Tres series canceladas que ver aunque no tengan final

La premisa de 'Veronica Mars' (2005-07), en otras manos, o en otros tiempos, podría haber tenido un desarrollo más comercial, más plano: otra serie juvenil, ambientada en un instituto americano, con un gran misterio desmenuzado a lo largo de una temporada. Fueron veintidós episodios de cuarenta y pico minutos. Qué tiempos. También había cancelaciones. En Netflix sería la mitad de capítulos, quizás más largos para inflar las audiencias, por lo que no habría hueco para el mal llamado 'relleno'. Quizás ni para la 'intro'. No se la salten, por favor. En el piloto no hay créditos iniciales porque cada minuto cuenta.

Aquí, la protagonista es una antiheroína en ciernes, una adolescente (Kristen Bell en el papel de su vida) al borde de la mayoría de edad, con mala baba y peor fama, que trabaja como detective privada junto a su padre (Enrico Colantoni), ex sheriff, un sabueso. El tercero en discordia en un pit bull. Cada semana, un caso. O dos. Y de fondo, otro, como el Guadiana. A veces ella va por libre, como cuando quiere descubrir quién la drogó y la violó en una fiesta de pijos. Aquí no hay vampiros por los pasillos, como en 'Buffy ', pero sí malos de película. Y algún gánster. La relación de padre e hija, trágica y cómica, es una de las muchas virtudes de esta atípica serie creada por Rob Thomas que trasciende la etiqueta de drama adolescente, un género muy mal visto. El punto de partida de 'Veronica Mars' es el asesinato de su mejor amiga, una niña pija, a la que interpreta en 'flashbacks' Amanda Seyfried, que se presentó al 'casting' para ser la protagonista. He aquí otro tipo de tensión: la de clase.

La primera temporada de 'Veronica Mars' , en el podio de impecables debuts (acuérdense de 'Friday Night Lights' ), trenza sin despeinarse la trama adolescente (amor imposible inclusive), el género 'noir' y el humor negro gracias a la sarcástica narración de Kristen Bell y los diálogos entre los personajes. Y encima resuelve de manera impecable la trama horizontal. Vista la primera temporada de 'Veronica Mars' , uno puede bajarse del carro, pues va cuesta abajo y sin frenos, como el autobús escolar que se despeña en la segunda. Si ustedes se encariñan con los personajes, que lo harán, permanezcan hasta la tercera temporada, la más corta y atípica, pues su misterio es resuelto varios capítulos antes del final, anticlimático, escrito a sabiendas de que la serie iba a ser cancelada. Rob Thomas se la jugó a la cadena, UPN, la misma que emitió las dos últimas temporadas de 'Buffy, cazavampiros'.

El cierre de 'Veronica Mars' llegó primero en 2014 con una película financiada por los fans, así que había que ser agradecido, y después en 2019 con una cuarta temporada, a cargo de la plataforma Hulu, que enfadó a los fans . No las vean. Hagan como con las secuelas de 'Sexo en Nueva York': ignorar su existencia.

Si todo incondicional de 'The Last of Us' debería ver 'Estación Once' (quédense también hasta el tercer episodio , otro desvío en el camino), quienes disfrutaron con las dos temporadas de 'The White Lotus' podrían dar una oportunidad al trabajo anterior de su creador, Mike White, para HBO: 'Iluminada' (2011-13). Tampoco es que haya que verse toda su filmografía , rara e irregular, pero esta es su mejor obra. Breve. Maestra. 2 temporadas. 18 episodios. Es también uno de los mejores títulos de HBO. Uno que casi nadie vio, aunque hiciera tándem con 'Girls' . Dijo Mike White hace poco que debería haber empezado 'Iluminada' con un muerto, como en 'The White Lotus', para así enganchar al personal. No ronda por aquí Jennifer Coolidge, la nueva musa de Mike White, pero sí otra estrella de Hollywood: Laura Dern . Fue su primer papel protagonista en televisión. En los noventa sacó del armario a Ellen Degeneres en su 'sitcom'. Después hizo 'Big Little Lies' (2017-19) como una ricachona. Una mala buenísima.

Uno se pone el primer episodio de 'Iluminada' , que de piloto tiene poco porque se guarda muchos ases, y lo primero que oye es el llanto desconsolado de su protagonista, Amy Jellicoe , jefecilla de multinacional; después aparece su rostro desencajado. Tiene cara de loca. Porque lo está. También harta. Y le canta las cuarenta a su jefe y examante, a quien culpa de que la degraden. A la tía le da un patatús, acaba en Hawái en modo 'detox' y vuelve con ganas de hacer el bien. Con la madre distante (Diane Ladd, madre de Laura Dern) y con su exmarido cercano (Luke Wilson). Pero le sale el tiro por la culata. Una y otra vez. Ella sigue como las maracas. Parece el señor Burns en aquel episodio de 'Los Simpson': «Les traigo paz y amor». Mike White, el creador, interpreta a uno de sus nuevos compañeros de oficina. Porque 'Iluminada' , aunque imposible de categorizar, tiene algo de comedia ambientada en el lugar de trabajo. Una comedia negra. Una comedia filosófica. Cogerán cariño a la protagonista. El creador nunca se burla de ella. Decía él que si hubiera tercera temporada (ese era el plan, pero HBO la canceló), Amy Jellicoe sería una villana. Siempre lo fue.

En otra época, 'The OA' (2016-19) habría durado las cinco temporadas que tenían en mente sus creadores, Zal Batmanglij y y Brit Marling. Ella protagoniza esta historia, una 'muñeca rusa' (perdonen el destripe), sobre una joven ciega y adoptada que regresa del mundo de los muertos. Otra que está como las maracas. Ha visto cosas que no creerían . Ha visto a Dios. Es un poco Scheherezade con sus historias para no dormir. El cuento se lo lee a unos adolescentes, que le bailan el agua. Ni los personajes ni los espectadores tienen todas consigo: que la detengan, es una mentirosa. El primer episodio de 'The OA' , larguísimo como los otros quince, rompe drásticamente con el misterio: de dónde ha salido esta chica. Su reaparición causa revuelo, desesperación, esperanza. En sus padres. En sus vecinos. Esto empieza como 'thriller' de desapariciones y acaba como el rosario de la aurora: pura fantasía, ciencia ficción. La primera temporada termina con un clímax emotivo, pero polémico por 'banalizar' la violencia armada. La segunda ya es otra historia. Otro laberinto (perdonen el destripe). Cada capítulo es un género. Sale Zendaya. Y Paz Vega. E Irène Jacob . Déjense llevar por 'The OA' y no le busquen tres pies al gato. Hasta un pulpo hay aquí.