'Valeria', un elogio al realismo y la amistad verdadera

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Lucía M. Cabanelas

La segunda temporada de la serie, adaptación de las novelas de Elísabet Benavent, se estrena el 13 de agosto en Netflix

Netflix estrena la última temporada, así lo indica la autora, el 2 de junio y explica que todos estos años han sido un viaje de aprendizaje que ha merecido la pena. «En el camino nos hemos encontrado con que hemos ganado lectores a lo largo y ancho del mundo. Hemos visto también crecer a los personajes en la pantalla. Ha sido maravilloso». En los últimos capítulos Valeria tendrá que lidiar con distintos frentes como es la relación con Víctor y la llegada de Bruno, su amiga Carmen sigue adelante con Borja y sus planes de futuro: una boda y una oferta de trabajo que hará titubear su proyecto vital... Toda una serie de acontecimientos que fortalecerá la amistad entre estas cuatro jóvenes llenas de sueños y miedos.

Benavent es una firme defensora de la comedia romántica y asegura que hace sonreír. «Tiene algo muy bueno y es que nos permite soñar con otras vidas y podemos calzar los zapatos de otra persona para andar», reconoce. Y así ha sido. Sin salir de la ciudad, 'Valeria' ha llevado a los espectadores de la mano de su protagonista y sus amigas a lugares soñados sin salir de casa. Otra de las cosas que le gusta de este género es la posibilidad de sentirse referenciada. «Nos vemos identificados con Valeria, con sus amigas. Podemos reconocer, que Lola se parece a ti cuando dices que no sé qué. Es una mezcla de las dos cosas, del mundo en el que vivimos y en el que nos gustaría vivir o en el que viviremos en un futuro», añade.

En el mundo audiovisual, Valeria tiene la posibilidad de hablar de muchos más temas que los que tenía pensados Benavent. Ahora quiere que su personaje hable de la dificultad entre gestionar una vida personal y profesional hoy en día, de la presión que sienten las mujeres por ser perfectas y la complicación de conseguir ciertos sueños, pero sobre todo, la amistad. «Es una oda a la verdadera historia de amor entre cuatro amigas. Es que me parece que en el género romántico, nos hemos enfocado en el amor romántico, pero es que nos rodeamos todos los días. Elegimos a personas sobre otras», asegura la directora.

En la serie aparecen unas protagonistas, como Valeria y sus amigas, que no buscan únicamente estar enamoradas. Para ellas es importante el amor como lo es la amistad, la familia, los sueños por cumplir, el trabajo, el amor propio. Valeria ha hecho un camino en estas tres temporadas y necesita cambios. «Tiene que aprender a soltar y tiene que aprender a estar sola. Es una cosa muy complicada. No es el mismo tipo de amor que tiene por Adrián, su marido, que luego tiene por Víctor y luego por Bruno. Tiene que aprender a discernir entre lo que quiere, lo que cree que debe», asegura su creadora. Para ella, Valeria siempre se ha dejado llevar porque ha puesto en duda siempre su propia voluntad. «Quise que tuviera ese camino. El mismo personaje me lo pedía», añade.

«He aprendido un montón sobre el sector audiovisual, del que no tenía ni idea y mira que soy licenciada en comunicación audiovisual», reconoce riendo. La autora aprendió durante el rodaje a ser más visual en el momento de describir escenas en un libro. Sin embargo, más allá de la técnica, una de las cosas que se lleva del trabajo en el cine es el hecho de aprender a soltar personajes como escritora. «Los escritores somos muy celosos de nuestros personajes. Estamos siempre pendientes de ellos como si fueran nuestros hijos que se van de excursión con el colegio. Siempre preocupados. Con la serie he aprendido a soltarlo y ver que él abre sus alas y que vuela lejos. Y no pasa absolutamente nada», asegura.

Aunque los amores van y vienen, para Benavent los amigos siempre están y es una historia de amor para toda la vida. En esta última temporada de la serie, así indica Benavent, Valeria sigue su camino: «Para mí Valeria siempre va a estar viva. Cuando digo que tengo ganas de que Valeria tome su camino es porque ya lo ha tomado». Es un personaje que le abrió el mundo editorial y le dio todas las posibilidades para soñar. «Yo ya la dejé volar y me ha dado mucho que aprender», concluye la creadora del personaje.