'Showrunners': los guardianes del ADN de las series de éxito

Es complicado hasta para los mismos 'showrunners' definir su propia función detrás de las series. Están presentes en la concepción de la idea hasta que llega a la pantalla, de principio a fin. Tratan de cuidar el proyecto como si de un hijo se tratara porque pasa por muchos departamentos y es fácil que se rasgue la esencia. Su trabajo no es el más visible pero, al mismo tiempo, es indispensable. Vigilan que cada división, desde guion hasta maquillaje, mantenga el ADN del proyecto. Casi nada.

La directora Arantxa Echevarría ha trabajado durante mucho tiempo para ellos y ahora, por primera vez, se pone al frente con 'Chavela', una serie en producción sobre la vida de Chavela Vargas. «Me considero una farsante porque estoy también en la parte de producción y de guion, no solo como 'showrunner'. No cualquiera vale para esto, he trabajado con gente que no tenía ni idea de hacia dónde íbamos. El barco se iba a pique», contó riendo. Lidiar con tanto departamento no es fácil, y menos cuando hay que hablar de dinero. Mantener el presupuesto inicial y sacar el proyecto adelante es un reto, porque imprevistos hay siempre.

Campos sabe que para sacar adelante 'Velvet' la libertad fue infinita, pero la cosa se complica cuando se trata de una historia real como la de 'Caso Asunta' o una adaptación. Si no, que se lo digan a Amaya Muruzabal, que está al frente de M Content y es 'showrunner' de 'Reina Roja'. «Adaptar la novela de Juan Gómez-Jurado es complicadísimo porque es un autor que tiene mucho peso en la cultura popular. Eso es valiosísimo y tenía que proteger el proyecto con uñas y dientes», indicó. Aunque para Muruzabal su trabajo consistía en hacer arte colectivo. «Hay que ser fieles a lo que el espíritu del libro y al mismo tiempo guiñar un ojo y jugar con los espectadores que ya conocían la historia».

Pocas cosas hacen falta para ser un buen 'showrunner'. «Que te guste mucho la gente», dijo Muruzabal. Campos no pudo estar más en desacuerdo. «Discrepo por completo. Ojalá hiciera series solo de animación», exclamó bromeando y reconociendo que la responsabilidad es «inmensa» y hay momentos críticos donde uno tiene que saber lidiar con criterio e intransigencia. «Ahora se nos hace más caso. Antes eran las productoras quienes dirigían, pero ahora se pide a alguien que conozca el ADN del proyecto», reconoció.

Aunque no siempre tiene por qué ser así. Hay excepciones como 'Velvet'. «Fue una suma de errores. Cuando me llegó la primera grabación pensé: '¿Pero esto qué es?'. Y me deprimí. Pero Teresa Fernández-Valdés, productora de la serie, me dijo que era cojonuda. No había casi nada de lo que intenté transmitir en el primer encuentro. Pero triunfó», recordó entre risas Campos.