El creador de 'Andor': «La historia nos ha enseñado que si controlas el relato, controlas la vida y la muerte»
Tony Gilroy habla con ABC junto con Stellan Skarsgård sobre la serie, que pone punto final con su segunda temporada en Disney+
'Andor', Star Wars encuentra petróleo en los bajos fondos

Si hay algo que perdura en el tiempo son las tradiciones. Incluso en los universos más apocalípticos de ciencia ficción. Incluso en 'Andor'. Y es que la realidad puede ser incluso más distópica que la ciencia ficción. La precuela de 'Star Wars' demostró ya ... en su primera temporada que el Imperio y su forma de concebir el poder, por sorprendente que parezca, no está tan alejada del mundo que nos rodea. Aunque pueda parecer exagerado hablar de paralelismos entre una galaxia ficticia y el mundo actual, ya sea por vivir en la era de la sobreinformación y al mismo tiempo de las 'fake news', o de la manipulación y el abuso de poder más discreto, no es extraño. «La verdad en esta sociedad está constantemente amenazada. Todo el mundo intenta crear su propia verdad para poder sentirse poderoso sobre otros». Así de contundente y tajante es Stellan Skarsgård con ABC, y no es que precisamente su personaje en 'Andor' sea transparente.
Luthen Rael es experto en utilizar técnicas de manipulación similares a las que emplea el Imperio, pero en su caso, las utiliza para ir contra él. Aunque suponga pagar las consecuencias con la vida misma. Y es que en esta segunda y última temporada que llega a Disney+ la vida de todos, desde Cassian hasta Dedra, se va a ver comprometida en esta revolución, liderada por Andor, contra un estado totalitario, que ya se ha desatado y sobre la que ya no hay marcha atrás. Aunque en este camino sin retorno hay muchos vaivenes, tramas y altibajos. «El público solo puede aguantar hasta cierto punto, así que solo hay un número limitado de veces que puedes hacer un 'crescendo'», explica Tony Gilroy, el creador de este fenómeno que ha tratado de equilibrar a lo largo de doce capítulos la tensión y la épica de cada trama.
Si hay algo que caracteriza al Imperio, por muy apocalíptico que sea, es precisamente la tradición. Son las tradiciones las que indican quién es una sociedad y de dónde viene, cuáles son sus raíces y sobre qué están fundamentadas. Son una ayuda, pero al mismo tiempo un arma de control y destrucción. «La tradición puede ser una forma de hacer barreras y al mismo tiempo algo bueno», asegura Gilroy. En el caso del Imperio, su origen y fin es bien sencillo: destruir cualquier comunidad ajena a la suya. «Si hay algo universal es la destrucción de la comunidad. El Imperio destruye comunidades por donde quiera que va, todo tipo. Y creo que eso es lo que hace el autoritarismo. Destruye comunidades y pide a la gente que abandone sus costumbres».
La sociedad sobre la que se mueve Andor y los rebeldes es compleja, incluso para aquellos que tratan de acabar con el Imperio desde dentro. Manejar todos estos asuntos y hacerlo además en una temporada final no ha sido fácil. Resistencia para lograrlo. «Lo más difícil fue no confiarnos demasiado después de la primera temporada. Asumimos el reto cuando nos dimos cuenta de lo difícil que iba a ser y el trabajo que nos iba a costar. Es como tener un hijo. Tú no sabes lo que estás haciendo. Y lo tienes, pero tener el segundo hijo es como: 'Oh, Dios mío, sé lo que va a ser'. La clave está en mantenerse sano, natural, no volverse loco, no entrar en pánico, no ponerse demasiado ansioso, y simplemente seguir adelante con pequeños pasos», indica el creador.
El control sobre cualquier sociedad se ejerce desde el poder, pero también desde el relato. La historia de la humanidad es testigo de ello El Imperio también demuestra en esta recta final que el control de la narrativa es la clave para mantenerse a salvo. «Si controlas el relato y la narrativa, controlas la vida y la muerte. La historia lo ha revelado a través de muchos sucesos como el Reichstag, que se utilizó como una excusa para deshacerse de los comunistas y empezar con los judíos, y así con muchas otras cosas», afirma Gilroy.
'Andor' va de espías, de 'fake news', de tradiciones ayudan y al mismo tiempo someten, de amor, de revolución, de amistad, de lucha, de guerra. Pero sobre todo, de aventuras. «Más allá de esas cosas, queremos aventura, épica, tensión. Queremos que sea emocionante. Es enérgica, así lo hemos sentido cuando escribíamos cada página del guion».
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