El mito que devoró a Brigitte Bardot

Se negó a imitar al resto y se convirtió en una 'sex symbol' que no necesitaba ni tacones ni maquillaje; ingenua, desinhibida, magnética, voraz, insaciable. Salvaje. «Rechaza los tabúes impuestos por la sociedad. Es generosa, escurridiza. También es frágil, con una necesidad casi enfermiza de ser amada, pero quiere ser provocativa», la describe el Roger Vadim de Victor Belmondo, nieto del conocido intérprete y su primer marido, descubridor de todo y mejor amigo en 'Bardot', la miniserie de Sundance TV que aborda el despegue de la actriz, desde que desafió a su familia conservadora hasta que escandalizó y sedujo a la sociedad y a Hollywood. «Desató un torbellino a su alrededor. Bardot fue una pionera, fue feminista sin ser activista; ha contribuido muchísimo a la liberación de la mujer, sin siquiera tener ese objetivo», reflexiona la francoargentina Julia de Nuñez, que debuta en esta ficción tras las cámaras.

Alternando el español y el francés, dice De Nuñez que no la eligieron, como le sucedió a Brigitte, «por su belleza», sino por su más que razonable parecido con el mito erótico francés, a quien desde siempre le han dicho que se parecía. «Pero como actriz te preguntas también cuál es tu validez… así que espero que no sea solo por mi físico, que sea algo menos superficial», reclama en una entrevista con ABC.

Decía Brigitte Bardot en su día que no se consideraba actriz sino una personalidad. Consciente de la imposibilidad de recrear eso, la miniserie creada por Daniéle Thompson y Christopher Thompson navega entre la realidad y la ficción y usa a su actriz para reproducir algo del magnetismo de la 'sex symbol' gala. «Su verdad nunca será la mía. Lo que nosotros representamos con la serie no es lo que ella realmente vivió, es mi visión de ella. Para encarnarla, hay que despejarse de la concepción que el público tiene de ella y verla desde un enfoque más intimista, como madre, como amante. Si me hubiera quedado impresionada por el mito, me habría parecido muy complicado interpretar a Brigitte Bardot», confiesa Julia de Nuñez.

Los mitos te devoran, pero nunca mueren. A sus 89 años, Brigitte Bardot también vive, apartada de la sociedad. Lejos de las hordas de seguidores que la perseguían, de los hombres que la desvestían solo con mirarla. Sola, al fin, por elección, al contrario que en su juventud, donde siempre estaba con gente, pero se sentía aislada. Por eso, quizás, no quiso participar en 'Bardot', y escribió una carta de varias páginas a sus creadores, quejándose. «No entiendo por qué la gente no me deja sola para siempre. Quiero que me dejen en paz, no entiendo por qué todo el mundo sigue hablando de mí, dejé de trabajar en películas hace años», explicaba en la carta, donde también reconocía cierto consuelo en que Danièle Thompson estuviera al frente. Quizás algo de lo que vio le gustara; o la interpretación de Julia de Nuñez le sirviera para volver a aquella mujer que creó Dios con la cámara de Vadim y que revolucionó el mundo lo suficiente para que la sigan recordando, aunque se aleje.