Se trata de Teresa (Andrea del Río), una de las doncellas de palacio y exmujer de Mauro (Antonio Velázquez), uno de los lacayos de La Promesa, que estaba teniendo un romance con Leonor (Alicia Bercán), la hija menor de los marqueses de Luján. Aquel embrollo se resolvió más o menos cuando Leonor se marchó a París para estudiar moda, y Teresa y Mauro hicieron las paces como amigos sin derecho a roce.
Mientras tanto, la doncella se vio involucrada en un altercado con el barón de Linaja, el padre de Cruz (Eva Martín), junto al resto de sus compañeras de servicio (un asesinato). Fue meses más tarde cuando Teresa se enamoró de Feliciano (Marcos Orengo), el 'hermano' (hijo) de Petra (Marga Martínez). El joven tuvo que ganarse el afecto de todos sus compañeros y el de Teresa, sobre todo cuando se descubrió que fue Feliciano quien, por orden de Petra, robó el bebé de Pía (María Castro).
Sin embargo, la felicidad duró poco, pues el nuevo lacayo murió tras ser abatido durante una montería. Aquello unió para siempre a Teresa y Petra, pero desde entonces el personaje de Teresa no había tenido mayor enjundia (la muerte de Jimena le hizo recordar la muerte de su prometido) y siempre estaba como comparsa de otro personaje (como doncella personal de Jimena, como instructora de Virtudes...).
Y a diferencia de otros personajes, el de Teresa (Andrea del Río) no ha gozado de ninguna despedida delante de las cámaras, pues los guionistas de 'La Promesa' han aprovechado el salto temporal de seis meses –corre ya 1915– para justificar la marcha del personaje del palacio tras 353 episodios. ¿El motivo? María Fernández rechazó finalmente el trabajo que le habían ofrecido en la casa de los duques de Abronte para dárselo a Teresa, que necesitaba marcharse de La Promesa para superar el duelo por la muerte de Feliciano. Ambas mujeres comentan que siguen en contacto con ella a través del correo.
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