La serie sobre Alejandro Magno de Netflix desata la polémica en Grecia al mostrar la homosexualidad del 'César' macedonio
La producción 'Alejandro Magno: la creación de un dios' ha levantado fuertes críticas en el país heleno, apunto de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo
Miles de personas se manifiestan contra el matrimonio homosexual en Grecia

«El gran soldado que conquistó casi todo el mundo conocido en ese momento y que es la encarnación de los ideales de valor y masculinidad es presentado artificial y falsamente como homosexual, coqueteando apasionadamente con sus oficiales, instrumentalizando lo que simboliza para servir a los intereses de la comunidad LGTBQ+». Así expresaba su rechazo a la serie Kyriakos Velópulos, secretario general y diputado del partido ultranacionalista Solución Griega.
Es una más de las reacciones contrarias a la nueva miniserie de Netflix, 'Alejandro Magno: La creación de un dios', que se estrena en Grecia en el momento en el que su Parlamento está a punto de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo, y cuyo debate ha creado una patente hostilidad entre la iglesia ortodoxa griega y el Ejecutivo de Kyriakos Mitsotakis.
El líder conservador dejó al margen desde el primer momento a la iglesia, lo que provocó que el Santo Sínodo, máximo órgano ortodoxo griego, enviase una carta a los 300 diputados del Parlamento y redactase un manifiesto en contra de la aprobación del proyecto de ley que desde el pasado 4 de febrero se está leyendo en todas las iglesias del país. Además del rechazo por parte de la iglesia, todos los partidos nacionalistas, ultraderechistas y la formación neonazi 'Espartanos', así como el ala más conservadora de Nueva Democracia, votarán en contra de la legalización del matrimonio homosexual mañana.
La coincidencia entre el estreno de la docuserie y la presentación del proyecto de ley ha llevado a muchos a pensar que la plataforma está llevando a cabo una campaña publicitaria para apoyar la política de Mitsotakis. Por esta razón, son muchas las voces que están pidiendo un boicot a Netflix, mientras que los más radicales exigen, además, la intervención del Gobierno para forzar a la plataforma para que retire el documental, tal y como pasó con la miniserie sobre Cleopatra de este mismo servicio de 'streaming'.
«Sensacionalismo fácil»
El debate sobre la serie ha llegado al Parlamento este 14 de febrero. Lina Mendoni, ministra de Cultura, ha respondido a la reclamación presentada por Dimitris Nachos, secretario general del partido ultranacionalista Niki. Mendoni ha aclarado que no va a tomar medida alguna contra ella: «Alejandro Magno, durante 2.300 años, nunca necesitó, ni necesita ahora, la intervención de ningún protector no solicitado de su memoria histórica o, más aún, de su personalidad y posición moral», ha incidido la ministra.
Además, ha subrayado que su cartera «no censura el arte, no manipula, imita o controla la difusión de información de ideas, ya sea de forma proactiva o represiva» porque «es inherente a los regímenes autoritarios».
A pesar de ello, Mendoni, arqueóloga de formación, no ha dudado en calificar la serie como «ficción de bajísima calidad, muy alejada de los acontecimientos históricos registrados en fuentes escritas antiguas y documentados por investigaciones arqueológicas». La política ha ido incluso más allá y ha subrayado que la producción muestra «dejadez de dirección y falta de escenografía» y que «busca un sensacionalismo fácil para ganar espectadores utilizando comentarios maliciosos como supuestos hechos».
Valores actuales, culturas antiguas
No es la primera vez que el asunto causa revuelo en el país heleno. El 16 de octubre de 2002 en la ciudad de Salónica, y durante la celebración del VII Simposio Internacional sobre la Antigua Macedonia organizado por el Instituto de Estudios Balcánicos de Salónica, los reputados historiadores Kate Mortensen, Ernst Badian y Daniel Ogden tuvieron que salir escoltados por la policía tras recibir el ataque de una multitud enfurecida. Los tres expertos habían acudido al simposio para presentar sus últimas investigaciones sobre la homosexualidad en la corte macedonia.
Tras el episodio, Ogden cuenta que preguntó a Badian, que entonces tenía 77 años, si el acto vandálico le había provocado angustia, a lo que el historiador austriaco contestó que «para nada, he sido perseguido por fascistas más auténticos que estos».
La imagen de Alejandro homosexual vende y las plataformas lo saben bien. «Lo importante es lo que hizo, construir un gran imperio y eso no se ve borrado por las prácticas sexuales ni por sus supuestos excesos con la bebida, cuestiones que no varían sustancialmente su figura histórica y en las que Alejandro era bastante normal dentro de la realidad de aquel entonces», explica Francisco Javier Gómez Espelosín, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y experto en el rey macedonio.
A pesar de que no existen fuentes históricas que acrediten las prácticas homosexuales por parte de la antigua realeza macedonia, es cierto que la homosexualidad era la normalidad en la época y, en general, en toda la Antigua Grecia. Al igual que la pederastia, con las limitaciones bien conocidas.
«Proyectar valores actuales a culturas antiguas está fuera de lugar. Es tan absurdo como cuando se habla de que Alejandro Magno se crio en el seno de una familia desestructurada. La corte macedonia era polígama y, en la Corte de Filipo II, la madre de Alejandro Magno convivía con las otras cinco esposas del monarca, esa era la normalidad», añade el experto, que recalca el escaso rigor histórico de la serie de Netflix , como en la escena en la que Alejandro mantiene relaciones con Estatira, la esposa del persa Dario III, entre otras.
La miniserie también llega en el momento en que las protestas motivadas por la aprobación de la creación de universidades privadas en Grecia están provocando estragos al Ejecutivo de Mitsotakis, por lo que muchos no han querido perder la ocasión de aprovechar la polémica del documental sobre el monarca macedonio para atacar al gobierno por este flanco.
Es el caso de Despina Kuchumba, presidenta de la Asociación de Griegos Arqueólogos, quien escribió en sus redes sociales el siguiente comentario: «en la serie de Netflix maldices porque toca a Alejandro Magno, cuando los 'expertos' que aparecen en el documental son profesores de colegios y universidades privadas, como las que ahora luchan por establecer en Grecia».
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