'Sequía', un puente de ficción entre España y Portugal

La 'Sequía' que imaginó hace tiempo el director Joaquín Llamas no es la 'Sequía' que estrena La 1 este martes 18 (22.40). Se parecen. Es la nueva serie de intriga y suspense de TVE protagonizada por Elena Rivera (Zaragoza, 29) como una policía que vuelve a casa de mamá, o sea, a Extremadura, a la frontera entre España y Portugal.

Le acompaña Miguel Ángel Muñoz (Madrid, 38) como gacetillero. Ambos, sin quitarse los ojos de encima, están tras la misma pista: dos cadáveres emergen en un pantano cada vez más vacío. Ha llovido poco. Y mucho.

«El vaciado de los pantanos viene seis años más tarde del origen de esta serie. Había cierta visión de futuro. Sabemos que el agua, tarde o temprano, va a ser fuente de conflicto. Me parecía muy interesante incorporar el secado o vaciado de un pantano porque había una cuestión social de fondo: cuando se tuvo que expropiar para poder construir», explica Llamas.

Parece que la especulación vuelve a ser noticia en ficción . A lo largo de la primera temporada de ocho episodios también mencionarán las energías renovables, más concretamente los sistemas de bombeo y las centrales hidroeléctricas.

Con 'Sequía' , la televisión pública española, junto a la portuguesa por primera vez, continúa su apuesta por el thriller tras 'Parot', aún sin emitir en La 1 , y 'La caza', renovada por una tercera temporada. Si hubo un referente fue el 'noir' nórdico. Aquí también hay un puente. «Hacen una ficción muy inteligente, muy bien guionizada, muy emotiva», comenta su director sobre la ficción escandinava.

El productor Jorge Sánchez Gallo, de Atlantia Media, quería reproducir la atmósfera del policíaco nórdico : «La de vivir a ambos lados. Seguir una historia de misterio entre dos países que están juntos, pero que son muy diferentes». Lo inédito es el detonante ambiental y el mantener los diálogos portugueses en versión original subtitulada en español. Allí, esta misma semana en la RTP , viceversa. Los lusos sí están más acostumbrados a 'leer'.

Si Elena Rivera es la poli española; Marco D'Almeida, el poli portugués. Una, de Cáceres; otro, de Lisboa. De primeras, el espectador se fiará más de ella, con mala cara, que de él, con cara de malo. Hay otras, españolas y conocidas, como las de Juan Gea como un comisario a punto de retirarse (o ser retirado...), y Rodolfo Sancho y Miryam Gallego como un mal matrimonio de bien. Todos, claro, esconden algo.

«Lo que más atrajo a Rodolfo es que no iba a ser policía, sino que podía explorar otros caminos», comenta el director Joaquín Llamas. «Es más, es un poco turbio el personaje y eso le gustó», añade el productor Jorge Sánchez Gallo. «Le gustan los buenos y es bueno haciendo de malo», finaliza Llamas.

A Elena Rivera, tras rodar las series 'Alba' y 'Los herederos de la tierra', le gustó de 'Sequía' que es un drama adulto: «No da al espectador todo masticado; no lo trata de tonto. Quizás no es el tipo de serie con público juvenil». Si con 'Inés del alma mía' acabó la actriz en el desierto de Atacama (Chile), con 'Sequía' acabó en Lisboa. En ambas, por cierto, rodó en la misma plaza de Cáceres.

Para Miguel Ángel Muñoz, la intriga y el suspense es un género ya probado, aunque aquí hace de buen tipo: «Normalmente, en los thrillers que he hecho ['Sin identidad', 'Presunto culpable' ] soy un tipo chungo. Me divierte mucho más ser chungo y malo que bueno, lo cual no significa que sea más interesante». En esta ocasión, es el personaje que más incomoda al resto precisamente por su buenhacer: «Es el típico que dices 'Uy, a este se lo van a quitar del medio...'».

El actor promete que, una vez finalizada la primera temporada, el espectador sabrá todo. Otro cantar es si cadena y productora quieren hacer una segunda. «Este tipo de historias, con la intención de alargarlas, al final pierden interés», concluye.