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Madrid
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Iniciar sesiónSi el título internacional de 'Sálvese quien pueda' es 'Fame after fame' (la fama después de la fama), el de 'Cristo y Rey', también en Netflix, es 'Untameable', o sea, indomable. Bien visto. El título original, atractivo y actual donde ... los haya, es intraducible fuera de nuestro país.
En inglés matan dos pájaros de un tiro porque sus titulares, el domador Ángel Cristo y la vedete Bárbara Rey, son para echar de comer aparte. Dos fieras. Y siembra la duda sobre quién es indómito: él, ella o ellos. Como aquella película, o películas, con Jessica Chastain y James McAvoy como un matrimonio distanciado tras una tragedia personal: 'La desaparición de Eleanor Rigby' (2014). Las tres versiones están en Filmin y la peor es la que reparte el tiempo entre los dos. Siempre hay dos verdades. Como en 'Sálvame' (en 'Cristo y Rey' sale Chelo García-Cortés; también Jesús Mariñas). Como en la serie estadounidense 'The Affair' (en SkyShowtime). Se llama Efecto Rashomon.
A 'Cristo y Rey', en plena emisión en Antena 3 (miércoles noche) y completa en Atresplayer (ocho capítulos) desde hace nueve meses, le habría venido tomar partido y tener un único protagonista. O Ángel Cristo, al que interpreta Jaime Lorente. O Bárbara Rey, a la que interpreta Belén Cuesta. Él es más guapo en la ficción que en la realidad. Ella es igual de diva y se come la pantalla aunque le baile la peluca. El algoritmo de Netflix, en la previsualización, pondrá un fotograma u otro dependiendo de los gustos del suscriptor. Él, ella o ellos. Jaime Lorente y Belén Cuesta tienen su público y son estrellas gracias a 'La casa de papel'. Y 'Élite'. Y 'Paquita Salas'. 'Cristo y Rey' podría correr el mismo destino que 'Entrevías' en la plataforma, o sea, ser un éxito internacional. Ojalá.
Netflix subirá los episodios de 'Cristo y Rey' semanalmente
De momento, sólo está el primer episodio de 'Cristo y Rey' en Netflix (cada jueves, uno nuevo en la plataforma) y apenas se han rozado sus protagonistas. Cada uno está a lo suyo y el primer encuentro entre ellos no augura nada bueno. Saltan chispas. Ya saben: amores reñidos son los más queridos. O no. Ángel Cristo intenta salvar su circo y Bárbara Rey rueda en las Torres Blancas de Madrid una película lésbica con Rocío Dúrcal (Clara Alvarado). Existió: 'Me siento extraña' (1977). Las fechas no cuadran, pero un 'biopic' no es un documental, aunque a veces la ficción supere a la realidad. Aquí, la voz cantante es Bárbara. Con su beneplácito y su testimonio están escritos los guiones. Hay 'flashbacks' a la infancia del domador. A su abandono en un orfanato. A la muerte de su primera esposa. A su propia muerte y velatorio (vacío). La intención es humanizar al personaje. La serie de Ángel, con su hampa, es menos interesante que la de Bárbara, entre bambalinas, entre sábanas, que tampoco termina de explotar. Y aún así, la escena final de 'Cristo y Rey' es para él.
La historia de Bárbara Rey y Ángel Cristo tuvo más luces y sombras que el propio mundo del circo. El primer episodio de 'Cristo y Rey', con Belén Cuesta y Jaime Lorente, ya disponible. pic.twitter.com/eiRGT00Hj6
— Netflix España (@NetflixES) November 10, 2023
Hay un cambio a partir del sexto episodio: cuanto más sale Bárbara y peor le va, mejor es la serie. 'Cristo y Rey' tiene muy claro quién es el malo de la película (él) y qué quiere denunciar (el machismo, la violencia de género). Los dos últimos episodios son, con diferencia, los mejores y lo mejor de la serie. Belén Cuesta recoge los frutos de los seis capítulos anteriores. Aún así, escama el discurso, tan de nuestro tiempo, que le suelta Bárbara a Don Juan Carlos en su penúltimo encuentro. De lo que no hay duda es que esta serie sería mejor si Ángel Cristo fuera un personaje secundario.
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