Avance semanal de 'La Promesa' del 5 al 9 de febrero: una trampa mortal

Si los guionistas de 'La Promesa' han ido poco a poco dejando miguitas sobre la Gran Guerra, el plan de asesinato de Curro (Xavi Lock), el nuevo barón de Linaja, se ha montado en un pispás. Las cosas de palacio no van despacio. La culpa, claro, la tiene nuestra querida y odiada Cruz (Eva Martín), que es más lista que el hambre y ha descubierto que su 'sobrino', el hijo adoptivo de su hermana (la 'loca'), ya es conocedor de su verdadero parentesco con su 'tío' Alonso (Manuel Regueiro), que parece no haber roto un plato en su vida (sí lo hizo, vaya que sí lo hizo).

Para mayor maldad, la marquesa de Luján ha unido fuerzas con su cuñado, Lorenzo (Guillermo Serrano), o sea, el padre adoptivo de Curro. La excusa será una cacería de celebración que, como habrán adivinado ustedes, acabará en tragedia con dos víctimas, una más de lo previsto, cuyo estado crítico podría desembocar en que salga un gran secreto a la luz o que se cancele una boda. Demasiado bonito para ser real.

La segunda visita del padre de Abel a La Promesa saca de sus casillas al doctor, que le entrega dinero y le exige que no vuelva a aparecer. Esto despierta las sospechas de Manuel ¿qué sucede entre su amigo y su padre? Salvador quiere contarle la verdad a María Fernández (que la marquesa se opone a su reincorporación), pero le convencen de que espere un poco porque Catalina todavía tiene esperanzas en hacer cambiar de parecer a su madrastra. Catalina arregla por fin las cosas con Pelayo y dan una segunda oportunidad a su amor. Y el Conde de Añil se enfrenta a un nuevo problema: Lorenzo quiere el despido de Jerónimo por el robo de su reloj. Feliciano poco a poco va asumiendo responsabilidades y comparte con Teresa y con Petra su alegría. Por fin las cosas se ponen de cara para el muchacho. Curro está emocionado con la cacería y se prepara con ayuda de su primo Manuel… Ajeno a los planes que tienen para él Cruz y Lorenzo.

La Promesa recibe a los invitados de la cacería. El ajetreo entre el servicio es constante, y los señores se preparan para una fructífera jornada de montería. Pero una terrible noticia del periódico está a punto de nublar la alegría del momento. Salvador y Jana se ven cercados por María Fernández y terminan confesándole que la marquesa se opone a que vuelva a su puesto de doncella. Jana se siente mal por su amiga y se deja consolar por el siempre solícito Abel. La cacería comienza sin la presencia de Lorenzo, al que una oportuna ciática le impide acudir. Curro, el agasajado, no tiene mucha fortuna y puntería y es objeto de las burlas del Marqués de Aguinaga. Alonso decide intervenir y recomienda a Curro que se traslade a un puesto que le permitirá cobrarse muchas piezas… Sin saber que en realidad lo está enviando a una trampa mortal, porque al aislarlo le pone las cosas mucho más fáciles al sicario que ha contratado Lorenzo para acabar con la vida del muchacho.

Desgraciadamente, la esperada cacería en honor a Curro termina en tragedia. Candela regresa por fin al palacio desmontando las sospechas de Simona de que se había fugado con don Carlos, el maestro. Vera no quiere atender a la amiga de Margarita e incluso sugiere a Pía que quizás no es buen momento para recibirla. Y parece que su plan le va a funcionar. María Fernández asume que jamás va a volver a trabajar en La Promesa y le dice a Salvador que va a buscar trabajo lejos de Luján. Cruz se encara con Lorenzo, ya que el plan no ha salido tal y como esperaban. Aun así, el capitán está convencido de que es cuestión de tiempo. La familia Luján tendrá que tomar una decisión que pondrá entre la vida y la muerte a uno de sus miembros.

La situación de Curro es crítica y la familia debe elegir si lo trasladan a Puebla de Tera o se queda en La Promesa para su operación. Cruz y Lorenzo se alían y eligen que se quede en el palacio, convencidos de que morirá a manos de Abel… La salud de Feliciano parece mejorar después de la operación. Ahora que el Dr. Sandoval ha abandonado el palacio, Abel es el médico responsable de la vida del señorito Curro. Para salvarse, necesita urgentemente una transfusión de sangre. ¿Encontrarán a un donante? La marcha de María Fernández de Luján es inminente y Catalina, a la desesperada, le pide a Pelayo que intervenga y convenza a Cruz de que la readmita. Tras analizar los hechos ocurridos en la cacería, Rómulo y Pía empiezan a darse cuenta de que hay algo sospechoso en el supuesto 'accidente de cacería'.

El estado de Curro es muy grave, necesita una operación de forma urgente. Petra y Teresa sufren al ver el dispendio de medios para curar al señorito, mientras que para el pobre Feliciano no es así. Cruz pone fin a la investigación de Rómulo sobre el accidente a la par que cruza los dedos para que Curro muera. Es demasiado peligroso que se llegue a saber la verdad. Pelayo le dice a Catalina que Cruz readmite a María Fernández y el servicio la recibe con gran alegría, aunque María Fernández se da cuenta de que han cambiado algunas cosas durante su ausencia. Feliciano asegura que se siente mejor, pero sufre una caída repentina. Algo grave pasa. Vera intenta evitar a la invitada de Doña Margarita, pero al final no tiene más remedio que atenderla. Vera queda aterrorizada cuando la señora la reconoce.