Siete series españolas de 2021 que solo se pueden ver en Amazon Prime Video

Para facilitar un poco la labor del espectador, rescatamos aquí siete series españolas estrenadas en 2021 y solo disponibles en Amazon Prime Video . Están colocadas por orden cronológico y sobran días para los 30 que dura el periodo de prueba gratuita. Mención, primero, a las ausentes: 'La que se avecina' , 'Pequeñas coincidencias' , 'La templanza' , 'El Cid' e 'Historias para no dormir' .

Se estrenó en enero , o sea, hace un siglo televisivo. Y cayó en el olvido en febrero. Esta miniserie de ocho episodios, con el Año Xacobeo como pretexto, puede pecar de postal del Camino de Santiago. Un vigués y un ferrolano, Iván Ferreiro y Andrés Suárez, entonan la banda sonora. El otro acento gallego lo ponen secundarios como Luis Zahera y María Pujalte; salen ellos y es otro cantar. Los protagonistas, buena gente, son una panda de balas 'perdías' que se encuentran, desencuentran y reencuentran durante el camino.

Dividida en tres tiempos y multiplicada por repetitivos 'flashbacks' y desmesurados giros argumentales, '3 caminos' mejora a medida que avanza la temporada y envejece al plantel. Puede que el espectador acabe cansado de tanto secretismo innecesario entre los sufridos personajes… El acento mexicano de Álex González, como un bomberazo, va y viene. Brilla siempre Verónica Echegui como una entregada cantante de verbenas, aunque le baile el acento gallego. Se agradece el intento de Ficción Producciones y Amazon Prime Video por hacer un drama adulto.

La nostalgia por la ficción española llegó en febrero a Amazon Prime Video con 'El internado: Las Cumbres' . Y no cayó en saco roto, pues habrá segunda temporada en 2022. No tiene el encanto de la original, subtitulada 'Laguna Negra' y recordada con demasiada generosidad, pero en pantalla sí luce mucho mejor, o sea, más sombría. Aunque ambientada en el mismo universo, con guiño de rigor a los fieles ya creciditos, 'El Internado: Las Cumbres' es una serie completamente diferente que utiliza la marca como anzuelo. Aquí no hay nazis en busca del Santo Grial, o sea, la vida eterna. Ni la gobernanta de Amparo Baró.

En esta continuación que no es tal, está mejor traído el aislamiento que sufren los nuevos adolescentes protagonistas (más 'diversos'), pues se traslada el misterio y el terror a un monasterio de Navarra. Ya no hay tramas con niños, pero sí pasadizos secretos y amoríos, propios del género, entre profesores y alumnos. También continúa el juego de identidades: quién es el malo, quién es el espía… Lo sobrenatural, agazapado en la serie original, aparece aquí desde el principio. Lo que podría parecer una ventaja (la menor duración de los episodios) se convierte en un inconveniente, pues la trama está por encima de unos personajes, sobre todo los adultos, poco desarrollados. Hay margen de mejora.

En marzo, un día después que en TVE, llegó la cuarta temporada de 'Estoy vivo' a Amazon Prime Video . De momento será la última y solo puede verse en esta plataforma (cosas de producción y distribución). Estos trece nuevos episodios se entregan al género del cómic y de superhéroes, con una policía novata con poderes (Guiomar Puerta), y los guionistas escriben por fin una precisa y preciosa trama a la altura de la actriz Cristina Plazas como esa 'madre y mujer de' que, tras morir y resucitar, se hace hostelera y tira del hilo de su infancia.

Tras el riesgo y la seriedad de la tercera temporada, esta cuarta es mucho más constante y festiva, a pesar de la nueva trama de misterio y fantasía, y se beneficia del largo camino hecho. Los personajes han sufrido tanto que están todo el rato diciéndose lo mucho que se quieren y dándose las gracias por cosas del pasado. 'Estoy vivo' no es perfecta (tiene mejores introducciones y nudos que desenlaces ), pero es muy entretenida y emotiva. Y siempre tiene un huequito para actrices como Magüi Mira y María Garralón. Ojalá haya quinta temporada.

Es de juzgado de guardia lo que hizo, o más bien deshizo, Telecinco con 'Señoras del (h)AMPA' , la serie española más original y atrevida de los últimos años; la que, a través de la incorrección política, mejor entendió la diversidad. En abril, Amazon Prime Video estrenó con disimulo la segunda parte de la segunda y última temporada; seis episodios, remontados para durar menos en la plataforma, que desvelan quién quiere matar a las protagonistas (¿un 'slasher' costumbrista y feminista?) y terminan con un final abierto en la carretera.

El elenco protagonista es Feroz, especialmente Toni Acosta, pero sus secundarias están de Goya: Carmen Balagué como la mejor suegra de España y Gloria Muñoz como la peor villana de Carabanchel. Más allá de las peripecias de estas malhechoras bienintencionadas, con guiño obvio a 'Breaking Bad', los mejores momentos de 'Señoras del (h)AMPA' siguen siendo los íntimos, como una crisis matrimonial o el embarazo deseado de una hija adolescente.

Su mejor virtud es convertir en únicas y muy españolas todas sus referencias pop. Solo en esta serie, dos fantasmas pueden bromear sobre la pérdida de gusto por culpa del coronavirus. Es una injusticia que no haya tercera temporada.

En mayo, Amazon Prime Video estrenó la miniserie 'Parot' . A TVE iba a llegar este otoño. Otro policíaco de la televisión pública con una protagonista atormentada, esta vez interpretada por Adriana Ugarte, que tiene que investigar quién está matando a los presos liberados por la Doctrina Parot; entre ellos, su propio violador, un ricachón interpretado por Iván Massagué.

Son dos 'thrillers' en uno, pero la serie se detiene más en el acoso del violador a su víctima ( roza lo sádico y frustrante a nivel personal y narrativo) que en la sorprendente identidad del asesino en serie. Lo más interesante de los diez capítulos es la dinámica de la protagonista con su madre psicóloga (Blanca Portillo) y su hija adolescente (Nicole Wallace), consecuencia de aquella violación; un complejo triángulo familiar que coincidió con el de 'Mare of Easttown' . Más que floja, 'Parot' es fallida, también en el 'casting'.

En septiembre, como agua de mayo, llegó la tercera temporada de 'Madres ' a Amazon Prime Video . La mejor hasta ahora. Y última. La cuarta temporada, ya rodada, será un esqueje con la doctora Zavala, interpretada por Aida Folch, como intermediaria. Seguirá siendo una serie de médicos, más centrada en una plantilla joven, pero sin estas madres imperfectas y capitaneadas por las actrices Belén Rueda y Carmen Ruiz; otra que, como Toni Acosta en 'Señoras…', nunca estuvo mejor. ¡Qué bien llora!

En estos ocho nuevos episodios, los personajes de Rueda y Ruiz, dos amigas que se conocieron en la sala de espera de un hospital, tienen que seguir sus vidas sin sus hijos, ya recuperados e independizados. Lo más interesante de esta temporada, más corta que las dos anteriores (26 episodios de 75 minutos), es ver cómo estas dos señoras gestionan su profesión, su maternidad y la distante relación con sus insoportables hijos; unos Joel Bosqued y Carla Díaz que sí vuelven.

'Madres' , aunque saturada de catástrofes, ha sido siempre una serie optimista y conciliadora; sin embargo, el desenlace de ambas tramas maternofiliales es mucho más agridulce de lo esperado. A veces, lo mejor entre madres e hijos es darse un tiempo. Esta tercera temporada, como las previas, también ha tenido mejores tramas y tramos que otros. Al tener un amplio reparto, el nivel de interpretación es una ruleta rusa. Lucía Jiménez y Esther Ortega, como dos malasmadres, tienen los papeles más difíciles y salen bien paradas (sus personajes, no tanto). Lo más realista de 'Madres ', aunque frustrante a nivel narrativo, es que hay personajes, personas, que nunca cambian. Dos meses después de su estreno, sigue estando entre lo más visto de la plataforma. Tanto drama reconforta .

En octubre, la realidad superó a la ficción en Amazon Prime Video con 'G.E.O. Más allá del límite' , documental de ocho capítulos sobre los hombretones que aspiran, en mitad de una pandemia, a entrar en la élite de la Policía. Aparentemente son ellos los protagonistas, pero el robaescenas es Pelayo Gayol , su entrenador; al menos, durante la primera mitad de la temporada. Después, las caras y los cuerpos empiezan a ser más familiares hasta que les echan de buenas maneras o abandonan por las malas.

Puede que la historia peque de repetitiva hacia el final, muy lacrimógeno, pero tiene hallazgos técnicos (menuda fotografía) y humanos (menudo Alcántara). Habrá quien piense que es pura propaganda . Uno puede reírse de tanta testosterona y disfrutar, como quien ve el fútbol, de las vistas. Se estrenó hace un mes y sigue entre lo más visto de la plataforma.