue, por tanto, la primera, y se quedó con la coca crujiente de sardina y ensalada de pamplinas, para acabar con un solomillo de vaca con sangre de tierra.

Nicolás Coronado tuvo que cocinar en primer lugar albúmina de tomate y anchoa del cantábrico, y después un lomo de mero mantequilla de algas y acelgas.

A Josie le correspondieron una ensalada de bogavante, crema de su coral y estragón, y un postre (fruta de la pasión y helado de yogurt).

Ainhoa Arteta lidió con una jibia de noja ahumada y timbal de huevo campero. Para acabar tuvo que hacer una versión de la tarta San Marcos.

Coronado nunca había desespinado y eso no es lo mejor cuando te enfrentas a un plato de anchoas. Se demoró tanto que los chefs decidieron sacar antes el plato de Meroño , que iba a ir en segundo lugar. Para colmo, el lomo de mero le quedó crudo.

Ainhoa Arteta sacó adelante «dos platos muy complicados». Pero el resultado no fue «tan perfecto» como para ganarse la plaza en liza.

A Josie se le pasó cocinar el marisco, pero la ensalada le quedó muy buena. No así el helado, que le salió «plasticoide», según la propia definición del estilista.

La mejor fue Meroño , pese a sus heridas y sus vendas. «Has convertido el sufrimiento en pasión. Podrías ser cocinera profesional», elogió Jordi Cruz , un chef que mide mucho sus piropos.

En el reto definitivo los dos finalistas (la propia actriz y Flo) tuvieron que diseñar un menú completo (primero, segundo y postre) con el que epatar a los jueces ( Pepe Rodríguez , Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz ), que estuvieron acompañados por los prestigiosos chefs Joan Roca (Celler de Can Roca) y Ángel León (Aponiente). Desde la galería siguieron la prueba el resto de los concursantes de esta edición: es decir, además de los otros tres finalistas, allá arriba estuvieron Chikilicuatre , Melani Olivares , Jesús Castro , Raquel Sánchez Silva , Perico Delgado , Laura Sánchez , El Bola , Lucía Dominguín , Gonzalo Miró , Celia Villalobos y La Terremoto de Alcorcón .

Raquel Meroño optó por un menú en el que se combinaba lo español con lo asiático: sashimi de atún con gelatina de tomate (entrante) solomillo de cerdo con esferas de coco (principal) y volcán de mango con caramelo de cacahuete (postre). «Modernito», juzgó de entrada Jordi Cruz .

Escabeche ibérico de cigala, pichón con salsa de foie y parmentier de anguila ahumada y espiral de higo chumbo con helado de coco fue la propuesta de Flo, un menú que había trabajado previamente con Toño Pérez , del restaurante Atrio de Cáceres. Tuvo un gran problema ya de entrada: que se olvidó de pillar patatas en el súper: «Pues una parmentier sin patata...», apuntó escéptico el chef catalán. Después reparó en otro error: se había olvidado la lima, necesario para su postre. Tuvo tiempo el humorista para imitar al citado Toño Pérez y a Mariano Rajoy , y seguramente también hubo tiempo para Flosie , pero eso no lo vimos porque el personaje ha sido eliminado del montaje de las dos últimas galas.

Y llegó al fin la hora de la verdad.

«Cuando decimos 'pónganle sabor a la vida' nos referimos a esto», elogió Samantha el entrante del humorista. «Ni un defecto», resumió Jordi Cruz . No voló tan alto con el principal: el puré de coliflor que tuvo que improvisar a falta de patata quedó bien, pero el plato no fue tan sutil como el original y se le pasó un poquito el punto de cocción del pichón. El postre, muy estético, estaba muy bueno y estallaba en la boca: «Has salido por la puerta grande», aseguró Ángel León .

El problema de Flo es que tuvo enfrente a una gran Raquel Meroño .

«Perfecto», juzgó Ángel León . «El resultado es elegantísimo», añadió Joan Roca . Hablaban de su primero. Todos los demás se sumaron a los elogios.

Su segundo era muy complejo y lo clavó. «Es la rebomba», juzgó Pepe Rodríguez .

El postre resultó espectacular. Sacó un mango del «volcán» y llovieron los aplausos. «Está impecable», defendió Joan Roca . Lloró al escuchar los juicios. Se sabía ganadora. Lo era. La vencedera de «MasterChef Celebrity 5» . Los 75.000 euros de premio los donó a Mensajeros por la Paz .