Qué ha pasado en el primer episodio de la tercera temporada de «Westworld»

La segunda temporada de «Westworld» acabó con Dolores, en el cuerpo de Charlotte Hale ( Tessa Thompson ), saliendo finalmente del parque temático y llegando al mundo exterior, no sin antes robar varias perlas que contienen la conciencia y memoria de varios huéspedes; uno de ellos, su némesis Bernard Lowe ( Jeffrey Wright ). El 3x01 empieza con Dolores (que, al parecer, ha regresado a su molde original) atemorizando a un ejecutivo de Delos, el principal accionista de Westworld. Su plan es robarle dinero y conseguir acceso a Incite, otra empresa para la que él había trabajado. Aunque inicialmente Dolores le ofrece un trueque (dicho acceso a cambio de no asesinarle), la huésped acaba propiciando su accidental muerte.

La siguiente ocasión que la vemos —elipsis mediante— es en Londres, acudiendo a una ceremonia de Incite, en la que se premia a su nuevo novio, Liam Dempsey ( John Gallagher Jr. ), como «tecnólogo del año». Dolores, que ha adoptado la identidad de una ucraniana llamada Laura, acaba regresando con él a Los Ángeles, donde él tiene una urgente reunión y está la sede de Incite. Allí conoce «El Sistema», Inteligencia Artificial creada por el padre de Liam ; un invento que no solo controla el tráfico de la ciudad, sino también encuentra entre los humanos el «potencial no descubierto» para así mejorar el mundo.

La mencionada reunión se produce con una mujer —representa a su superior—, que le advierte de que alguien ha entrado en El Sistema. Liam acaba confesando a su novia, Laura/Dolores, que él es una mera marioneta de la empresa de su padre; la única persona que conoce los quehaceres de dicha Inteligencia Artificial es su arquitecto original... Es entonces cuando el guardaespaldas de Liam, Martin ( Tommy Flanagan ), deja inconsciente a Dolores tras descubrir que Laura iba a tenderle una trampa.

Lo que parece un revés forma parte, en realidad, del plan de la rebelde huésped: quiere llevar al guardaespaldas a unas determinadas coordenadas para sonsacarle la identidad del arquitecto («Serac»), matarle y reemplazarle por su réplica robot. Dolores, tras despertar y ser gravemente herida durante un tiroteo con el resto de sus secuestradores, se topa con Caleb ( Aaron Paul ), sobre el que se desvanece.

El otro gran protagonista de este episodio es Caleb, un veterano de guerra que ha regresado a Los Ángeles. Su día a día recuerda al circuito cerrado de los androides de Westworld: se despierta, se lava, habla por teléfono con un excompañero del ejército, va a trabajar como obrero, acude al psicólogo, visita a su madre hospitalizada... Pero Caleb es una víctima de El Sistema; no le contratan en ningún otro trabajo e incluso le llama un «bot» para descartar una de sus candidaturas. El resto de sus ingresos proceden de tareas poco legales a través de la aplicación «Rico»; ya sea robando un banco, para así «redistribuir la justicia» sin derramar sangre, o entregar una bolsa a los secuestradores de Dolores. Caleb encuentra en ella ese «algo o alguien real» que necesita para continuar su vida, pues minutos antes los guionistas desvelan que su excompañero del ejército, en realidad, murió y quien le llama cada día es un servicio que mantiene su voz, pero no sus ideas.

Al igual que Dolores, Bernard ha suplantado la identidad de otra persona y ahora se llama Armand Delgado. Rapado y con frondosa barba, trabaja como carnicero en un matadero a las afueras de la ciudad, donde también vive. Tras la masacre de Westworld tres meses atrás, el huésped se ha convertido en chivo expiatorio; su nombre y rostro protagonizan las noticias, pues sigue en busca y captura tras supuestamente haber matado al fundador y a la mayoría de la junta del parque temático Y, aunque está en modo zen, acaba asesinando a dos compañeros de la fábrica después de que estos quieran delatarle. Tras su último encuentro con Dolores al final de la segunda temporada, el robot tiene miedo de haber sido hackeado o estado en contacto con ella sin él saberlo; de ahí que se autointerrogue. Al final de la entrega, Arnold viaja a la Isla de Palawan (Filipinas), donde está el pasaje hacia... Westworld. «Estoy buscando a un amigo», dice. «Westworld», una vez más, siendo «Perdidos».

De la nueva CEO de Delos, poco se descubre en este primer capítulo. Sí se la ve aterrizar en —lo que parece— la sede de Delos (la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia), donde se reúne con el resto de jefes, a excepción de una silla vacía... Los guionistas rescatan así los tejemanejes empresariales de la primera temporada. Tras la masacre de Westworld, Charlotte hará de la necesidad, virtud: «La gente quiere peligro; ahora somos fiables». La robot les recuerda que la valía del parque temático no recae únicamente en los huéspedes; seguramente se refiera a los datos recopilados sobre los visitantes humanos. De hecho, esa información es la que utiliza Dolores para aterrorizar al empresario de Delos al principio del episodio.