Así es 'La agencia': la serie que muestra las dos caras de la representación de actores

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La vida de los actores tiene tantas luces y sombras como la de sus agentes. Es una alegría ver cómo uno de sus representados es escogido para hacer el gran papel de su vida, pero es frustrante cuando ese rol no llega nunca. «Igual que hay actores, como es mi caso, que somos un pelotón muy reducido, que lanzamos un trabajo tras otro, también se va a ver que hay compañeros que no pueden llegar a fin de mes, que no pueden vivir de esto, y que lo pasan realmente mal», asegura Javier Gutiérrez. Conflictos, infidelidades, amores imposibles, situaciones disparatadas en las que los agentes tendrán que debatirse entre los intereses de sus representados y los propios, y la encarnizada lucha de egos por ver quién consigue las mejores estrellas y los más suculentos contratos sin perder de vista el objetivo de mantener el nombre de la agencia en lo más alto. También sufren por el intrusismo. «Es una grandísima tragedia. No es tristeza, es trágico la cantidad de compañeros con talento que no pueden acceder a un rol. Aunque también es cierto que cualquiera se considera actor por haber hecho cualquier cosa. Yo creo que hay que tomarse esta profesión muy en serio, hay que prepararse a fondo y considerarse actor, yo creo, son palabras mayores», reconoce.

La ficción, que experimenta una nueva etapa de la mano de Ghislain Barrois como director de cine y ficción, se encomienda esta vez al padre de ficciones míticas como «Periodistas», «Los Serrano» o «Médico de familia». «Es una serie divertida. Nos da la oportunidad de hablar de la gente que está al margen en este negocio y de lo cotidiano de la profesión», asegura Écija. Los actores de la serie tienen que lidiar en la vida real con agentes, pero hasta ahora nunca se habían puesto en la piel de uno. «Hay que tener en cuenta que un representante no solo lleva a un representado. Tiene una cartera de diez actores. Tiene que lidiar con egos, con proyectos que no salen adelante, con gente que no llega a final de mes, con actores que, como pasa en el capítulo, no llegan a trabajar porque han salido una noche de fiesta y hay que, de alguna forma, defenderlos», asegura Gutiérrez, que reconoce que en ocasiones deben «defender lo indefendible». «El espectador conoce la cara A, o la cara amable, o la cara glamurosa, pero no conoce esa cara B muchas veces oculta del actor», añade.

Existen representantes que se desviven por sus representados tanto para que trabajen como para protegerlos. Hay otros, en cambio, que quieren verlos triunfar pase lo que pase. «No hay tan malos representantes, sino como tiburones, como es el caso del representante al que interpreta Andrés Velencoso. Sí hay ese tipo de representante sin escrúpulos que le interesa más su proyección que la vida del representado», añade.

Mientras que hay actores afortunados como Gutiérrez, Velasco o Carlos Bardem a los que el trabajo no les falta, hay quienes no han tenido esa suerte. «Cada vez somos más, actrices y actores. Hay muchísimo nivel en este país. Me gustan más las actrices que los actores, aunque hay actores que me enloquecen, pero cada vez que veo un trabajo de una compañera se me eriza el vello. Hay trabajos maravillosos y es un claro ejemplo de actrices que dominan la comedia y el drama. Yo creo que simplemente es tener la oportunidad, que es muy difícil. Es muy difícil que alguien, entre la cantidad de actores y actrices que hay en este país, y buenos además, decida que has sido tú el elegido para interpretar ese papel», explica el actor.

Además, asegura que «hay demasiada ficción» y muchos están ya «saturados». En un panorama saturado de producciones y con un mundo actoral cada vez más competitivo, 'La agencia' se adentra precisamente en la vida de quienes, desde la representación, luchan día a día para que ese papel soñado llegue a hacerse realidad… aunque a veces toque «defender lo indefendible» y sobrevivir entre egos, contratos y alguna que otra noche de fiesta.